PROVINCIA

La fiscal del triple crimen de Dos Hermanas: «No sólo mata quien dispara el arma»

El Ministerio Público mantiene su relato sobre el «macabro» plan del clan del Pollino y su familia y admite que «no se atreve a definir estos crímenes»

En la casa número 168 de la calle Cerro Blanco, aún precintada, fueron asesinados Yilmaz, Sandra y Lucía Manu Gómez

Jesús Díaz

La Audiencia de Sevilla ha acogido este lunes la penúltima jornada del juicio con jurado que sienta en el banquillo a los siete acusados por el triple crimen de Dos Hermanas , en el que murieron Yilmaz Giraz, un narcotraficante de origen turco, su mujer Sandra Capitán, y la hija de ésta, de tan sólo seis años de edad. Sus cuerpos fueron enterrados en una fosa y sepultados con hormigón. La Fiscalía, que solicita tres penas de prisión permanente revisable para tres de los encausados y 28 años de cárcel por cada asesinato para otros dos, ha insistido en que todos los implicados ejecutaron su papel dentro del plan ideado por el clan de los «Cabos». « No sólo mata quien dispara el arma », ha asegurado la representante del Ministerio Público durante la exposición de su informe final.

Por los hechos ocurridos el 16 de septiembre de 2017 en la vivienda número 168 de la calle Cerro Blanco de Dos Hermanas están siendo juzgados Ricardo García H., alias el « Pollino ». Es el principal acusado y se confesó culpable en su primera declaración, aunque en el juicio ha apuntado a « dos extranjeros » y a uno de los dos sicarios que la familia contrató. Junto a su mujer, Elisa F.H.; su padre, Ricardo García G. « Cabo », y su madre, Joaquina, conforman el clan de los «Cabos». También están acusados David Hurtado P. y José Antonio Mora B., los dos sicarios contratados por 3.000 euros para «secuestrar, golpear y, si fuera necesario, asesinar» al «Turco», según apunta la Fiscalía. La séptima acusada es Manuela Muñoz O., quien hizo de intermediaria entre el «Pollino» y David , alias «Tapita», y «conocedera» del trabajo encargado.

El Ministerio Público, tras modificar el pasado viernes sus conclusiones provisionales antes de elevarlas a definitivas, pide tres penas de prisión permanente revisable para los dos Ricardos y Elisa por los tres asesinatos; 28 años de cárcel por cada muerte para David y José Antonio ; 19 años para Manuela por considerarla cómplice del secuestro y asesinato de Yilmaz; y siete años y medio para Joaquina por encubrimiento. Las acusaciones particulares elevan estas peticiones a la máxima pena recogida en el Código Penal para todos los acusados.

Para la Fiscalía, « a excepción de Joaquina, todos secuestraron y asesinaros a las tres víctimas ». Considera que hay prueba directa e indirecta pero igual de válida contra los siete, pues los indicios acreditados son numerosos y conectados.

Fuerte estructura familiar dedicada a las drogas

Ricardo hijo, su mujer y su padre «planearon y llevaron a cabo el secuestro» de las tres víctimas. David y José fueron necesarios para «ejecutar» dicho plan. Manuela «colaboró» en el secuestro de Yilmaz y Joaquina «ayudó con posterioridad a ocultar los cuerpos y limpiar las pruebas», ha expuesto la fiscal a los miembros del jurado durante una exposición de 45 minutos.

El clan de los «Cabos» era una fuerte estructural familiar dedicada al tráfico de drogas , principalmente heroína, que vivía en la barriada de Cerro Blanco. Todos cuentas con antecedentes penales y policiales. La última sentencia condenatoria por drogas para los cuatro fue el año pasado.

Yilmaz Giraz estuvo investigado en numerosas operaciones internacionales de drogas y mantuvo un contacto frecuente con el «Pollino» durante los meses anteriores a su muerte, lo que evidencia que tenían un asunto turbio entre manos y que probablemente sería la causa de su secuestro el día 16 de septiembre por el propio Ricardo, su padre, su mujer y los dos sicarios. Para la Fiscalía, el «Turco» no fue voluntariamente al cumpleaños de Ricardo a Cerro Blanco, a pesar de que estaba invitado junto a Sandra y Lucía. Su coche se quedó en Bellavista donde vivían y la cocina de la casa se quedó como Sandra la dejó, preparando el almuerzo.

Para asegurar el plan, fueron a por él a Bellavista, «lo abordaron, maniataron, encañonaron y lo metieron a la fuerza en el coche del Pollino». A pesar de los golpes brutales que recibió en Cerro Blanco, Yilmaz no dio la información que buscaba el clan, por lo que el «Pollino» y su mujer fueron a por Sandra y Lucía y las llevaron a la barriada nazarena «a la fuerza» . Dos de las acusaciones consideran que el secuetro de los tres fue al mismo tiempo.

La Fiscalía, que ha ido exponiendo su relato de los hechos a la par que iba indicando la posición de los teléfonos de los acusados y las víctimas , asegura que los tres fueron asesinados por los cinco acusados. «Todos estuvieron en Cerro Blanco 168 el 16 de septiembre», ha apostillado. Y hubo enseñamiento con Yilmaz, Sandra, que estaba embarazada de tres meses, y Lucía antes de ser disparadas y enterradas en la fosa con hormigón, que fue contratado el día anterior, lo que demuestra que había «un plan» preparado.

