Puerto Real

Una habitación para dar el adiós más doloroso

En el Hospital de Puerto Real existe un espacio en el que los padres pueden pasar el duelo gestacional y neonatal

Cuenta con una cuna de abrazos que mantiene al feto a temperatura estable durante horas

Habitación del duelo en el Hospital de Puerto Real L.V

Jesús Mejías

Puerto Real

Dicen que perder a un hijo es el mayor dolor que puede experimentar el ser humano. En España, en el 0,09% de los alumbramientos en hospitales fallece el bebé, mientras que en los partos domésticos la cifra es del 0,2%. Lamentablemente, y aunque por suerte haya muy pocos casos, es una realidad con la que tienen que lidiar muchas familias.

En el área de maternidad del Hospital Universitario de Puerto Real suelen vivirse grandes momentos de alegría, de ilusión, de felicidad pura y plena cuando a diario llegan al mundo nuevos bebés. Sin embargo, hay situaciones que nunca se querrían presenciar como es el duelo gestacional y neonatal de unos padres.

Son situaciones complicadas para los propios profesionales del centro, que deben tratar con personas que acaban de perder a su hijo. En Puerto Real existe una habitación del duelo, un espacio en el que «poder dar el último adiós y despedirse de su bebé», cuenta Teresa Reyes, jefa del bloque de enfermería del área maternal infantil del Hospital Universitario de Puerto Real.

«Tenemos pocos casos», señala. En esta habitación «que hay en pocos hospitales», los padres y las familias «pueden estar el tiempo que necesiten con el bebé».

Se trata de una iniciativa con poco recorrido en España, aunque cada vez hay más centros que cuentan con este tipo de espacios, a diferencia que en otros países como Inglaterra en el que sí está más asentado.

Cuentan con una cuna de abrazos o 'cuddle cot'. «Mantiene al feto a una temperatura estable para que los padres puedan despedirse».

Una habitación en la que reina el silencio, en la que el tiempo deja de correr, en el que los segundos parecen horas y las horas pasan como días, pero en el que no hay prisas ni urgencias por tener que dejarla. Son los propios padres quiénes deciden el momento en el que dar el adiós más doloroso.

Además, Teresa Reyes cuenta que «estamos diseñando unas cajas para que los padres puedan llevarse algunos recuerdos del bebé», como por ejemplo «el gorrito o la huella dactilar impresa».

Iniciativas para «fomentar las relaciones personales con los pacientes»

La habitación del duelo no es la única iniciativa que se lleva a cabo desde el Hospital Universitario de Puerto Real para «fomentar las relaciones personales con los pacientes».

Una madre recibe un bocadillo de jamón L.V

Desde la comisión de humanización del centro han puesto en marcha medidas como la opción de que los niños hospitalizados en pediatría acudan en un coche eléctrico conducidos por ellos mismos al quirófano y acompañados por sus padres, para que de esta forma «vayan con la ansiedad liberada». Popular se hacía también la iniciativa de ofrecer un bocadillo de jamón a todas aquellas madres que han dado a luz y que «está teniendo mucho éxito», ya que «todas, a excepción de dos musulmanas han dicho que sí». Por otro lado existe la opción de llevarse impresa la placenta en papel secante y escribir el nombre del bebé y la fecha del nacimiento.

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