El Puerto
Rafael Herrera, pionero en la reinserción psiquiátrica en El Puerto y en España, ya tiene su homenaje
Desde el pasado viernes la plazuela de la Biblioteca Municipal María Teresa León llevará el nombre del médico que cambió el método y la atención a los enfermos, creando los centros de día y formando a psicoterapeutas
Ser médico es trabajar por los demás durante toda tu carrera profesional. Así fue también la vida de la persona que ahora da nombre a la plazuela de la Biblioteca Municipal María Teresa León de El Puerto de Santa María. Rafael Herrera Valencia, fue uno de los principales artífices de la reinserción psiquiátrica en la ciudad y en España, tratando a miles de enfermos y siempre dando su apoyo a los familiares. Lo dio todo por los trastornos de salud mental, esa enfermedad tan común como silenciosa que hoy día poco a poco va ganado visibilidad y que en su día era considerada como cosa de locos.
Herrera Valencia fue un pionero en la reforma en el tratamiento de la salud mental a nivel nacional, cambiando el método y la atención a los enfermos, creando los centros de día y formando a los psicoterapeutas para estudiar al paciente en su totalidad, incluido su entorno y familia. Aportaba el trato humano que los enfermos necesitaban, poniendo la mínima medicación y aplicando terapias ocupacionales en los casos que lo precisaran.
Aunque nació en Sevilla, al poco de terminar sus estudios se trasladó a El Puerto, donde trabajó en el desaparecido hospital psiquiátrico 'Nuestra Señora de la Paz'. Sus cualidades profesionales y humanas hicieron que a los pocos años se marchara a Barcelona, llegando a alcanzar la dirección del Hospital de San Juan de Dios en Sant Boi. Allí pudo iniciar una profunda transformación, tanto que el Gobierno de la Generalidad de Cataluña le llamó para participar en la reforma psiquiátrica de la comunidad, implicándose en la elaboración de la doctrina y en el cambio de paradigma de la atención a los enfermos mentales. Empezaba así la reforma en el tratamiento de salud mental en España.
A su vuelta a El Puerto de Santa María creó centros de día y sacó la salud mental a las calles, cuando hasta entonces el tratamiento se basaba en desatender a los pacientes en hospitales inhóspitos y apartándolos de la sociedad.
Su labor llegó hasta el centro penitenciario del municipio, una preocupación que le venía de hace tiempo y que le sirvió para dejar un grato recuerdo en los profesionales y enfermos con los que colaboró. Con la reinserción psiquiátrica se cerraron manicomios y se integró a los enfermos en la sociedad.
Merecido homenaje
Desde el pasado viernes y a título póstumo la plazuela de la Biblioteca Municipal María Teresa León recordará su figura y papel dentro de la reforma psiquiátrica en España, al igual que lo hacen sus hijos, presentes en el homenaje. Rafael y Carlos hicieron alusión al gran trabajo como profesional de su padre, pero prefirieron centrarse en la persona: «Es el mejor hombre que he conocido, honesto, trabajador, honrado y humilde. Tenía fuerza, temperamento y le gustaba disfrutar de todo lo que hacía. No tenía enemigos, solo se enfrentaba a los médicos que tenían una actitud funcionarial, sin prestar la atención necesaria a sus pacientes. Tampoco le gustaba la actitud comercial de varios laboratorios, pues él siempre decía que estaba fuera del circuito comercial».
El alcalde de la ciudad, Germán Beardo, quiso acordarse en el homenaje del liderazgo de Rafael Herrera frente a esta «pandemia silenciosa. Nos complace como Ayuntamiento poder homenajear a una persona que ha luchado tanto por la salud mental en la ciudad y en España».
