«Existen muchas creencias populares falsas en torno a la lactancia»

Esta cacereña de 45 años residente en El Puerto de Santa María desde hace décadas, es asesora de lactancia certificada, especializada en destete respetuoso y en anquiloglosia (frenillo corto). Yolanda ejerció como ingeniera industrial durante 13 años, pero cuando se convirtió en madre decidió cambiar para siempre su vida, «viví los problemas de las madres, la presión por reincorporarme al trabajo al tiempo que mi instinto decía que no podía separarme de mi cría y lo solas que se encuentran las madres, lo abandonadas que les deja el sistema». Decidió formarse y convertir la inquietud que siempre había tenido por la maternidad y la lactancia en su modo de vida, proveyendo a las familias de la formación y el apoyo que necesitan en ese momento.

Así se convirtió en emprendedora, creando 'Muy a Pecho Lactancia' hace siete años. En este tiempo «he acumulado la experiencia trabajando con madres y ayudándolas en sus lactancias, además de tener dos lactancias y dos destetes mis espaldas. Y han pasado por mis manos unas 1.000 personas entre talleres, consultorías y asesorías privadas».

Unas consultorías que lleva a cabo de forma on line, lo que le permite conectar directamente con personas de todo el mundo. Su objetivo: dar herramientas a las familias para llevar a cabo la lactancia que quieren para ellos y sus niños y, al mismo tiempo, criar de una forma más beneficiosa a los que serán los adultos del futuro.

Puntualiza: «entiendo la lactancia desde un punto de vista profundo, emocional, a nivel de desarrollo personal de las mujeres que se convierten en madres, que necesitan confiar en sus cuerpos y sus capacidades de sostener y alimentar a sus propias crías. No solo se trata de aprender a colocarse al bebé, sino de aprender a confiar y derribar los mitos de esta sociedad».

- La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia materna exclusiva los seis primeros meses de vida, pero en España, según datos del INE, la tasa de lactancia materna exclusiva a los 6 meses es del 28,53% . ¿Por qué ese porcentaje tan bajo?

- El primer motivo es la desinformación. Por un lado, las mujeres no conocen las diferencias reales entre la alimentación con fórmula y con leche materna, por lo que en muchos casos se equiparan erróneamente. Y, por otro lado, no tienen los recursos y apoyo necesarios para superar las dificultades frecuentes de la lactancia, como el dolor, la baja ganancia de peso, o el llanto continuo del bebé. Por eso, las madres acaban abandonando a los pocos meses. Y en muchos casos con creencias equivocadas como que no tenían leche, o que su bebé no quería el pecho.

Es realmente increíble que sólo uno de cada cuatro bebés de 6 meses haya tomado en exclusiva su alimento óptimo y natural. La leche materna es lo normal.

- ¿Es necesaria más información a las futuras madres?

- Exacto. Es esencial. Hay que empezar desde la educación, normalizando y visibilizando la lactancia materna. Y dar información teórica y práctica, no sólo a las futuras madres, sino también a los profesionales de la salud que las acompañan antes y después del parto.

La información que reciben las embarazadas está muy enfocada al parto. Pero cuando nace su bebé y se encuentra con él en brazos, no sabe qué tiene que hacer. No tiene apenas herramientas, ni seguimiento del sistema, y esto resta mucha seguridad a las mujeres que desean amamantar.

- ¿Cuáles son los beneficios de la lactancia materna, tanto para los hijos como para mas madres?

- Realmente la lactancia no tiene beneficios. Sencillamente, porque es lo normal. Pero para que nos entendamos, es que no es comparable con ningún otro alimento. La leche materna es un elemento vivo, que contiene sustancias protectoras y reforzadores del sistema inmunitario. Tiene una composición completa y óptima para cada bebé, que además es cambiante según su edad o si está malito, por ejemplo. Reduce el riesgo de muerte súbita; ayuda al descanso de mamá y bebé, favoreciendo la calidad del sueño de ambos; reduce el riesgo de multitud de enfermedades infecciosas, digestivas, respiratorias y cardíacas; previene de intolerancias y alergias, tan comunes hoy en día. Además de todos los beneficios de contacto físico y apego que facilita.

Para la madre, ayuda a la recuperación posparto; reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario y también el riesgo de osteoporosis, al tiempo que aumenta su confianza y su autoestima.

Y lo que muchas personas no saben es que la lactancia artificial aumenta esos riesgos. Éstos y los de otras enfermedades del neonato como la enterocolitis necrotizante, que puede llegar a ser mortal.

- ¿Por qué el dar el pecho en público aún se ve raro? ¿Cree que está cambiando eso en la sociedad y se está normalizando?

- Nos llama la atención porque el pecho de la mujer es un elemento hipersexualizado en la sociedad, un objeto de deseo. Por ese motivo, en algunos países incluso se ve como algo sucio o indecoroso.

Sin embargo algo está empezando a cambiar. Empezamos a ver lo que hay detrás, e imágenes incluso tiernas. Me alegra ver en nuestra tierra como cada año en las playas vemos más top-less y mamás lactando a sus peques.

- ¿Cómo de importante para la lactancia es el apoyo de la pareja de la madre gestante si la hay?

- Es muy importante porque suele ser el apoyo más cercano a la mujer. Su papel de protector y cuidador de la diada mamá-bebé puede hacerlo mucho más sencillo, sobre todo en los comienzos.

