Carnaval de Cádiz

El Sheriff impone su ley en San Antonio

El chirigotero alcanza la gloria con su pregón de Carnaval, que estuvo amenazado por la lluvia y el viento

Fotos: Las imágenes del pregón de El Sheriff

El Pregón Infantil del Carnaval de Cádiz se traslada al lunes a causa de la lluvia

Jesús Mejías

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«Cai, Cai.... tenía la presentación del pregón preparada de otra forma, pero anoche soñé con el Piyo y me dijo; Sheriff, Sheriff pichita mía, ¿por qué no empiezas el pregón por tu madre de tu alma diciendo Cai..... que es lo primero que te va a salir del corazón cuando te subas a San Antonio y lo veas toito empetao de gente que te quiere? Y llevabas razón Piyo, llevabas razón CAI, aquí está tú pregonero, tu sheriff».

El Sheriff impuso su ley en la plaza de San Antonio. El chirigotero alcanzó la gloria con su pregón de Carnaval, que estuvo amenazado por la lluvia y el viento, aunque finalmente se pudo celebrar sin problema alguno. Juan Manuel Braza vivió una de las noches más especiales de su vida, dando el pregón de su fiesta, la fiesta del Carnaval de Cádiz, en su ciudad, en la Tacita de plata. Un pregón marcado por el humor, por la aparición de personajes como el Yuyu y coplas, muchas coplas.

El chirigotero llegaba a la plaza de San Antonio «con un nudo en la garganta, que asusta, que no es de la ley de la horca. Si no por la deuda de honor que este jinete pálido con espíritu de conquistas, tiene en esta frontera indomable de tierras lejanas y raíces profundas«.

Los duelos de El Sheriff

Y como todo sheriff de la ciudad, se tuvo que batir en duelo. «En esta larga aventura, este sheriff chirigotero tuvo que librar grandes duelos con grandes pistoleros de leyenda. Pistoleros que dejaron huella y un legado infinito de coplas. Recuerdo allá por 1988, uno de mis primeros duelos que me volvieron majareta, porque me sentí como Bily el niño jugando con los comboys da pejeta» y se cantaba el estribillo de esta chirigota: «Somos somos los comboys, somos somos da pejeta, y me gustan me gustan me gustan, joé que me gustan, las niñas que tengan boin boin boin, iiin».

«Otro gran duelo que jamás podré olvidar, fue el que tuve en Cádiz City, con el gran capitán, donde ponía el ojo ponía la bala. Sin engaño, con sus babucha de paño. Un pistolero de gran destreza y experiencia, y con un nabo como la Torre de preferencia», un estribillo que decía «Si tú quieres ser chirigotero, y no eres como John Vasilón, yo que tú no lo haría forastero no, no, no, no, no, no, no, no, no«.

Forajidos

«Mi trabajo como sheriff en el salvaje Oeste chirigotero no es nada fácil. Siempre tengo alguien metió entré rejas, y no es Antonio Martín. Hay muchos delincuentes en esta Tierra sin ley, desde el condado de Loreto hasta el condado de la Viña. Yo siempre he intentado poner ley y orden en esta tierra carnavalera. Hay muchos cuatreros y ladrones de ganado que no traen nada bueno a este pueblo derrotistas, embaucadores, timadores y tramposos« y entraban los hermanos Dalton, y como se volvían a escapar, estribillo de la chirigota Caimán: »Si estás en peligro, no vaya a llamar al cero noventa y uno, llama a Caimán. Caimán, Caimán, Caimán te ayudará, ¡Lo juro!, uno para todos ¡y todo a veinte duros!«.

Entraba Antoñito Molina y cantaba la canción 'Por si mañana': «Soy vagabundo, porque voy buscando atardeceres por el mundo, amo lo que hago y hago todo lo que siento. Yo no miro a un lado, pues prefiero vivir mirando para dentro, el único secreto es hacer lo que siento, sin que nadie me diga lo que debo o no debo, sin tantas complicaciones, sin reglas ni opiniones, porque yo quiero hacer lo que me salga, me salga, me salga de las canciones, por si mañana me prohíben darte un beso, voy a correr hasta tu puerta y ganarle tiempo al tiempo».

También participó el Yuyu en el pregón de El Sheriff, e incluso Alejandro Sanz que lo hizo a través de un vídeo.

El Carnaval, una familia

El Carnaval, una forma de entender la vida. Una familia. «Familia. Cai por la madrugada cómo me huele a sal. Como tira esta tierra, como tira la sangre. Como duelen tus coplas a los ricos y a los pobres. Como con una risa mata el hambre, porque el carnaval para los que lo amamos es como una familia. Lazos entre padres, madres, abuelos, abuelas, hermanas y hermanos. La riqueza más grande del gaditano».

Se cantaba el pasodoble 'Entre copita y copita': «Y un señor que había a mi vera miraba fijamente las fotos de mi cartera. Se la enseñé, esta reina es mi mujer que me tiene enamorado. Estas dos son mis dos niñas una bendición del cielo lo mejor que Dios me ha dado. Mi mare…la del pelo negro ondulado es mi mare, ese que lleva entre sus brazos, ese soy yo y este gitano es mi pare».

«Cádiz, mi novia de to la vida»

«Caiii, que repliquen las campanas, que viene la niña que me ha robado el corazón. Llegó el momento del adiós, del adiós a un pregón que me ha hecho el hombre más feliz del mundo. No tengo palabras para agradecer tanto cariño recibido. Cádiz, mi novia de toda la vida, la del chirigotero valiente. No sé lo que sin ti haría, bendito sea el día que te cruzaste en mi vida. Soy el sheriff afortunado, por tenerte aquí a mi lado, y no sé cómo pagarte todo lo que tu más dado. Un chirigotero que te quiere y nunca dejara de amarte, un chirigotero que contigo hoy aquí quiere casarse. Cádiz, ábreme ya las puertas las puertecitas por compasión, las puertecitas de tu corazón».

El Sheriff se despidió, y lo hizo como se presentó, emocionado, y lo hizo cantando, cantando el pasodoble 'Loquito por verte a mi vera': «Y me enamorao, me enamorao, yo me enamorao de una gitanilla bendición del cielo, que fue novia de un poeta marinero. La viva imagen de su madre Rosarillo y el pelo negro de su padre el Nazareno. Celos yo tengo celos que me envenenan cuando gritan a los vientos que eres la novia del mar, tengo una novia señores que tan solo con mirarla va robando corazones».

«Adiós Cádiz, nos vemos por la calle cantando. Disfruten de esta fiesta. Comienza el carnaval, que la vida os sonría y que el dios momo os bendiga a todos. Que mi virgencita del rosario y de la oliva os ampare cada día y que os proteja mi gitano de Santa María». El Sheriff se marchó, mandó besos al cielo y sentenció: «Viva Cádiz y viva su carnaval».

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