Plagas
Las lluvias primaverales y las altas temperaturas del verano disparan las plagas de insectos en Cádiz
Mosquitos, hormigas, cucarachas y hasta avispas han multiplicado su presencia en calles y viviendas
Alerta mosquitos en Cádiz: en primavera-verano, su incidencia «será alta»
Cádiz
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Iniciar sesiónLas intensas lluvias de la primavera y las sofocantes olas de calor que se han sucedido desde finales de mayo han convertido la provincia de Cádiz en un escenario propicio para la proliferación de insectos. Esta mezcla, con importantes episodios de fortísimas precipitaciones y con el mercurio por encima de los 40 grados en las jornadas más calurosas, ha favorecido la reproducción y expansión de múltiples especies.
La llegada del verano ha venido acompañada por una mayor aparición de insectos en las zonas urbanas que ha provocado la la alerta de los ciudadanos, preocupados por un notable incremento de mosquitos, enjambres de hormigas y oleadas de cucarachas, entre otras especies, y que ha llevado a muchos ayuntamientos de la provincia a tener que fumigar. Según explica Daniel Gómez, biólogo de la empresa Coplaga, el propio metabolismo de estos animales se acelera con el calor, y la humedad acumulada en charcas y vegetación favorece el desarrollo de sus fases larvarias.
Gómez detalla que muchas especies de insectos presentan una fase larvaria acuática, lo que significa que la abundancia de agua en el medio ambiente incrementa exponencialmente su capacidad reproductiva. «Cuanto más agua exista en el medio natural, incluso en acumulaciones dentro de entornos artificiales, hay más posibilidades de que proliferen las larvas y posteriormente aparezcan más insectos», explica en este medio. Los mosquitos son, sin duda, el grupo con una mayor presencia en este inicio del verano. Los conocidos como «mosquitos comunes», así como los que habitan en marismas y zonas húmedas, encuentran en los charcos y depósitos estancados un «hábitat ideal para desarrollarse».
Además, otras especies, como las libélulas y ciertos coleópteros, como por ejemplo los escarabajos, también necesitan agua para completar su ciclo vital, aunque su presencia no suele traducirse en problemas sanitarios para la ciudadanía.
A la abundancia de agua se suma el efecto de las temperaturas extremas. Cabe recordar que en el tramo final del mes de junio, la provincia de Cádiz sufrió una ola de calor. Se superaron los 40 grados en varios municipios del interior y los termómetros marcaron 27 grados por la noche en zonas costeras como San Fernando o Cádiz. «Estamos teniendo temperaturas por encima de 35 grados casi la mitad de los días del último mes», recuerda Gómez. Este calor continuo «incrementa el metabolismo de los insectos, elevando su actividad y su tasa de reproducción».
Hormigas aladas y cucarachas
Han sido habituales en los últimos días la presencia de hormigas en el interior de las casas de los gaditanos. Según el biólogo de Coplaga, este fenómeno está directamente vinculado con la coincidencia de factores ambientales favorables, como altas temperaturas y humedad elevada. «Determinadas plagas consideran que es el momento adecuado para reproducirse, y se forman grupos grandes de hormigas», detalla Gómez.
En el caso de las cucarachas, Gómez aclara que lo que se percibe como un aumento masivo de la población no siempre es real. En muchas ocasiones, las altas temperaturas en la red de alcantarillado provocan corrientes de aire que empujan a estos insectos hacia la superficie. «Lo que ocurre es un desplazamiento puntual desde el alcantarillado hacia la calzada o las viviendas. No significa necesariamente que haya más cucarachas, sino que se están moviendo», apunta el experto. Sin embargo, esta irrupción repentina en calles y hogares refuerza la sensación de invasión entre los vecinos.
Las especies más habituales en la provincia son la cucaracha americana —habitante típica de los sistemas de alcantarillado— y la cucaracha germánica, frecuente «en bares y restaurantes».
Los ayuntamientos han tomado cartas en el asunto y en los últimos meses han realizado diferentes campañas de fumigación. Desde marzo hasta principios de mayo, el Ayuntamiento de Cádiz activó una «operación de choque» en la red de saneamiento para controlar la población de cucarachas. En Chipiona, el pasado 12 de junio, la delegación de Sanidad reforzó la desinfección del alcantarillado durante cuatro semanas, distribuidas en 15 sectores. En Puerto Real, en los últimos días el Consistorio ha llevado a cabo tareas de fumigación de cucarachas.
Garrapatas y avispas
Además de las plagas más habituales y más reconocidas por la población como las hormigas o cucarachas, Gómez advierte del aumento de la población de garrapatas, que también ha experimentado un repunte este año. La combinación de una primavera muy lluviosa y un inicio de verano caluroso ha estimulado «el crecimiento de la vegetación silvestre», creando refugios ideales para estos parásitos. «Al haber más vegetación alta, las garrapatas pueden transmitirse con mayor facilidad a animales y personas», explica.
«Las autoridades sanitarias, en ese sentido, están empezando ya a tener en cuenta las zoonosis que transmiten las garrapatas y están también incluyéndose dentro de todo el sistema de vigilancia que está llevando a cabo la Junta de Andalucía», apunta Gómez. Por un lado, «es preocupante porque hay un aumento de transmisión en cuanto a la garrapata» y un «aumento de la población», pero «se están tomando medidas por parte de la administración para intentar paliar y eliminar los medios en los que las garrapatas se pueden expandir».
Otro insecto que ha centrado la preocupación de especialistas y ciudadanos es la avispa oriental. Según Gómez, esta especie se ha expandido de forma acelerada desde 2018 y actualmente está bien asentada en la zona. «Está provocando numerosos casos de alarma, tanto por su porte como por la abundancia de ejemplares», subraya el biólogo. Además, su presencia afecta gravemente a la apicultura local, ya que es una depredadora directa de las abejas, esenciales para la polinización y el mantenimiento de los ecosistemas.
Al igual que ocurre con otras especies, las avispas también se ven favorecidas por las altas temperaturas, que aceleran sus ciclos biológicos y aumentan su actividad diaria.
Aumento de incidencias
El aumento en la presencia de insectos ha tenido un impacto directo en la demanda de servicios de control de plagas. Desde Coplaga confirman que están experimentando un incremento notable en las solicitudes de intervención, especialmente en los meses de junio y julio. «Es normal que en verano tengamos muchísima cantidad de demanda, pero este año la incidencia ha sido especialmente alta», señala Gómez. Las llamadas no solo se refieren a las plagas habituales, como roedores o cucarachas germánicas, sino que incluyen también consultas sobre hormigas, avispas y mosquitos.
Estos últimos generan especial preocupación en relación con la salud pública, sobre todo por la amenaza del virus del Nilo Occidental, transmitido por mosquitos y potencialmente grave para humanos y animales.
Gómez recuerda que estas explosiones de insectos no son fenómenos completamente extraordinarios. Se repiten cíclicamente cuando coinciden varios factores ambientales, aunque en cada episodio se manifiestan con distinta intensidad y alcance. «Para que se dé una situación muy anormal, tienen que confluir más factores, como la coincidencia de varias generaciones al mismo tiempo», aclara.
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