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De míticos puntos de encuentro a negocios propios del nuevo siglo

Locales célebres durante los últimos 40 años como Los Dedócratas, la cafetería Miami o La Calle del Libre Albedrío pasan a convertirse en hoteles, clínicas dentales o apartamentos

La finca de la calle Rosario, 7 con la célebre baraja verde que servía de acceso a Los Dedócratas. nacho frade

La Voz

Cádiz

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La evolución de los hábitos de consumo, el florecimiento de distintos modelos de negocio y la concentración de los establecimientos hosteleros en zonas de gran afluencia turística propician cambios que, vistos con perspectiva histórica, pueden resultar sorprendentes para los ciudadanos de mayor edad.

Uno de ellos es la desaparición de locales que en su día fueron referentes para varias generaciones, puntos de concentración que traen recuerdos a miles de vecinos. Esos que ahora ven cómo se transforman para siempre en nuevos comercios ajenos a la actividad que les hizo históricos.

Entre ellos están tres tan destacados como la Peña de Los Dedócratas, la Cafetería Miami y el restaurante La Calle del Libre Albedrío, en tres puntos distintos del pequeño término municipal gaditano pero con el vínculo común de haber sido un punto de encuentro que ahora pasará a ser una pieza más de la memoria colectiva.

Uno de los más casos más sorprendentes es el del Miami. Esta cafetería fue fundada hace, nada menos, 58 años en la avenida de Andalucía, a poco más de cien metros de las Puertas de Tierra. Corría el año 1959 cuando abrió sus puertas por primera vez.

Durante los años 70, 80 y 90 fue un lugar muy popular, cuando era muy común hacer vida de cafetería y pasar las tardes en este tipo de establecimientos (era algo menos frecuente, por entonces, el desayuno fuera de casa). La clientela era heterogénea, desde estudiantes muy jóvenes del cercano instituto Columela, hasta funcionarios y sindicalistas (esta ubicada frente al edificio Sindicatos) en una etapa de gran convulsión política.

En la década de los 90 evolucionó a restaurante regentado por los hermanos Castro. Finalmente fue uno de ellos, Agustín, el que lo transformó con una estética muy atractiva y una cocina renovada. Tras un pequeño susto, en forma de incendio, en el año 2008, la Cafetería Miami cerraba sus puertas en los primeros días del año 2017. Un cartel en la puerta anunciaba entonces su cierre con las siguientes palabras: «Ha sido un honor serviros durante todos estos años. La dirección cierra sus puertas definitivamente. Gracias por vuestra fidelidad».

Ahora, tras seis años de clausura, la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz confirma por escrito que están muy avanzados los trabajos –con un plazo de cuatro meses– para su reconversión en una clínica dental ligada al grupo sanitario Asisa. De esta forma tan prosaica e higiénica, aquellos 58 años de trayectoria hostelera pasan a la historia.

La peña que se hace hotel

Aún más conocido y protagonista en la vida diurna y nocturna de la capital gaditana fue la Peña Los Dedócratas. Su sede en el número 7 de la calle Rosario fue local esencial en la historia reciente del Carnaval de Cádiz, también en la actividad política y, sobre todo, un polo de atracción de miles de personas en los primeros años del 'botellón', la 'movida' tardía de los años 90 que llegaba a colapsar cada noche de viernes y sábado los alrededores de su puerta con miles y miles de clientes.

Entre sus paredes nació el coro homónimo, y varios posteriores, que recuperaron una modalidad en peligro por entonces (finales de los años 70) gracias al impulso y la afición de jóvenes músicos, autores e intérpretes. Su historia comenzó el 3 de abril de 1981, cuando la entidad, que lleva el mismo nombre del coro que escribieron Miguel Villanueva y Fernando Galván, emprendió su andadura. Esta entidad fue también la creadora de la célebre Pestiñá, la cita gastronómica previa al inicio del Concurso Oficial del Falla que suele celebrarse antes de que medie enero.

Tanto fue su impacto que el exalcalde socialista Carlos Díaz, regidor durante su apertura, presidió el 25 aniversario de su creación el 3 de abril de 2006. Volvió a contar la cinta en presencia del primer presidente de la entidad, Marcos Zilbermann, y de la alcaldesa de esta última fecha, Teófila Martínez. Tal era el peso de la entidad en la sociedad gaditana de los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI

Esa noche de cumpleaños, la banda Los Polillas interpretaba el estribillo «aquí no pasa ná, esto es un cachondeo» del coro 'Los dedócratas', himno oficioso de una peña que formó el eje del ocio nocturno gaditano durante más de 20 años.

El cambio de hábitos sociales (con la aparición de internet y el auge del ocio doméstico) empezó a dejarle sin aquella multitudinaria clientela. Al descenso de parroquianos se unió, a finales de la pasada década, el deterioro del edificio que recomendó su cierre en 2018.

La historia carnavalesca y hostelera, de movida nocturna, tangos y encuentros terminaba ahí. Una empresa ha iniciado las obras para transformar la finca en un hotel de una estrella, dotado con 18 habitaciones, proyecto técnico de Antonio González Ballester, que ocupará todas las plantas de la finca, casi mil metros cuadrados en total.

Al tener el grado 3 de protección en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la nueva empresa está obligada a respetar íntegramente la fachada. El hotel tendrá sus zonas comunes justo en el espacio que ocupaban barra y salones de la vieja peña. En la azotea contará con un solarium y el lugar en el que estaba el escenario (de míticos ensayos generales) pasará a ser un patio acristalado.

De restaurante a pisos turísticos

El tercer establecimiento popular que cambia de uso tiene mucha menos historia. Se trata del local comercial en la planta baja del edificio que hace esquina entre la calle Brasil y el Paseo Marítimo de la capital gaditana.

Su largo proceso de construcción es recordado por un pavoroso incendio datado el 16 de junio de 2011. Hasta 66 personas fueron atendidas y más de un centenar desalojadas.

Las imágenes del fuego y el humo, en el incendio más grave sufrido en la ciudad de Cádiz en lo que va de siglo, dieron la vuelta a España durante varias jornadas. Finalmente, quedó inaugurado en 2012 como uno de los restaurantes más impactantes y vanguardistas, propiedad del Grupo Pascual.

Con dos alturas, completamente abierto a la calle, en una ubicación privilegiada frente a la Playa Victoria, mejoró la oferta hostelera de la zona, tanto en lo gastronómico como en las sobremesas y las noches.

Durante ocho años fue escenario de numerosos eventos hasta que cerró sus puertas en 2020, apenas dos meses antes del inicio de la pandemia por Covid-19, declarada oficialmente en España el 14 de marzo de aquel año.

Una empresa con varios complejos de apartamentos turísticos en la provincia, especialmente en Chiclana, se ha hecho con el local y anuncia nueve estancias (de entre dos y seis personas) para el próximo verano en ese espacio. Como en el caso de la calle Rosario, una parte del nuevo inmueble será ocupado por zonas comunes como cafetería, lavandería o gimnasio.

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