elecciones generales 23j
Los trabajadores del metal revientan el mitin de Yolanda Díaz en Cádiz
política
Unos 50 empleados de la industria del metal hicieron acto de presencia en la plaza de la Catedral e increparon a la ministra de Trabajo
La candidata de Sumar saca músculo por la hoja de servicios del Gobierno y aboga por seguir ampliando derechos
Tenso acto de campaña el que ha protagonizado en Cádiz Yolanda Díaz, candidata de Sumar a la presidencia del Gobierno. Todo se desarrollaba con normalidad hasta que un grupo de trabajadores del metal, unos 50, accedió a la plaza de la Catedral cuando la ministra de Trabajo tenía la palabra y comenzaron a reivindicar su lucha con el cántico «Ni un paso atrás en la lucha del metal».
Díaz, que ha estado en otro acto de campaña en Sevilla por la mañana, apareció segundos antes de la hora prevista de comienzo, con máxima puntualidad. Tal y como pisó el escenario, empezaron a sonar con fuerza las campanas de la Catedral. Si lo hubieran preparado, no hubiese salido tan bien.
La candidata a presidenta del Gobierno ha dicho conocer muy bien Cádiz por sus similitudes con Ferrol y se puso como reto tras el 23 de julio seguir reduciendo el paro: «Soy de una ciudad muy parecida a la vuestra. Sé muy bien los problemas que hay de desempleo. Hemos hecho mucho pero las cifras no son tolerables. Vamos a ganar para reducir las cifras de desempleo».
Algunos veteranos sindicalistas comentaban minutos antes del acto que los trabajadores del metal iban a presentarse, extremo que posiblemente también conocía la vicepresidenta del Gobierno, porque en una de sus primeras intervenciones hizo una mención a los cuatro trabajadores despedidos de una empresa auxiliar de Navantia, con los que dijo haberse reunido antes del acto: «Pido su reincorporación».
«Queremos industrializar nuestro país. Comarcas como la vuestra tienen que tener futuro para que nuestros hijos lo tengan», dijo Díaz. «Sumar quiere que la SEPI se convierta en una agencia industrial moderna. No puede depender del Ministerio de Hacienda porque si lo hace está condenado», comentó en otro guiño.
Pese a ello, los empleados del metal siguieron lanzando proclamas en favor del trabajo industrial de la Bahía, que en algunas ocasiones eclipsaban las intervenciones de los candidatos de Sumar por la provincia que estaban en el escenario: Esther Gil de Reboleño, Raúl Ruiz-Berdejo y Leticia García.
Con el paso de los minutos, al estar el escenario situado justo delante de las escaleras de la Catedral, los trabajadores subieron las mismas para situarse detrás de los candidatos, donde eran aún más visibles, si es que no lo eran ya en uno de los costados.
La tensión iba en aumento pese a que los intervinientes pudieron realizar sus alegatos al público presente sin problema, aunque en ocasiones con dificultad para escuchar lo que decían porque se mezclaba con los cánticos reivindicativos.
Incluso la propia Yolanda Díaz pareció querer decir algo al micrófono antes de la foto final de familia, pero se contuvo las ganas y fue forzada por sus propios escoltas a abandonar el escenario lo antes posible. La ministra quiso aparentar normalidad, hasta accedió a hacerse un selfi, pero su seguridad y la Policía Nacional le apremiaron a que llegase al coche oficial cuanto antes para evitar males mayores.
Como si de una batalla de coplas del Carnaval se tratase, acabado el acto, los gritos de «presidenta, presidenta» de los simpatizantes de Sumar se enfrentaron a los de los empleados del metal, que coreaban «Astilleros no se cierra», «que viva la lucha de la clase obrera» y «somos obreros, no delincuentes».
Minutos más tarde, un portavoz de la comitiva del metal se personó frente a la zona habilitada para la prensa comentando que «la intención no era reventar el acto», sino dar a conocer una situación que es dramática para sus familias.
Una mujer lo interrumpió para decirle que «se habían equivocado de partido», dando a entender que estas reivindicaciones deberían hacerlas ante otras formaciones políticas. Y aseguró que esta protesta venía espoleada por otro partido de izquierdas, lo que ahondaría en el cainismo tradicional en esta parte del espectro político. «Vais a perder el apoyo de la gente», le dijo la simpatizante al operario.
Público llegado en autobuses y un «que te vote Txapote»
Al estar compuesta la lista de Sumar por candidatos de distintas localidades de la provincia, en la cita programada en la céntrica plaza gaditana había público llegado desde diferentes ciudades. Tras llenar un globo con las letras de la coalición de izquierdas, Felisa comentaba que había venido en un autobús «repleto» de gente de Jerez. De allí es el número dos de la lista provincial de Cádiz al Congreso, Raúl Ruiz-Berdejo, que ha sido elegido concejal bajo las siglas de La Confluencia, que aúna a Izquierda Unida y Ganemos Jerez.
Para que se reedite un Gobierno como el actual, se antoja imprescindible un buen resultado de Sumar el 23 de julio de cara a poder pactar con el PSOE, afirma Felisa: «Tengo esperanza de que así va a ser, pero como las encuestas van como van, quién sabe».
Cuando el acto ya había arrancado, en la fachada contraria a la Catedral, un hombre gritó hacia el escenario «que te vote Txapote», una proclama tan popular como polémica. Rápidamente, más de un simpatizante reprochó su actitud al varón, que no parecía dispuesto a calmarse.
Tanto es así que, al cabo de unos minutos, acabó enzarzándose con varias personas que había cerca de unas de las terrazas más concurridas de la Catedral. Tuvieron que intervenir algunos viandantes para que la cosa no empeorase, sin que la Policía Nacional, en el otro extremo de la plaza, tuviera que intervenir.