El «Tapita» nunca ha dicho la verdad completa

A continuación, la fiscal, de manera ordenada y detallada, ha puesto a disposición del jurado las pruebas e indicios que hay contra los siete acusados , partiendo principalmente de la declaración del «Tapita» y José Antonio. La colaboración con la investigación antes de que fueran contra ellos fue crucial para encontrar los cadáveres, lo que le ha valido que la Fiscalía considere la atenuante de confesión y les quite la prisión permanente. Las acusaciones rechazan dicha confesión: «David ha ido cambiando su declaración conforme avanzaba la investigación para librarse de los asesinatos y José Antonio va a la Policía cuando sabe que David lo va a acusar», han señalado los letrados de la acusación.

No obstante, la fiscal ha reconocido que David «nunca ha dicho la verdad completa para mantenerse al margen de los hechos más graves», sobre todo después de que la Policía hallara ADN en una botella enterrada en la fosa con las balas percutidas usadas contra las víctimas.

David por ejemplo dice que, junto a José Antonio, redujeron a Yilmaz en Cerro Blanco, «cuando fueron a Bellavista por él». David era monitor de boxeo y José Antonio, culturista . Le dieron una brutal paliza a Yilmaz, aunque éstos lo niegan y sólo hablan de reducirlo y maniatarlo. «Estaban dentro cuando llegaron Sandra y Lucía y ayudaron a reducirlas», asegura la fiscal, que recuerda que la mujer era corpulenta que cuando vio a su marido agredido y aturdido, ella se defendió, golpeó y intentó proteger a su hija.

Sabían que los iban a matar

Los dos contratados tuvieron que reducir a Sandra de «manera sobrevenida, pero no se detuvieron en su actuación». Eran « conscientes de que iban (los miembros del clan) a matar a los tres y decidieron irse, pero eso no le quita responsabilidad . Sabían que estaban indefensos, que existía una fosa. Sabían que el fin último era matarlos porque el clan quería saldar una deuda con Yilmaz y los matarían si fuera necesario», ha manifestado la fiscal en su informe, añadiendo que David y José Antonio, pudiendo revertir la situación, «no hicieron nada». «No sólo mata quien dispara el arma, sino quien realiza actos necesarios para ello», ha afirmado la fiscal para referirse a los dos sicarios.

Como el resto de las acusaciones, la Fiscalía ha dedicado más parte a explicar las pruebas e indicios que hay contra los dos sicarios, Manuela y Joaquina. Manuela es «cómplice« de asesinato, pues como dijo David, conocía el plan de secuestrar y asesinar, si fuera necesario, al «Turco» . «Su colaboración es fundamental e indispensable, como la David y José Antonio, para el plan», ha dicho la fiscal.

Sobre Joaquina, ha indicado que se dedica a la venta de droga y no a la venta ambulante , como ella declaró. Ella colaboró en la limpieza de la casa para destruir pruebas, en hacer desaparecer los enseres de las víctimas y en ocultar los cuerpos. Ella podía encubrir a su familia, porque así lo establece la legislación penal, pero no a David, José Antonio y Manuela.

Pero también están los teléfonos o los trabajadores de la cementera, y los testigos protegidos, según la Fiscalía, como pruebas e indicios contra los siete. « Pollino, Elisa y Cabo planearon el secuestro y el asesinato » del Yilmaz, ha insistido el Ministerio Público.

La fiscal, para concluir su informe, ha expresado que «no se atreve a definir estos crímenes», aunque ha dicho que jamás había visto unos hechos «tan inhumanos » tanto por la forma de asesinarlos como por la ocultación de los cadáveres, con la que pretendían no ser descubiertos y si lo fueran intentar que los cuerpos no pudieran ser identificados.

Las tres acusaciones particulares también han expuesto este lunes sus informes finales, ahondando en la idea que todos, los sietes acusados, formaban parte del macabro plan para secuestrar y asesinar a la familia de Yilmaz, por lo que reclaman prisión permanente para los implicados.

La abogada de la hija de Yilmaz ha señalado durante su intervención ha querido recalcar que el plan de los tres crímenes era conocido por todos, incluso por David, aunque éste dijese que sólo era dar un «susto» al narcotraficante turco. «Hay un testigo, aunque no ha sido testigo al juicio, al que dos meses antes le ofrecieron el mismo trabajo, pero cuando supo que había una mujer por medio, desistió». De este testigo nunca se ha sabido nada en los medios, aunque ella aprovechó para soltárselo al jurado. Además, dejó entrever que Manuela cobró por su intermediación y volvió a sacar el robo con violencia a una anciana en Carmona en fechas próximos a los hechos de Cerro Blanco y en los que estarían implicados David y ella.

Acepta la colaboración de David: «Si no dice dónde están los cadáveres, no estamos aquí». Pero aclara que no debe aceptarse la atenuante de confesión porque ha contado lo que a él le interesa y siempre intentando librarse de los delitos más graves. « Manuela era fundamental para el plan porque había que buscar a alguien que hiciera el trabajo cruel », ha insistido la letrada.

El último en intervenir ha sido el letrado de la familia de Sandra Capitán: «Sin la participación de Manuela, no se habría localizado y contratado a David y José Antonio; sin la participación de éstos no habría secuestro y reducción de Yilmaz; sin lo anterior no se hubiesen producido los asesinatos,...», ha enlazado el abogado, recordando que todo comienza con la contratación el día antes del hormigón. « El macabro plan no se podría haber ejecutado si todos no participan », ha remarcado esta idea.

En la sesión de mañana, la última del juicio, será el turno de las defensas y del derecho a la última palabra de los acusados.

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