Asesinato en Cádiz

«El ruido de los disparos me despertó de madrugada», asegura un vecino de Eva, la mujer asesinada en El Puerto de Santa María

Vecinos de Valdelagrana, consternados con la noticia, aseguran que escuchaban a menudo las peleas de la pareja

El presunto autor del crimen de El Puerto ya había estado en prisión por agredir a una expareja

Los vecinos del presunto autor confirmaron que las peleas eran frecuentes. Antonio Vázquez
Almudena del Campo

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Los vecinos de Valdelagrana, en El Puerto, no salían de su asombro cuando conocieron la noticia de que en su propio bloque de viviendas se había producido un asesinato en esta madrugada del domingo 8 de enero.

Uno de los vecinos que estaba en el interior de la urbanización Bahía Sherry, ante la presencia de los medios de comunicación y de los propios efectivos policiales, aseguraba a LA VOZ que los disparos le habían despertado en plena madrugada. «No pensé en ningún momento que se trataba de disparos, creí que eran petardos que a alguien le habrían sobrado de esta Navidad. Ha sido esta mañana a primera hora cuando me he enterado de lo que ha pasado. Una verdadera pena».

Por su parte, una de las vecinas que vive también en la quinta planta del del bloque dos de esta urbanización en la que se han producido los hechos, relataba que «vivo

tan solo desde septiembre en este edificio pero sí que escuchaba a veces las peleas y los gritos». Aseguraba que no conocía a la pareja ni coincidía con ellos prácticamente pero «alguna vez él soltaba el perro por el pasillo, eso sí».

La mayoría de los vecinos de la zona, muy pocos dado que se trata de una urbanización donde la mayoría son segundas viviendas o de alquiler durante el verano, no salían de su asombro cuando los propios periodistas les informábamos de lo ocurrido.

Es más, hasta la propia vivienda que se encontraba ya precintada, llegaron dos hombres. Uno de ellos se echaba las manos a la cabeza con gesto de asombro, cerrando los ojos incrédulo de lo que estaba viendo. «¡Madre mía, mi cuñado!. Se trataba del cuñado del autor, que conoció la noticia allí mismo sin querer hacer ninguna declaración al respecto, marchándose rápidamente del edificio.

En los bares y calles de Valdelagrana, una urbanización tranquila en la que no suele haber indicentes, no se hablaba de otra cosa en este domingo lluvioso y desapacible que se ha convertido en negro.

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