CÁDIZ
Triunfar en el fútbol sala, luchando como uno más en la huelga del metal: «La situación es complicada»
Jesulito, uno de las estrellas del Cádiz Virgili, compagina el deporte con su trabajo en una subcontrata de Navantia, esperando un acuerdo ya: «Los primeros días nos dieron vacaciones pero ahora no estamos cobrando»
La patronal rechaza un convenio de tres años para el Metal en Cádiz y retira el salario de nuevo ingreso

La huelga del metal está afectando a más de 30.000 trabajadores en la provincia de Cádiz y por ende a una sociedad, la gaditana, que está siendo partícipe de estas jornadas de huelga y manifestaciones por lo que conllevan en cuanto a lo social, y también lo que supone en el día a día de las comunicaciones, sobre todo por carretera.
Trabajadores de todo tipo e índole, incluidos deportistas que encontraron en su momento una oportunidad vinculada al sector del metal, que precisamente vive ahora un gran estado de salud, amén del convenio pendiente de firmar, por la gran cantidad de trabajo que tienen las empresas.
Jesús Antonio Solano Otero, más conocido como Jesulito, es uno de esos grandes jugadores de fútbol sala que ha parido la ciudad de Cádiz, origen de enormes futbolistas de este deporte. Tras un periplo fuera de su tierra, la temporada pasada deparó que el gaditano regresara a la ciudad y formara parte del gran club de su vida, el Cádiz Virgili.
Con los eternos problemas de capacidad económica que tienen clubes como el gaditano, solo una oferta de trabajo podía solventar la posibilidad de que Jesulito jugara en el cuadro panadero. Empleo que logró en una empresa gaditana pero que duró poco por la quiebra de la misma.
Fue entonces cuando Jesulito y otro compañero encontraron trabajo en el sector del metal. «Estoy en una subcontrata de Navantia y la verdad que muy feliz porque nos han dado una oportunidad. Lo que nos pasó nada más llegar fue complicado, eso hizo que no me pudiera adaptar bien al equipo y que tuviera que buscar otro trabajo», explica.
El jugador de fútbol sala recuerda que «a los dos meses fue a la quiebra y nos han dejado dinero pendiente de cobrar. Fue entonces cuando Carlos (otro jugador del Virgili) y yo tuvímos la oportunidad de encontrar otro empleo. Lo importante es que encontramos un trabajo y metemos dinero en casa«.
Situación complicada cuando tuvo que buscar otro trabajo y también momento duro ahora con la huelga del metal. «La verdad que lo estamos pasando mal. Los primeros días nos han dejado coger vacaciones pero desde este martes si no trabajamos no cobramos, como es normal», reconoce Jesulito.
Las horas y días pasan y no se termina de llegar a un acuerdo entre patronal y sindicatos, situación que está haciendo mella en trabajadores y sus familias. «Lo que queremos es que esto se solucione, nos enteramos por las redes sociales mayormente de todo lo que se va produciendo con las negociaciones, pero lo fundamental es que se tiene que desbloquear ya todo esto», explica esperanzado a que se llegue a un acuerdo.

Un momento complicado que encuentra el respaldo de muchos vecinos de la ciudad. «Está siendo muy emocionante con mucha gente que nos apoya en la huelga. Verme hace nada jugando al fútbol sala y ahora esta huelga no deja de ser un proceso rápido». El futbolista añade que «ver como la gente se asoma a las ventanas y nos apoya es algo increíble».
Y a expensas de la huelga y la próxima temporada, el jugador del Virgili asevera que «ya me encuentro más adaptado con el equipo y el trabajo. No es sencillo salir de trabajar para entrenar pero al menos ya estoy más adaptado a todo ello, por eso creo que la temporada que viene va a ser mucho mejor que esta«. Y es que el jugador acaba renovar por una temporada con el club panadero, el equipo de su vida y con el que compagina su vida laboral y deportiva.