CÁDIZ

¿Menos velocidad? ¿Más semáforos? Cómo reducir el peligro de la llegada a Cádiz por el segundo puente

TRÁFICO

El trágico siniestro del lunes y una colisión menor este miércoles reavivan el debate acerca de si se puede mejorar esa vía de acceso a la capital

«Esa entrada a Cádiz es una trampa y hay que buscarle una solución»

Accidente entre dos coches en la bajada del segundo puente de Cádiz por alcance

La llegada desde el Puente de la Constitución es objeto de debate. Francis jiménez
Álvaro Mogollo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El trágico accidente del lunes, que se ha cobrado la vida de cuatro personas, ha reavivado un viejo debate sobre si se puede mejorar la llegada de vehículos a la avenida de Las Cortes al salir del Puente de la Constitución de 1812.

Un nuevo incidente producido en la mañana del miércoles, con una colisión entre dos vehículos que ha dejado cuatro heridos leves, pone en el candelero la peligrosidad de la llegada a Cádiz por una de sus principales vías de acceso.

Al ser el puente uno de los que tiene un mayor gálibo en todo el planeta, es decir, de los más largos y altos que existen, la bajada es muy pronunciada, con lo que los coches llevan una inercia que los conductores deben controlar atentamente.

De circular a 100 kilómetros por hora en plena bajada, en muy poco espacio, tienen que reducir hasta 70, para hacerlo casi acto seguido a 40, que es la velocidad a la que tienen que circular en la primera vía dentro de la ciudad. Además, quienes llegan desde el puente, se adentran inmediatamente en la circulación urbana sin solución de continuidad.

La integración de los vehículos que vienen en sentido Cádiz con la circulación de la propia ciudad se produce a través de unos semáforos que abren y cierran el paso para distribuirlos en función del sentido al que se dirija cada uno.

Ahora bien. ¿Es este el mejor sistema? Los vecinos de la zona insisten en que es muy difícil que los vehículos lleguen al tramo final del puente circulando a 40 porque van cuesta abajo y tienen poco margen para frenar. Esta situación se hace más acuciante cuando se habla de autobuses o de camiones, ya que la frenada es mucho más complicada por su peso y volumen.

Las opiniones en redes sociales tampoco se han hecho esperar tras el último accidente: «No me extraña, si tienes que bajar de 100 a 40 en unos 100 metros cuesta abajo y entrando en curva... Mucho ha tardado en haber problemas», expresaba una usuaria en Twitter. «Queda claro que es necesaria una intervención urgente», decía otra persona.

¿Cómo se podría reducir el riesgo?

Una de las opciones pasa por instalar un semáforo en el último tramo del puente. De esta forma, los vehículos comenzarían a aminorar la velocidad antes y una vez que se pusiese en verde, circularían más despacio al llegar a la avenida de Las Cortes de Cádiz. Por contra, esto podría generar mayores retenciones en pleno puente, un lugar en el que se puede ir hasta a 100 kilómetros por hora.

Otra sería limitar la velocidad máxima para que fuese más sencillo llegar al disco de 40 con la marcha adecuada. Debido a los últimos acontecimientos, no sería descartable que se limitara la vía a 80 por hora, el mismo límite que hay desde el inicio del puente, a la altura del Bajo de La Cabezuela, hasta que comienza la subida más pronunciada, que se permite marchar a 100.

¿Tal vez una gran rotonda que bifurque todos los caminos? Es otra posibilidad, eliminar el control por semáforos y que los vehículos vayan accediendo a la rotonda y tomando la salida más conveniente, ya fuera la de Las Cortes, la que conecta con la avenida de la Sanidad Pública o la de la avenida de la Bahía.

Hay conductores que dicen que el primer semáforo tiene un papel que a veces resulta contraproducente, porque los vehículos que llegan con cierta velocidad desde el puente, al ver el color ámbar, en lugar de frenar, aceleran para evitar dicho semáforo. Con la rotonda eso se evitaría, aunque es posible que se formasen importantes colas de coches, muchos de ellos en cuesta abajo en el mismo puente.

La colocación de badenes también está encima de la mesa. Podrían ser instalados en los últimos metros de la bajada, con el objetivo de que los vehículos fueran aminorando su marcha previamente y así llegar a una velocidad adecuada a la zona urbana.

La llegada que pudo ser y no fue

La actual disposición del tráfico que engarza el puente con el resto de avenidas no es la que fue diseñada en primer momento. Antes de que el Puente de la Constitución fuese una realidad, se proyectaba cómo sería la llegada a la ciudad. Y la opción que primero se estudió y plasmó sobre el papel fue la de hacer un túnel, de forma que los vehículos que viniesen en sentido Cádiz, tendrían que descender unos metros bajo tierra para salir cuesta arriba a los diferentes destinos.

Esa subida garantizaba un descenso de la velocidad, pero llevaba implícita una serie de construcciones y vallas de seguridad que de facto implicaban separar el barrio de Astilleros de la barriada de la Paz, algo que no parecía deseable para las autoridades después de haber soterrado el tren precisamente para evitar que la ciudad se partiese en dos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación