Provincia cádiz
Menores infractores, una realidad sin una incidencia grave en la provincia de Cádiz
Un suceso como el ataque del alumno en un instituto de Jerez no es habitual ya que no se ha experimentado un importante repunte de este tipo de delitos en niños
De los casos más graves se recuerda el cruel asesinato de la niña Clara por dos compañeras, ocurrido hace más de veinte años
El terrible suceso ocurrido hace unos días en un instituto de Jerez cuando un chico de 14 años hería a varios profesores y compañeros cuando acababa de llegar a su clase ha causado un gran impacto social. Una conmoción que va en relación a tener que plantearse cómo un adolescente puede meter en su mochila dos cuchillos de cocina y utilizarlos contra otras personas y, según parece, haberlo previsto, e incluso avisado. Pero al margen de las connotaciones que este hecho pueda tener sobre las circunstancias de lo acontecido y del estado de su principal protagonista, lo que más ha sorprendido es que ocurra en un ambiente tan cotidiano y que el presunto autor sea un chaval de esa edad y con una vida 'normalizada'.
Ante este ataque se ha hablado sobre violencia, sobre educación, sobre acoso, sobre el acceso que tienen los chicos a las redes, a todo tipo de información y de manera tan fácil, pero realmente hechos de este calado no se suelen producir en la provincia de Cádiz. Pocas veces se han tenido que sentir altercados realmente graves en un contexto similar.
En este sentido el suceso más grave protagonizado por menores y que aún se recuerda debido a, precisamente, su crueldad, fue el asesinato de la niña Clara de San Fernando. Un hecho muy distante a este último y que sobrecogió a toda la provincia y a todo el país por cómo se produjo. Pero hay que remontarse a hace 23 años. Clara tenía 16 cuando fue asesinada a puñaladas por dos compañeras de su instituto, Iria y Raquel, a las que ella tenía por amigas. Fue la noche del 26 al 27 de mayo del año 2000 cuando acabaron con su vida en un descampado. Según la investigación y la resolución judicial, simplemente para saber qué se sentía al matar. Así lo habían planeado y lo ejecutaron.
Pero, como decimos, este tipo de sucesos tan graves entre menores no son en absoluto habituales. Se recuerda alguna agresión más, como por ejemplo la protagonizada en 2021 también por otras chicas a otra compañera. La joven recibía bofetadas, patadas y tirones de pelo a manos de otras tres adolescentes mientras una cuarta lo grababa. Pero, aunque sean especialmente sensibles y espeluznantes, no han trascendido muchos más. Así se desprende de la memoria de la Fiscalía de Menores relativa a 2022. En este informe anual se especifica que, en cuanto a menores infractores, se han producido 592 los delitos de lesiones en la provincia, frente a los 687 del año anterior.
Es decir, se aprecia un «cierto descenso», «si bien es importante tener en cuenta que los programas informáticos de las bases de datos no permiten distinguir los delitos leves de los graves, de modo que en dicha cifra habrá que considerar incluidas las antiguas faltas de lesiones», matiza. En otro sentido, sí se aprecia un «ligero aumento» en el número de delitos inicialmente calificados como agresión sexual (con independencia de la suerte procesal que luego hayan corrido), si bien desciende el de abusos sexuales: de 50 casos en 2021 a 30 en 2022. Descienden también los delitos contra el patrimonio: de 83 robos con fuerza, 137 con violencia o intimidación y 184 hurtos se ha pasado a 70, 98 y 158, respectivamente (si bien, en cuanto a los hurtos, con la misma salvedad que la expresada anteriormente para las lesiones). También se reduce el número de delitos de daños, de 96 a 74.
En cuanto a los delitos contra la seguridad vial, la memoria especifica que el de conducción sin licencia es siempre el más frecuente, manteniéndose en 2022 prácticamente el número de tal tipo de delitos del ejercicio anterior, así como el de los delitos de conducción temeraria (de 131 a 134 delitos de conducción sin licencia, de 13 a 12 delitos de conducción temeraria). Suben de dos a cinco los delitos de conducción bajo los efectos del alcohol o tóxicos.
Con respecto a las drogas, en 2022 se han registrado 78 delitos contra la salud pública (96 en 2021), catorce de los cuales corresponden a la Fiscalía de Algeciras, nueve a la de Ceuta, seis a la de Jerez y 49 a la de Cádiz.
Por otro lado, existe también un notable descenso de los delitos contra el orden público en la Fiscalía de Menores, ya que en 2022 se registraron 72 de este orden frente a los 119 de 2021.
En cuanto a los delitos de violencia doméstica, es decir, aquellos que un menor puede protagonizar contra sus padres, hermanos, abuelos o personas con las que convive, también se aprecia un ligero descenso respecto al año anterior (164 en 2022 frente a los 177 de 2021). La violencia de género ha experimentado, sin embargo, un leve incremento, habiéndose registrado 32 casos, cuatro más que el año anterior.
Con respecto a las medidas cautelares que tomó la Fiscalía sobre menores, se detalla que en 2022 se han impuesto por el Juzgado de Menores de Cádiz un total de 17 de estas medidas, siendo sólo dos de ellas de internamiento cerrado -como en el caso de Jerez-, dos de internamiento semiabierto y diez en régimen terapéutico; además, dos medidas de libertad vigilada y una orden de alejamiento. Y únicamente en una ocasión se prorrogó el plazo de internamiento. En la Fiscalía de Jerez se adoptaron 47 medidas cautelares.
