Álvaro Urquijo: «La música de Los Secretos no busca modas: se transmite por amor, como un legado»

Miren Landeta

Cádiz

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11/08/2025 a las 06:50h.

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Hay canciones que se cantan desde el corazón porque han nacido del corazón. Eso explican Los Secretos en cada concierto, sin decir una palabra. La emoción está en los silencios, en las primeras notas de «Pero a tu lado» o «Déjame«, en los rostros del público que parecen encontrarse a sí mismos en las letras que acompañan. Esas canciones ya no pertenecen al grupo, sino a quienes las han hecho himnos de su propia historia. Y eso, para Álvaro Urquijo, es el mayor privilegio.

«No entiendo a los artistas que reniegan de sus éxitos», confiesa. «Son canciones que nos han regalado el cariño de la gente. Cuando ves que un tema que has tocado cientos de veces sigue emocionando, no puedes evitar sentir agradecimiento». Lejos de cansarse, reconoce que esos clásicos son los que menos ensayan, pero los que más disfrutan. «Son parte de la vida de muchas personas, y eso te da una energía increíble en el escenario».

Álvaro habla con respeto del legado de su hermano Enrique, pero también con claridad: «Sin él, el grupo no sería lo mismo. Pero sin el grupo, Enrique tampoco podría haber sacado adelante esas canciones. Todo fue un trabajo de equipo«. Desde la muerte de Enrique, el grupo ha seguido adelante con una mezcla de dolor, gratitud y compromiso. »No podíamos fallarle a su memoria ni a nuestro público«.

En esta gira, que posiblemente sea la última antes de centrarse en grabar un nuevo disco, el grupo ofrece un espectáculo «muy completo»: mitad éxitos, mitad canciones menos conocidas pero esenciales. «La respuesta está siendo magnífica. Nos dicen que estamos en uno de nuestros mejores momentos, y eso nos da fuerza para seguir».

Sobre «Pero a tu lado« cuenta una historia que parece imposible en los tiempos del algoritmo. »Fue un fracaso en su día. No entró en listas, no sonó en radio. Pensamos que no gustaba. Y ahora es nuestra canción más querida. Pero no por una discográfica ni una campaña, sino por la gente«. Y recuerda con ternura el vídeo que una familia les envió: »Desde bisabuelos hasta nietos, todos cantaban un trozo. Era para celebrar unas Bodas de Oro. Esa canción los unía«.

También rememora a un abuelo que fue a ver otro artista en unas fiestas populares y acabó descubriendo, casi por accidente, que conocía todas las canciones del grupo. «Me miraba al principio con cara de: ¡tú no eres el que yo venía a ver! Y al final vino al camerino a darnos las gracias. Dijo: no sabía que sabía tantas canciones vuestras«.

Los Secretos no se mueven por modas, sino por algo más profundo. «Nosotros no somos número uno en ventas. Pero nuestras canciones han pasado de generación en generación. Han llegado a la gente por su propio peso«. Y eso, dice, es un éxito que no se mide en cifras.

Ahora, el grupo planea tomarse un respiro para componer con calma. «Necesitamos tiempo para crear. Como antes: meses para pensar, grabar y cuidar cada detalle«. Urquijo confiesa que no puede escribir entre aviones. Necesita estar en casa, con silencio y su pequeño estudio, para dejar que la música fluya.

¿Una canción para dedicar a Cádiz? Lo tiene claro: «Ojos de gata». «Empieza con 'fue en un pueblo con mar, una noche después de un concierto'. No hay una frase más gaditana que esa». Aunque también reconoce que «Pero a tu lado« siempre está presente, como emblema de esa conexión entre artista y público que define a Los Secretos.

A sus conciertos van padres, hijos y abuelos. Y todos encuentran algo que les pertenece. La música de Los Secretos, sin saber muy bien cómo, ha llegado a ser parte de muchas vidas. Y ellos, con una humildad que emociona, siguen sobre el escenario agradeciendo cada noche que eso ocurra.

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