Provincia de Cádiz
La industria del golf, ante su año más complicado
El impacto económico anual del sector en Cádiz se eleva a los 774,2 millones de euros, aunque las posibles restricciones por la sequía podrían afectarles
El golf, una industria que supone el 3,4% del PIB provincial
El golf es una de las industrias que más dinero mueve en la provincia de Cádiz. Según el 'Análisis e impacto socioeconómico del segmento de turismo de golf en la provincia de Cádiz' de la Diputación Provincial de Cádiz, el impacto económico sector en la provincia se eleva hasta los 774,2 millones de euros.
Se trata de una industria que genera unos mil puestos de trabajos en una región muy castigada por el desempleo. El impacto directo del golf asciende a los 389 millones de euros y la estimación es que solo Cádiz atrae al 15% de los golfistas que practiquen este deporte en España. Cabe destacar que durante el invierno hay una mayor presencia de golfistas extranjeros porque en sus países las instalaciones se encuentran cerradas, y en verano el predominio es la del jugador español. Diputación cifra en 200.000 los jugadores de golf que practican la modalidad deportiva en las instalaciones gaditanas.
«La imagen que vamos a dar va a ser deficitaria»
Emilio Lustau, gerente hasta hace apenas unos días de Sherry Golf Jerez, ha estado vinculado durante toda su trayectoria profesional al mundo de golf. Admite que la sequía «es un tema que preocupa a toda la industria del golf», y a pesar de que las previsiones de lluvia a corto y medio plazo no transmiten mucho optimismo, «la esperanza es lo último que se pierde».
«Recuerdo que hubo un año que empezó a llover el Día de Andalucía (28 de febrero) y no paró hasta el 15 de abril», pero «no nos podemos fiar, va a ser un año muy complicado».
Apunta a que «nosotros usamos agua reciclada», una medida que «va a repercutir la calidad de los campos».
Sherry Golf Jerez, «como el resto de campos que están cerca» tienen en agosto «lo que llamamos una temporada muy alta» por la gran cantidad de jugadores que acuden a nuestras instalaciones, y asegura que «en nuestro caso tenemos en agosto una de las mejores cifras del mundo» porque «es un destino importante».
«El jugador extranjero no viene porque en sus países está abierto, pero solo con todos los jugadores que vienen de España, estamos prácticamente llenos durante todo el verano», señala.
Un campo de golf «no es como un gimnasio, aquí la gente no se ducha», por lo que «con la excepción del riego, el consumo de agua es mínimo», pero «es por lo que paga la gente, y el césped necesita un mantenimiento mínimo». Existe la opción «de usar el agua que está almacenada en los lagos, que es una especie de agua decorativa, pero sería insuficiente porque solo tendríamos para unos veinte días y el campo daría una sensación de estar todo seco y vacío». En el sector temen que «si la cosa sigue así la imagen que vamos a dar es muy deficitaria», y pone un ejemplo peculiar: «Con situaciones como esta en la que tú no tienes la culpa ocurre como si alquilas una casa en la costa y te hace dos semanas de levante fuerte, con eso se espanta al turista que dice que no viene más, pues con el agua y los campos de golf puede pasar lo mismo».
