Cádiz

La ejecución de Buzhu en Chiclana en 2022, la prueba de la presencia de mafias de sicarios extranjeras en Cádiz

El hallazgo del cadáver en un camino rural de Chiclana destapó una trama vinculada al narcotráfico y a la mafia holandesa

Cae en Italia el último sicario acusado de ejecutar en Chiclana a Ebrahim Buzhu por un ajuste de narcotráfico

Sendero donde se encontró el cadáver de la víctima. L.V.

M.A.

Cádiz

Ebrahim Buzhu temía acabar como finalmente acabó: asesinado de un disparo en la cabeza y abandonado en un paraje aislado. Su cuerpo fue hallado el 15 de enero de 2022 en un carril del Pago del Humo, en Chiclana de la Frontera. Tenía 52 años, era de ascendencia marroquí, nacionalidad holandesa y no constaba que residiera en la provincia de Cádiz.

La autopsia reveló que fue ejecutado de un disparo en la cara con un calibre 22 a corta distancia, mientras estaba sentado o de rodillas. Su cadáver presentaba abrasiones del impacto y restos de cristales, posiblemente del vehículo en el que viajaba. Ese coche, alquilado en Málaga, apareció calcinado horas después a nueve kilómetros de distancia, en el Pinar de los Franceses. La forma de actuar llevó a los investigadores a sospechar desde el principio de profesionales.

Operación Stoom

La Guardia Civil de Cádiz asumió la investigación bajo el nombre de operación Stoom. Tras meses de trabajo, en junio de 2022 se detuvo a cinco personas en Benalmádena, Alhaurín el Grande, Guadiaro, San Martín del Tesorillo y París (Francia). Dos de ellas fueron acusadas como presuntos autores materiales del asesinato, mientras que las otras tres quedaron en libertad con cargos por encubrimiento. La titular del Juzgado Mixto nº1 de Chiclana instruye el caso con el apoyo de la Fiscalía de Cádiz y la colaboración de autoridades de Francia y Países Bajos.

En los registros se incautaron teléfonos móviles, documentación y material informático considerado de gran interés para la investigación. A los dos principales detenidos se les imputaron los delitos de asesinato, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y daños.

Buzhu, conocido como De Slager (el carnicero), estaba relacionado desde hacía años con el entorno criminal de Utrecht. Se le vinculaba a redes de exmilitares yugoslavos y, sobre todo, se le señalaba como testigo clave contra Ridouan Taghi, el capo más poderoso de la mafia holandesa, actualmente preso en la cárcel de alta seguridad de Vught.

En 2015 fue el primero en dar el nombre de Taghi a la policía durante la operación 26 Koper, dirigida contra la llamada «mafia mocro», grupos de origen marroquí y argelino que controlaban el tráfico de hachís entre Holanda y Bélgica. Desde entonces, Buzhu vivió con miedo. Aseguraba ser seguido por individuos de Surinam y las Antillas, sufrió el balizamiento de su coche y llegó a refugiarse en Bélgica antes de huir a España.

El hallazgo de su cadáver en un camino rural de Chiclana, lejos de cualquier tránsito habitual y en un área vinculada al narcotráfico, refuerza la hipótesis de que se trató de una ejecución planificada y cometida por sicarios profesionales.

Está semana, tres años después, ha caído el último de los sospechosos por este crimen que estaba escondido en Milán.

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