Por eso, los padres también necesitan informarse, para que puedan entender qué significa la lactancia en todo su alcance, y dónde pueden ayudar.

- 'No le sube la leche'. 'El niño no se queda satisfecho'. 'Tu leche está mala'. Frases que todos hemos oído. ¿Qué hay de cierto?

Multitud de mitos. Casi todo falso. Lo peor es que han calado tanto que no lo cuestionamos y genera inseguridad y miedos extra en las mamás, que lo primero que suelen hacer es autoculparse. Las más comunes: 'No tengo leche porque mi madre tampoco tuvo'. 'Este niño necesita una ayudita'. 'Yo no valgo para esto'. Con todas las implicaciones emocionales y de salud que esto conlleva.

Es importante conocer que aproximadamente el 97% de las mujeres están perfectamente capacitadas para alimentar en calidad y cantidad a sus crías. Los problemas de lactancia se pueden resolver. El resto son casos extremadamente contados.

- ¿Qué opina de la 'ayudita' en el hospital durante los primeros días de vida del bebé?

- Es algo que tiende a desaparecer, pero todavía hay muchos centros y profesionales que ofrecen está 'ayudita' de leche artificial, sin ser estrictamente necesaria.

Tenemos que saber que asumimos un riesgo al introducir precozmente un alimento para el que el bebé no está naturalmente predispuesto. Un sólo biberón de fórmula en el hospital modifica permanentemente la microbiota natural del intestino del bebé. Aumenta el riesgo de alergia a la proteína de leche de vaca (APLV) y de otras enfermedades como hemos comentado. Además, si la forma de administración es la tetina, como suele ser lo más común, puede producir el rechazo definitivo del pecho.

La primera opción para suplementar a un bebé que no se está alimentando adecuadamente, es la leche de su madre. En caso contrario leche de donante. Y como tercera opción, leche de fórmula.

- ¿Cada vez matronas y pediatras están más formados en lactancia materna?

- Sí. Afortunadamente cada vez son más. Actualmente imparto una formación para profesionales de la salud y la lactancia, y es una enorme satisfacción ver que se apuntan matronas, enfermeras, pediatras, fisioterapeutas, psicólogas...

Las familias necesitan apoyo multidisciplinar y profesionales especializados y actualizados. Pero en su mayoría son personas movidas por la vocación, realizando formaciones privadas. Queda mucho camino aún en el sistema.

- La OMS también dice que se mantenga la lactancia materna si se puede al menos hasta los dos años de edad, pero en nuestra sociedad cuando vemos a un niño de más de un año mamando parece raro. ¿Por qué?

- Porque en los últimos 50 años se ha normalizado 'cultura del biberón'. La aparición de las leches artificiales y de toda la industria alrededor de ellas ha conseguido que creamos que se pueden equiparar. Así, lo que hasta hace unas generaciones era normal, que un bebé o un niño a partir del año o los dos años, siguiera mamando, se ha convertido en algo muy extraño. Vemos muy normal ver a alguien dar el biberón pero parece raro ver amamantar en cualquier lugar público, sobre todo si el niño es mayor y ya anda.

Como dato curioso, la duración media de la lactancia en el mundo es de cuatro años. Imagine el tiempo que se amamanta en otros países. En España se empieza a ver raro a partir del año y hay una tasa muy baja de niños que llegan hasta los 6 meses con lactancia materna exclusiva. Pero en otros países se mantiene la lactancia combinada con otros alimentos hasta una edad mucho mayor. De hecho, la edad natural del destete espontáneo se marca en una franja entre los 2 años y medio y los siete años de edad, que es el momento en el que se caen los dientes de leche (se llaman así por ese motivo).

- La presión por destetar. ¿Cuándo hay que hacerlo?

No hay un momento perfecto. Las recomendaciones oficiales son amamantar hasta mínimo los dos años de edad y a partir de ahí hasta cuando mamá y el bebé deseen. Pero las circunstancias de las familias y de las madres son distintas y todas las decisiones son lícitas, ya sea amamantar durante tres meses o tres años. Lo que las madres necesitan es respeto, validación y apoyo para conseguir hacerlo de la forma menos dolorosa posible tanto para ellas como para su bebé. Así que el mejor momento para destetar es cuando mamá y bebé decidan.

- Consejos que le daría a una futura madre que quiere dar el pecho a su bebé.

Lo primero es que durante el embarazo se forme, lea mucho, busque fuentes fiables de información. Que se informe sobre los beneficios, riesgos por no recibir una lactancia materna, sobre las complicaciones más frecuentes que suelen aparecer y cómo resolverlas, y sobre todo, muy importante, cómo afecta el parto y los primeros momentos después del parto. Esto es algo que la mayoría de embarazadas no conocen, no saben qué cosas pueden hacer para favorecer tener una buena lactancia o qué cosas pueden evitar para no dificultarla y, lamentablemente, en los hospitales vemos cómo hay mujeres recién paridas que no reciben información y necesitan de los servicios de asesoras de lactancia. Así que les diría que es importante que conozcan esta figura, que sepan pedir ayuda y que ando haya dolor o la más mínima dificultad acudan a estos profesionales porque estamos para eso, para ayudarles y acompañarles a hacerles que se centren en lo realmente importante que es disfrutar de sus bebés.