tribunales
La mujer de Antonio Carmona da la cara por él tras la condena al artista por amenazar a su vecino de Barbate
Mariola Orellana insiste en que el fallo no es firme y afirma que es «una tontería»
El artista Antonio Carmona, condenado por amenazar con un bastón a un vecino de su casa de Barbate

La mujer de Antonio Carmona, Mariola Orellana, ha querido dar la cara por su pareja tras la sentencia que adelantó este periódico y que ha condenado al artista por un delito leve de amenazas por un altercado con un vecino de la casa que posee en Barbate sucedido en julio de 2024.
Aunque la sentencia todavía no es firme y cabe recurso de apelación, el músico ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz a la pena de dos meses de multa, a razón de 10 euros diarios. 600 euros, además de una orden de alejamiento de 50 metros durante seis meses y la prohibición de ponerse en contacto con el denunciante por ninguna vía, por amenazar presuntamente a su vecino con un bastón rematado en un pico por un conflicto con las lindes de sus fincas: «Se lo voy a hincar en el pecho» le habría dicho.
Acusación que Carmona ya negó ante el juez durante la vista, asegurando que aunque si bien iba con un bastón que siempre lleva para ahuyentar a los perros sueltos que hay en la playa, no lo alzó ni tampoco profirió ninguna amenaza contra su vecino.
Mariola Orellana ha quitado hierro a este fallo judicial: «Antonio está muy bien, acaba de cumplir 60 años, mejor que nunca. Son tonterías la verdad, es una tontería muy grande».
Según ha afirmado tras acudir a un concierto y preguntada por los medios no va a pagar los 600 euros de indemnización a su vecino porque «no es una sentencia firme», la mujer del cantante ha asegurado que se trata de «una cosa muy antigua, una tontería».
«Vamos a hablar de Antonio Carmona que ha cumplido 60 años que es un pedazo de artista. Vamos a hablar de eso. Y de que Rosario ha hecho un pedazo de concierto. Y lo demás... que vean la cosa que es una gilipollez, la más tonta del mundo, la verdad. Además, no es una sentencia firme ni nada. Y es una cosa del vecino. De verdad», ha insistido rotunda, apoyando incondicionalmente a su marido.