entrevista

«Cádiz tiene muchas cosas por hacer y yo trato de poner el acento en ellas»

Ignacio Moreno Bustamante, director de LA VOZ, presenta su libro 'Sin acritud', una recopilación de sus artículos semanales en el periódico

Ignacio Moreno Bustamante, autor de 'Sin acritud'. FRANCIS JIMÉNEZ
Esther Macías

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Más de cinco lustros en el terreno periodístico. Desde 2012, al frente de la dirección de este periódico, LA VOZ de Cádiz. Ignacio Moreno Bustamante hace una recopilación de los más de 600 artículos que ha ido publicando cada domingo. Sin faltar a esta cita. En esas columnas hay una intención viva: el compromiso con su ciudad, Cádiz. Con un punto de vista crítico, escribe sobre la realidad que le rodea utilizando como armas la ironía, el humor y la contundencia. Pero eso sí, siempre 'Sin acritud'.

La presentación del libro, en el que han colaborado la Diputación de Cádiz y Unicaja, será el próximo lunes 15 de abril a las 19.00 horas en el Palacio Provincial. La presidenta, Almudena Martínez del Junco, será la encargada de inaugurar el acto. Habrá también una bienvenida por parte de Francisco Javier Venzala, subdirector de banca comercial Andalucía Occidental de Unicaja, y posteriormente una charla coloquio entre el autor y la también articulista de LA VOZ, Yolanda Vallejo.

Para terminar, los directores de algunos de los principales medios gaditanos como Lourdes Acosta (SER), Javier Benítez (Canal Sur Cádiz), David Santos (Cope) y Miguel Velasco (Onda Cádiz), junto a Ignacio Moreno, podrán en valor la importancia del periodismo local a través de una mesa coloquio moderada por Yolanda Vallejo.

 

- Doce años escribiendo artículos semanales. Más de 600 publicados en LA VOZ de Cádiz y más de cien en ABC. Ya tocaba hacer una recopilación ¿no?

- La verdad es que sí. Hace tiempo que venía dándole vueltas y al final me he decidido. Mi idea sobre todo es tratar de ordenar cronológicamente lo que he ido escribiendo sobre mi ciudad, mi provincia, mi país. Y si eso le sirve a alguien para hacerse una idea sobre de dónde venimos y hacia dónde vamos, pues objetivo cumplido. Siempre, obviamente, desde un punto de vista subjetivo, el mío. Cuando escribo los artículos no pretendo convencer absolutamente a nadie de absolutamente nada. Simplemente invitarle a una reflexión sobre tal o cual tema. Y sobre todo, aportar al crecimiento, al desarrollo, a la mejora de Cádiz en todos los aspectos. Tenemos muchas cosas por hacer y yo trato de poner el acento en ellas. Si después de tantos artículos alguno ha servido para mejorar algo, aunque sólo sea uno, para mí es más que suficiente.

- Cádiz es el eje sobre el que giran la mayoría de sus artículos. ¿Qué son esas cosas que dice que nos quedan por hacer?

- Infinitas. No quisiera ponerme chovinista, porque es verdad que tenemos muchísimas cosas buenas, pero también muchísimas por mejorar. A mí me matan los tópicos que pesan sobre nosotros. Los graciosos, los vagos, los carnavaleros, los conflictivos laboralmente... y me matan porque muchos son ciertos y nos empeñamos en fomentarlos. Cuando piensan en nosotros desde fuera lo primero que se le viene a la cabeza es nuestro clima, nuestras playas, nuestras ganas de pasarlo bien, lo divertidos que somos. Y está muy bien. Pero somos mucho más. En Cádiz hay mucha excelencia en multitud de ámbitos. Tanta como en cualquier lugar de España. Somos líderes en comercio, tenemos una industria naval y aeroespacial potentísima, una historia y una cultura que ya quisiera cualquier país de Europa y del mundo, somos cuna de artistas de talla universal... Pero no es la imagen que exportamos. Y buena parte es por nuestra culpa. Nos empeñamos en ser pequeñitos cuando podríamos ser muy grandes. Yo soy muy crítico con nosotros mismos. Pamplinas como esa de las 'Tres C': «Carnaval, cofradías y Cádiz CF» nos hacen mucho daño. Están muy bien, pero no debería ser lo que nos defina. Tenemos que ser mucho más.

- Algunos de sus artículos han enfadado a mucha gente, colectivos. ¿Cambiaría algo de uno de los que haya publicado y haya generado incomodidad?

- Ni una coma. En primer lugar porque si escribes opinión y no enfadas a nadie es porque evidentemente no lo estás haciendo bien. Como decía, mi única intención es aportar un humilde grano de arena a la mejora de mi tierra. Como estoy seguro que la mayoría de los gaditanos hacen cada uno desde su parcela de responsabilidad. El que va cada día a trabajar al Hospital Puerta del Mar ayuda a la mejora de Cádiz. Como el que levanta la baraja de su frutería en El Puerto, el que da clases en un colegio de Algar, el que reparte paquetes en Chiclana o limpia las calles en Tarifa. No le digo nada del que sale a patrullar al mar para luchar contra los narcos o el que dirige una empresa con cientos de empleados. Cada uno en lo suyo aporta. Pero también hay muchos que restan. Y lo mío es escribir y denunciar lo que creo que está mal. Con honestidad y pensando exclusivamente en lo que creo que es mejor para Cádiz. Si alguien se molesta por ello qué le vamos a hacer.

- Pero eso sí, para opinar hay que tener una opinión consolidada, ¿no?

- Hombre, evidentemente hay que saber de qué estás hablando. Eso te lo da sobre todo la experiencia. Yo llevo 27 años ejerciendo mi profesión en esta provincia y aunque sea por viejo algo he aprendido. Pero sobre todo hay que hacerlo con honestidad, desde el convencimiento de tus propias ideas. En ese sentido yo nunca me he escondido. Tengo la inmensa fortuna de trabajar en un periódico que pertenece al grupo Vocento y ABC, cuyos principales valores coinciden casi plenamente con los míos. Soy completamente libre para escribir lo que me venga en gana. Yo he criticado mucho, muchísimo, a la extrema izquierda que ha dirigido el Ayuntamiento de Cádiz porque creo que de verdad han sido muy perjudiciales. También al PSOE. Y al PP, que curiosamente son los que más se enfadan porque entienden que editorialmente podemos ser más cercanos a ellos y no les encaja. Yo siempre les digo que efectivamente tienen la enorme suerte de ser más 'próximos' a nosotros, pero que precisamente por eso más duro les vamos a criticar cuando entendamos que debemos hacerlo.

- ¿Cuál es su línea roja a la hora de escribir, la que no atravesaría nunca?

- La de la vida personal. Jamás me he metido en los asuntos personales de nadie. Para eso está la prensa del corazón. Las críticas siempre han sido por la labor del profesional o del político de turno. A veces esa línea es delgada, pero hay que respetarla siempre.

- Dígame uno, sólo uno, con el que se quedaría de los más de cien que se recogen en estas 244 páginas.

- Ni idea. No hay ninguno que sea mi favorito. Cada uno responde a un momento, a unas circunstancias concretas. A la actualidad de esa semana. Hay muchos que han envejecido fatal y otros que están plenamente vigentes más de una década después.

- ¿Continuará? ¿Hasta cuándo?

- Hasta que el folio en blanco me diga que le deje en paz de una vez. Que a veces me lo dice.

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