AGENCIA TRIBUTARIA

Hacienda pone la lupa en las gasolineras 'low cost' de Cádiz por fraude en el IVA

Compran diésel a operadores de dudosa reputación que les permite recortar precios por debajo del límite establecido

La patronal provincial de estaciones de servicio aclara que tan responsable es quien vende como el que distribuye

Las gasolineras de bajo coste están bajo la inspección de la Agencia Tributaria LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

La Agencia Tributaria ha puesto el foco en las gasolineras gaditanas 'low cost' ante un presunto fraude en el IVA, lo que ha provocado, por un lado, una bajada de sus precios de combustible y, por otro, una competencia desleal con el resto de estaciones de servicio. Fuentes de la patronal gaditana destacan que se trata de un fraude general y no específico de la provincia de Cádiz, aunque se han dado algunos casos en la comarca del Campo de Gibraltar. Los empresarios del sector destacan que la maniobra del IVA permite jugar a estos operadores del 'low cost' con un margen más amplio para poder colocar el litro de combustible por debajo de los límites. Estos mismos empresarios aseguran que tan responsable del fraude es el gran operador que vende el combustible como la gasolinera que lo compra y lo distribuye. «El primero es el cerebro del fraude y el segundo su cómplice, ya que puede jugar más a la baja con los precios de venta al público».

En las últimas semanas en torno a un millar de gasolineras en nuestro país han estado ofreciendo precios de los combustibles por debajo de los costes mínimos generales y que implicaría venta a pérdidas, lo que desde el sector se ve como la demostración de la proliferación de las ilegalidades. La Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia, Cataluña, Madrid y el País Vasco concentran la mayor parte de las gasolineras que ofrecen este carburante por debajo de los precios de referencia. Según la CNMC, durante 2023 los márgenes brutos más altos se observaron en las redes de BP, Cepsa y Repsol y los más bajos en las de Plenoil, Petroprix, Ballenoil y Bonarea.

El Gobierno aprobó el pasado 28 de diciembre un paquete de medidas con el objetivo de evitar el fraude en la venta de diésel, sin embargo, las medidas han tenido un efecto contrario.

 

Algunas denuncias apuntan hacia estaciones de servicio ubicadas en el Campo de Gibraltar

 

 

El fraude respectivo a los combustibles ha afectado ya a más de 2.000 estaciones de servicio, de las 12.000 que hay en España, lo que supone más de un 16,6% del total. Esto afecta a miles de litros de combustible, que llegan a las estaciones de servicio a través de intermediarios que aprovechan la situación, creando una empresa y cerrándola antes de cumplir tres meses.

Así, las empresas fantasma se evitan liquidar el IVA al Gobierno, lo cual les da un margen de beneficio extra con el que pueden vender el litro de gasolina por debajo del coste a los minoristas, lo que hace que estos también lo vendan más barato de lo normal en sus establecimientos en la carretera.

El vicepresidente de la patronal gaditana de Estaciones de Servicios, Francisco Aguilar, destaca que este fraude es muy difícil que lo cometan gasolineras de marca con combustible premium, ya que la mayor parte del producto sale de las refinerías de CHL en España. Según indica la patronal «detrás del beneficio fraudulento de quienes cometen esos delitos se esconde la sentencia a muerte de las estaciones de servicio legales, que pierden litros y clientes y ven por tanto comprometida su supervivencia y el servicio que prestan a la ciudadanía».

Baja calidad

Se trata de un negocio redondo que ya se dio en Italia en su momento y que está provocando que combustibles de baja calidad lleguen a la cadena de distribución y hasta los consumidores finales, lo que ha causado ya averías muy caras en decenas de automóviles, fundamentalmente en Andalucía.

El problema se ha vuelto especialmente grave porque estas pequeñas empresas de distribución de combustibles están teniendo dificultades para conseguir carburante en los circuitos habituales, grandes petroleras, lo que les obliga a recurrir a distribuidores de dudosa reputación que les sirven carburante viejo que estaba almacenado y en general combustibles de baja calidad que nunca debería llegar a los depósitos de los coches.

En este caso las pequeñas gasolineras 'low cost' son las más afectadas por el fraude, pues en su caso a la hora de adquirir combustible se rigen fundamentalmente por el precio de los carburantes que compran.

Esta situación ha llevado también a los grandes operadores de 'low cost' a denunciar, aunque los grandes gestores del petróleo en España dudan de esta iniciativa. Las gasolineras 'low cost' se han sumado a la presión para hacer frente a los fraudes millonarios de empresas piratas en la venta de combustibles y que ponen en riesgo la viabilidad de muchas empresas que cumplen la legislación y que no pueden competir con los precios bajos que se logran con las prácticas ilegales, especialmente por el impago del IVA.

La Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), que agrupa a gigantes del sector como Ballenoil, Petroprix o Gasexpress, ha alertado a la Agencia Tributaria de una «eclosión de fraude» por el impago de impuestos de los carburantes, especialmente en el gasóleo de automoción, y que este año puede suponer un agujero de unos 1.000 millones de euros (las últimas estimaciones de Hacienda lo situaban en los 700 millones).

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