De Los Caños de Meca hasta su alma: el viaje de Judeline que conquista Concert Music Festival

Pepe Ortega

Chiclana

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30/07/2025
Actualizado a las 07:03h.

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El viaje de este verano será un recuerdo. Ya sea a La Barrosa, a Los Caños de Meca o a las entrañas de Judeline, donde para llegar solo hace falta escuchar. Nacida en Jerez y criada en la pedanía barbateña, la artista de tan solo 22 años fue profeta en su tierra, en su casa, en su Cádiz. «Qué alegría cantar en un sitio en el que se entienda lo que es un zarcillo y no tenga que traducir ninguna palabra». Arropada por decenas de seguidores y por sus familiares, Judeline viajó con ellos por BODHIRIA, su álbum debut en el que se abre en canal y que le ha consagrado en el panorama nacional. Su voz conquistó cada rincón de un Concert Music Festival rendido a los pies de Judeline, desde que comenzó la travesía con Bodhitale hasta que terminó con Un puente por la Bahía a capella, que se convirtió en uno de los momentos más emocionantes de la noche.

Se hace la luz en el poblado de Sancti Petri y Judeline se balancea suavemente en un columpio. Bodhitale es la primera parada y nadie se quiere quedar fuera de un tren que se abre camino por las reflexiones convertidas en arte de Judeline. A la puesta en escena no le falta detalle: cada tema, cada trozo de corazón de la gaditana, va marinado con una gran representación teatral que contribuye a que el espectador de sumerja en las historias. «Ay, Undebel, cómo duele; Llévame a tierra con él; Si no puedo protegerle; Dios, hazlo tú y cuídale», cantaba.

Tras un arranque por todo lo alto con temas como 'Angel-a', 'Inri' o 'Tánger y Zahara'. la artista gaditana se confesó. «Hoy estoy más nerviosa porque estoy en mi tierra», reconoció. El público respondió con un fuerte ruido y le hizo sentir como en casa. «He dormido en casa de mi madre, vengo súper descansada, y hasta he comido puchero con todo el calor», bromeaba Judeline, quien aprovechó para cargar contra el proyecto urbanístico Trafalgar-San Ambrosio por la tala de árboles en el Pinar de la Breña. «Me pone súper triste», lamentó.

Las decenas de fanes, en su mayoría jóvenes, coreaban todas y cada una de las canciones bajo el cielo estrellado de Sancti Petri. Mangata, Brujería, Heavenly... hasta llegar a uno de sus temas más sonados: Zarcillos de Plata, que cuenta con más de 15 millones de reproducciones en Spotify. Judeline se quedó sola con su guitarra en un escenario que antes compartía con bailarines, actores y músicos y comenzó a crear un recuerdo imborrable. «Sólo yo sé bien dónde guarda la placa; Dejo en su mesilla los zarcillos de plata; No sé si hoy se queda a dormir; Es lo que tiene enamorarse de un G».

Pero antes de despedirse había que mover la cintura. Judeline cerró oficialmente su show con 2+1 y se montó la fiesta en Concert Music Festival. «¡Lara!¡Lara!», aclamaba el público, que pedía una más antes de que se fuera. Y, en el descuento, Lara tenía una última bala en la recámara. Una que fue directa al corazón. A capella, entonó 'Un puente por la Bahía' y el silencio se hizo entre el público, absorto por lo que presenciaba.

Judeline tendrá que volver a hacer pronto las maletas para continuar su gira pero puede hacerlo con la conciencia tranquila de que su viaje ha creado un recuerdo imborrable en la memoria de quienes pudieron disfrutarlo.