Los trámites burocráticos tras la inesperada muerte de Pablo Grosso en el extranjero están retrasando la repatriación. En un comunicado la familia ha indicado que quiere esperar a entonces para los actos religiosos.
Igualmente, y desde el dolor y la confusión por este durísimo momento los familiares han expresado en un comunicado sentirse «tan desbordados como consolados por tantísimas oraciones y muestras de cariño de innumerables personas de todos los ámbitos. Muchísimas gracias. Para facilitar esas manifestaciones de reconocimiento a Pablo, y de apoyo a la familia, que agradecemos tanto y nos sostienen, estaremos el martes 12 en los jardines de La Cabaña, en el Puerto de Santa María. Quien lo desee puede acudir a darnos físicamente, de 12 de la mañana a 7 de la tarde, ese abrazo constante que ya hemos recibido estos días de todas las maneras posibles con el deseo y la amistad«.
Un adiós inesperado
El hostelero gaditano fallecía este pasado jueves 7 de marzo en Tailandia de viaje de placer con su hija adolescente y unos amigos. Allí perdía la vida a los 55 años. Pablo Grosso moría de un infarto fulminante cuando se estaba bañando en una playa.
Pablo Grosso estuvo siempre ligado al mundo de la gastronomía, la restauración y el emprendimiento, con numerosos negocios repartidos por la capital gaditana y otros puntos de la provincia como El Puerto.
Muy conocido tanto en la provincia como en España, su pérdida ha dejado una profunda huella y desde entonces las muestras de pesar no han dejado de sucederse.
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