La ley del silencio sigue vigente en Barbate

El levante agita fuerte las aguas del puerto de Barbate. Hace tres meses, el 9 de febrero, este mismo escenario presenciaba el asesinato de dos guardias civiles al ser arrollados por una narcolancha. Los culpables todavía se desconocen: un informe de la Unidad Central Operativa ha descartado que la narcolancha en la que iban los seis detenidos, entre ellos 'Kiko el Cabra', fuera la que embistió a la patrullera de la Guardia Civil.

El puerto está tranquilo. Casi desértico. Algunos pescadores desenredan las redes de pesca y otros intentan librarse del levante en el interior del bar. La posible puesta en libertad de los detenidos no ha cambiado la ley del silencio que impera en la zona. «Aquí nadie va a hablar sobre eso». A pesar de que los acusados estén desvinculados del crimen, se les imputa por los delitos de contrabando y de pertenencia a organización criminal; lo que podría hacer que continuaran privados de libertad, tal y como considera la fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez. 

Por el contrario, el abogado de 'Kiko el Cabra', en representación también del resto de la defensa, sostiene que «bajo ningún concepto tiene suficiente entidad para seguir en prisión». Fuera de las barreras del parking del puerto, el pueblo parece respirar con normalidad. El foco mediático vuelve a posarse sobre Barbate tras conocerse el giro de 180º en la investigación.

Para la mayoría, el suceso es un tema tabú. Se reservan y no quieren decir siquiera una palabra al respecto. La noche del 9 de febrero marcó a muchos barbateños. «Yo estaba en mi casa con el corazón en un puño y no quiero hablar de eso». El giro de la investigación y las últimas actualizaciones todavía no ha llegado a los oídos de todos los vecinos del municipio, que se enteran in situ que la narcolancha de los acusados no era la que arrolló a los agentes. «Y si no han sido ellos... ¿Quiénes han sido? Que yo sepa los fantasmas no pilotan lanchas y narcolanchas menos», comenta un vecino en el mercado de abastos sorprendido al enterarse de la noticia.

«Yo ante todo soy demócrata y si la UCO ha hecho bien su trabajo y resulta que no fueron ellos, es justo que estén en libertad», afirma Paco, vecino de la localidad. Ahora, el juez instructor del caso será el que decida si mantiene la prisión provisional o si decreta la libertad. Por otra parte, continúan las investigaciones para dar con el paradero de los tripulantes de la narcolancha que arrolló la embarcación de la Guardia Civil. Tal y como ha podido saber LA VOZ, una de las hipótesis encima de la mesa sostiene que los autores fueron tres, entre ellos un lanchero marroquí de nombre Karim, mencionado por alguno de los implicados.