SEMANA SANTA DE JEREZ 2024

Deslucido Martes Santo en Jerez en el que salieron cinco cofradías entre lluvias

Amor y Defensión no se echaron a las calles y el resto se refugiaron en distintos templos

miguel guerrero

Miguel Guerrero

Jerez

La situación comienza a generar hastío y desesperanza –aunque la esperanza es siempre lo último que se pierde- entre los cofrades jerezanos. Por la mañana, los partes auguraban un incierto Martes Santo en el que las precipitaciones podían hacer acto de presencia. A pesar de que la jornada parecía tener más opciones de salvarse que las anteriores y posteriores, los cofrades de las siete corporaciones que se echaban a las calles se mantenían en vilo. Las opiniones eran de todo tipo: las había más positivas y otras más prudentes.

A las 15:00 h., cuando se debían echar a las calles las dos primeras cofradías, no llovía, pero el cielo se encontraba completamente nublado. La primera en dar el paso al frente fue la hermandad de la Salud de San Rafael, que cinco minutos antes de su hora prevista plantó su cruz de guía en la puerta. La túnica del Señor se mecía fuertemente a causa del viento mientras que se le colocaban las potencias en la calle, pues la salida es bastante compleja por la altura de la puerta. «Vamos a llevarlo del barrio del Chicle al centro de Jerez», alentaba a sus costaleros el capataz con una de las primeras levantás mientras la A.M. La Sentencia interpretaba La Saeta.

El sol se abría paso entre las nubes e iluminaba el dulce rostro del Señor, una imagen que cautiva a jerezanos y foráneos. Hay estampas, cuadros e incluso tatuajes del Señor de la Salud repartidos por todo el mundo. También con la luz natural se pudo disfrutar del gran estreno de la corporación, San Dimas, una imagen maravillosa que lleva la firma de Fernando Aguado, quien está completando un conjunto escultórico excepcional.

Casi simultáneamente, la hermandad de la Bondad y Misericordia hizo lo propio desde el santuario de María Auxiliadora: echarse a las calles. Lo hizo buscando uno de los primeros enclaves a destacar de su recorrido: el saludo en el Hospital San Juan Grande.

La hermandad de la Clemencia también puso su cruz de guía en la calle a la hora marcada, por lo que el primer tramo de la jornada vaticinaba un Martes Santo de desquite ante las inclemencias meteorológicas de los días anteriores.

Pero la realidad se impuso de nuevo, y a eso de las 18:00 h. llegaron las primeras lluvias. Las cuatro cofradías que se encontraban en el entorno de Carrera Oficial quisieron refugiarse en un primer momento, pero al cesar la llovizna, ninguna materializó el refugio. Por su parte, la hermandad del Desconsuelo siguió adelante.

Las dos cofradías que faltaban por echarse a las calles, Defensión y Cristo del Amor, decidieron no hacerlo. Eran lluvias dispersas, pero contundentes por momentos.

De hecho, volvieron a aparecer y se rompió la jornada. El Desconsuelo se refugió en la Merced mientras que el paso de misterio del Señor de las Penas hacía lo propio en la iglesia de la Victoria. La hermandad de la Salud de San Rafael buscó cobijo en San Francisco. Ambas decidieron volverse a sus respectivos templos cuando lo permitiese la climatología.

Las tres restantes que salieron, Bondad y Misericordia, Clemencia y Salvación, alcanzaron la Santa Iglesia Catedral en donde se reunieron y decidieron aprovechar la ausencia de lluvia para volver a sus respectivos templos. En el caso de Clemencia y Salvación realizaron la vuelta sin cortejo de nazarenos ni acompañamiento musical.

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