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Un padre de Chiclana denuncia la pasividad institucional ante el reiterado absentismo escolar de su hijo

absentismo escolar

El protocolo de absentismo supuestamente se activa a partir de las 30 faltas sin justificación, mas en el caso de dicho alumno, llegando a quintuplicar el número, y pese a la insistencia paterna, no se consiguió reconducir la situación

Alumnos de secundaria consultan determinada información en el tablón de anuncios de su centro escolar la voz

MANUEL LÓPEZ SAMPALO

CHICLANA

M.L.B., un padre de Chiclana, cuenta que lleva casi tres años sin poder ver a sus hijos, de 16 y 13 años de edad, un caso en el que según el relato se incumple flagrantemente el régimen de visitas establecido. Mas las denuncias de este progenitor, que dice estar desesperado ante la pasividad institucional, se focalizan en las reiteradas ausencias escolares de su hijo mayor, alumno del IES Ciudad de Hércules, que comenzaron durante el curso 20/21 cuando este aún tenía 14.

«Desde mi separación siempre tuve problemas para poder tener un régimen de visitas normal, casi no pudiendo hacer nunca planes ya que lo más fácil era que ese día no tuviese a los niños. Pues ante esto, en el año 2020 decidí poner una demanda por el incumplimiento en el régimen de visitas, que a la fecha y tras infinidad de escritos al juzgado, sigue sin señalamiento», relata este.

El verdadero problema, al parecer de M.L.B, se produce en el comienzo del curso 20/21, «Donde mi hijo mayor de 14 años comienza a faltar a clase de forma injustificada, hasta el punto de terminar el primer trimestre con un absentismo de 119 faltas en tramo horario, donde el protocolo de absentismo que tiene el ayuntamiento de Chiclana, establece que a partir de 30 es falta grave y se debe de activar el mismo».

En este punto, abunda este padre, «Hablé con el centro donde está matriculado mi hijo y no se hizo nada, avisé a Servicios Sociales de la situación y llamaron a la madre, que en primera instancia no fue y en segunda se comprometió a restablecer la situación, hecho este que nunca se produjo. Al final el niño terminó el curso con más de 200 faltas de asistencia y sin nadie hacer nada».

Según el relato de los hechos, en el curso 21/22, su primogénito empezó en la misma tónica, «pero esta vez y tras insistir al centro, conseguí que activaran el protocolo de absentismo. Desde Educación cuando intentaron hacer algo, el curso iba por la mitad y el niño seguía sin ir a clases, únicamente se hace una mediación familiar de dos reuniones y se acabó, y termina el año académico con otras 200 faltas de asistencia».

«En el curso que acaba de comenzar 22/23, a fecha presente aún no ha ido a la escuela mi hijo, ni tengo muchas esperanzas que esto suceda», comenta M.L.B., quien alerta de que ahora, al haber cumplido su primogénito 16 años las instituciones se lavan las manos alegando que ya no está en edad de escolarización obligatoria.

Con este testimonio, lo que este padre pide es dar visibilidad a lo que, al igual que muchos progenitores, le está sucediendo. «Siendo el absentismo la consecuencia de un problema que puede tener el menor por su entorno, y pudiendo ser una situación de riesgo por tener algún problema de adicción a los videojuegos, que pueda haber sufrido bullying, maltrato, etc., a nadie le preocupe lo más mínimo, y que como padre no pueda tener acceso a ello para poder ayudar», relata desde la impotencia.

Mas en definitiva, M.L.B. No pretende sino denunciar la dejación y el corporativismo de las entidades públicas y del consistorio chiclanero y el centro IES Ciudad de Hércules en concreto, así como apelar a la responsabilidad social. En palabras suyas, «Evitar que el día de mañana mi hijo sea una persona sin oficio ni beneficio, y se convierta en un problema para la sociedad».

Las versiones del Instituto y del Ayuntamiento

Desde la dirección del I.E.S. Ciudad de Hércules alegan que «Nuestro centro ha actuado correctamente derivando la situación a la comisión de absentismo del Ayuntamiento de Chiclana, donde se realizaron las actuaciones pertinentes para la regularización de la situación escolar del alumno, habiendo constancia escrita de todas ellas».

Y prosiguen señalando que «En diversas ocasiones se han producido reuniones con los familiares y el alumno para analizar y tomar las medidas adecuadas». Acogiéndose por último a que «En el curso actual el alumno es mayor de 16 años y por lo tanto ha finalizado la edad de escolarización obligatoria».

Por su parte, el delegado de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Chiclana, Francis Salado, quien asegura estar al tanto de las reclamaciones de M.L.B. afirma que «Hasta que desde el colegio no se ha iniciado el protocolo, el Ayuntamiento no ha podido hacer nada. Y entonces hemos hecho lo que estaba en nuestras manos».

Y va a más al indicar que el IES «no reconoce que algo se ha hecho mal, cuando han cometido un error garrafal» y se pregunta «por qué no nos hicieron llegar antes la situación para poder haber actuado en consecuencia».

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