tribunales
Un extrabajador de mantenimiento de la UCA confiesa que inflaba las facturas de suministro y evita ir a la cárcel
L. S. se concertó con dos empresarios de una tienda de electricidad de Cádiz para que éstos reflejaran un 10 por ciento más del precio real de artículos que les compraba
El procesado, un exencargado de equipo ya jubilado, ha sido condenado a 21 meses de prisión aunque dicha pena ha sido suspendida por admitir los hechos
El daño patrimonial ocasionado fue de menos de 3.000 euros, dinero ya aportado por los condenados
Un exencargado de equipo dedicado a labores de mantenimiento de la Universidad de Cádiz (UCA) ha evitado ir a prisión tras confesar ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial que malversó dinero público aprovechando su puesto de trabajo entre los años 2018 y 2019.
L. S., tras ser investigado y detenido por la Policía Nacional el pasado año acusado por estos hechos, acudía recientemente a la celebración del juicio, sin embargo llegaba a un acuerdo de conformidad admitiendo los cargos que se le imputaban.
Ha sido condenado en sentencia firme a 21 meses de cárcel como autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial con un delito continuado de malversación, una multa de 1.620 euros e inhabilitación especial para empleo o cargo público por un periodo de tres años y un día.
Por la admisión de los hechos se acordó la suspensión de la pena de prisión durante dos años a condición de que no cometa ningún delito durante ese tiempo.
Según recoge la sentencia, facilitada por el TSJA, como hechos probados, L.S. trabajó como personal laboral fijo con contrato como Técnico Especialista de Servicios Técnicos de Obras, Equipamiento y Mantenimiento desde el 1 de junio de 1998 para la Universidad de Cádiz. Posteriormente, mediante resolución del gerente el 16 de mayo de 2018 se le se le adscribió temporalmente y con carácter provisional al puesto de Encargado de Equipo de Mantenimiento del Campus de Cádiz como consecuencia de la jubilación del anterior titular y hasta que se resolviera el procedimiento para la cobertura definitiva del puesto.
L.S. ejerció provisionalmente como responsable de mantenimiento desde el 16 de mayo de 2018 hasta el 26 de julio de 2021, si bien estuvo de baja a consecuencia de un accidente de tráfico desde el 30 de abril de 2020. Entre sus funciones como personal de mantenimiento e infraestructuras, se encargaba de la negociación con distintos empresarios y proveedores para la compra de material, útiles y herramientas necesarios para la subsanación de incidencias y conservación de las instalaciones de los diferentes departamentos de la universidad pública.
Además, los otros dos procesados, los empresarios, formaban parte de una empresa de electricidad ubicada en la capital gaditana y es proveedora de material eléctrico para la UCA desde noviembre de 2008.
La sentencia detalla que en los campus de Cádiz, Puerto Real, Jerez y Algeciras existen distintos servicios de mantenimiento con supervisores diferentes y cada uno con su responsable. Ante la inexistencia en la Universidad de un departamento de gestión de compras y almacenaje de material, la gestión de adquisición y suministro se realizaba cuando el técnico correspondiente acude al servicio y comprueba dicha necesidad. La gestión del suministro es asumida pues por la Unidad de Gasto interno de la UCA, que adquiere el material de dos formas diferentes.
Por un lado, desde la propia Unidad Administrativa de Gasto tras el asesoramiento del personal de mantenimiento a través del encargado de equipo. O por otro, haciendo esta compra desde mantenimiento. Esta gestión y adquisición del material se realiza únicamente en los casos que se trata de actuaciones en edificios e instalaciones que alojan servicios generales de la organización de la UCA, ubicados principalmente en el Campus de Cádiz. En este caso, el personal de mantenimiento elabora una previsión del material necesario y solicita un presupuesto a empresas próximas, encargándose de ello el Jefe de Equipo con el visto bueno del Jefe de Mantenimiento.
De todo ello se da traslado al responsable de la Unidad de Gasto y al Director del Área de Infraestructuras para su autorización, así como para la tramitación de reserva de crédito correspondiente. Una vez realizada la reserva de crédito a las empresas seleccionadas (material eléctrico, fontanería, ferretería...), los pedidos se hacen bajo demanda en función de las necesidades requeridas en cada campus, siendo el personal de servicio y mantenimiento el que solicita el material con la previa conformidad -como se ha dicho- del Jefe de Equipo y el visto bueno del Jefe de Mantenimiento.
Así que, esta segunda forma, es la que durante los años 2018 y 2019 utilizó el procesado, «de manera que el personal laboral encargado procedía a la compra directa del material o de nuevos utensilios a uno de los proveedores estipulados, presentando albarán de compra, elaborándose una factura, la cual era abonada desde el presupuesto disponible, tras pasar los trámites descritos». Y así, L. S. , «con el propósito de apropiarse de caudales o efectos públicos de la Universidad se concertó con los empresarios F.R. y A.R. para que estos inflasen la facturación un 10% sobre la base del precio real al objeto de que el encargado pudiera hacer suyo dicho exceso, ya fuese en metálico o convertido en materiales de suministro». Los hermanos de la empresa de electricidad, como contrapartida, «se aseguraban los futuros suministros que dependiesen del encargado del Equipo de Mantenimiento».
Las facturas emitidas en ese periodo con cargo a la UCA tenían un valor total de más de 35.000 euros, siendo «el daño patrimonial» causado a la Universidad por el jefe de mantenimiento de 2.971 euros, una cantidad que ha sido devuelta a la administración durante el juicio.
Los dos proveedores de material eléctrico han sido condenados a nueve meses de prisión y una multa de 4 meses y 15 días con una cuota de seis euros, suspendiéndose su entrada en prisión bajo las mismas circunstancias.
