semana santa JEREZ
Una tarde del Lunes Santo maravillosa en Jerez que se truncó a la caída de la noche
Pasada las 20:00 h. de la tarde, la amenaza de lluvia truncó la estación de penitencia de la Sagrada Cena y puso en alerta a las cinco restantes. Hasta entonces, se estaba viviendo una maravillosa jornada

La jornada del Lunes Santo ha sido una de las más castigadas en los últimos años en cuanto a la meteorología se refiere. La mañana amaneció con previsiones complejas, sobre todo, al filo de la medianoche. No obstante, las primeras horas de la noche no mostraban problemas y las cofradías se echaron a las calles.
Fue histórico vislumbrar el cortejo de nazarenos de la Sed cuando se abrieron las puertas de San Miguel, templo donde se bendijo hace 15 años esta preciosa imagen. El majestuoso y portentoso Cristo, aún con la cruz abajo para salvar la puerta, se hizo grande en la plaza León XIII a su salida. Los sones y las plumas blancas de la banda de CC. TT. Coronación de Campillos terminaba de redondear la escena.
A la hora torera de las 17:00 h. se echó a las calles esta torera Hermandad de la Paz de Fátima. El año pasado, fue la única cofradía que salió el Lunes Santo y de las pocas de toda la Semana Santa que pudo completar su estación de penitencia. Tuvieron estrenos importantes como la caída frontal del palio o la nueva imagen secundaria de Claudia Prócula sobre el misterio.
La Hermandad de la Candelaria afrontaba este Lunes Santo con una noticia muy importante para el futuro de la corporación como es la aprobación en cabildo del nuevo paso de palio. La Plata estaba de fiesta porque su cofradía volvía a echarse a las calles. El dedo del soldado de plumas negras marcaba el camino del Señor de las Misericordias, arropado por la Verónica que dejó sellado su bendito rostro en su paño. Tras Él, su Madre, la Virgen guapa de la Candelaria, una de las dolorosas con más unción de la ciudad.
La salida de Amor y Sacrificio fue especialmente emotiva por varios motivos novedosos. El mural de la Virgen en la pared de su parroquia, con firma de Pol Tatto, dejó una estampa preciosa. Igualmente, en el saludo a la Hermandad de la Yedra se vivió otro gran momento, pues además de la Esperanza en su paso de palio, a las plantas de Ella y a ras de suelo, se encontraba el Señor de la Sentencia para recibir a la corporación del Lunes Santo. Y además de las novedades, la tradición. Esta dolorosa es una de las grandes devociones de la ciudad, lo que se vio reflejado en la gran cantidad de ramos de flores que, como promesa y señal de amor, el pueblo depositó a sus plantas. Una de las hermandades afectadas por el derrumbe. Su paso por San Miguel y Barja excepcional, faltó la Cruz Vieja y Sol y las saetas que en estos enclaves le cantan. No obstante, muy bonito el transitar por Angustias y calle Campana.
La Sagrada Cena se mostró elegante al andar, como acostumbra. El misterio dibujó unas chicotás soñadas en la plaza San Marcos. Y de costero a costero, avanzaba «el Castillo», como se conoce -desde que pertenecía al Cachorro de Sevilla- al misterio sobre el que se encuentra el Señor y conjunto que tallase Ortega Bru. De igual modo, el joyero de plata que la Virgen de Paz y Concordia tiene como paso de palio de gustó en su andar, dejando tras su manto una estela de buen gusto.
Si la Semana Santa es eminentemente barroca, el Cristo de la Viga es el Gótico doliente. Más de cinco siglos de historia soportan sus hechuras. Miles y miles de rezos a lo largo de los siglos. Tanto el Cristo como la dolorosa son más antiguos que procesionan en la Semana Santa de Jerez. Además, la Virgen del Socorro tiene una historia muy interesante llena de milagros, que le auparon a ser nombrada copatrona de la ciudad. En definitiva, Jerez en estado puro.
La jornada marchaba espléndida, pero mirando de reojo al cielo y al radar. Finalmente, la amenaza de lluvia cogió fuerza. Al cierre de la editorial de este periódico, la Sagrada Cena se volvió en Alameda del Banco y se recogió al completo sobre las 22:00 h. Por su parte, la Sed mantuvo su itinerario original y se recogió minutos antes del horario original. El Cristo de la Viga se recogió acortando itinerario y manteniendo las bengalas. Por su parte, Amor y Sacrificio se volvió en la Carrera Oficial a la altura de plaza Arenal y se recogió sin mojarse. Por último, la Paz de Fátima iba de vuelta buscando su templo y sin vivir momentos como la petalá de los bomberos y la cofradía de la Candelaria va a esperar en la Catedral a que se recoja la Viga y se reunirán de nuevo para decidir qué hacer.