Manuel Carrasco regala sueños a sus fans bajo la luna de Cádiz

Cuando desde el día anterior a un concierto ves que hay gente esperando cola para escoger el mejor sitio donde ver a un cantante, puedes no tener ni idea de música que ya intuyes que alguien importante va a estar. Esto es lo que ha sucedido con el concierto de Manuel Carrasco en el Muelle de Cádiz, un espectáculo que no podía faltar en su gira. Los fans no solo se concentraron dentro de las instalaciones del muelle. También en los exteriores  podía verse como la gente se agolpaba en la Avenida del Puerto para escuchar y buscar cualquier fisura que les permitiera oír o ver algo del concierto.

Antes de comenzar, Manuel Carrasco lanzó una flecha ardiendo para iluminar el cielo de la ciudad y llenar de entusiasmo cada uno de los corazones de sus fans. Tras un comienzo rompedor y cantar canciones como 'Tambores de guerra', 'Hay que vivir el momento' o 'Me dijeron de pequeño', el onubense saludó al público y mostró su alegría de estar en Cádiz. Además, aprovechó para explicar que había estado bastante malo. Preguntó si sus seguidores «creéis en los milagros o ángeles de la guarda», a lo que afirmó tener «el milagro de estar en Cádiz». Este milagro se logró gracias a la ayuda del 061 según contó el artista desde el escenario. No solo con Manuel Carrasco hubo un gran trabajo, también con las personas que debido al calor y la gran concentración de personas se marearon y fueron atendidos por Sanitarios y Protección Civil y de una manera excelente.

La buena sintonía que tiene el cantante onubense con Cádiz es de sobra conocida, pero en la noche del viernes quiso volver a demostrarlo con el pasodoble 'Me han dicho que amarillo', himno oficioso del Cádiz C.F., como prolegómeno de su actuación. Su gira 'Corazón y Flecha 2023' le ha llevado hasta Cádiz, cuna de una de las mayores pasiones de Manuel Carrasco que tampoco faltó. El Carnaval. Una festividad que ha llevado a todos los rincones del planeta, ya que es raro el concierto en el que no entona una coplilla. En esta ocasión el privilegio le ha llegado al final del popurrí de 'Los Sumisos' o a la presentación del 'Perro Andalú' de Antonio Martínez Ares. Sus guiños a Cádiz no se quedaban ahí, también se atrevió a cantar 'Cai', de Niña Pastori.

Hubo tiempo para sorpresas. La más feliz se la llevaron tres niñas pequeñas a las que Manuel Carrasco subió al escenario y le mostraron una pancarta en la que se leía: «Los Reyes Magos me regalaron la entrada». Un mensaje simple pero que encierra un significado: como la ilusión de los niños por los Reyes Magos se asemeja al deseo de querer ver a tu cantante favorito. Otra sorpresa fue la aparición de Miguel Hernández en el escenario, con quien el artista cantó 'Uno x Uno'.

La sintonía del cantante con el público era magnífica y como era de esperar los tenía en la palma de su mano. El onubense incluso se atrevió a entonar con los asistentes el «esto es Cádiz, aquí hay que mamar». A Manuel Carrasco el concierto se le hacía muy corto, por lo que animó a sus fans a irse del Muelle con «una resaca que nos duela el cuerpo de tanto movernos». Los presentes tuvieron su momento de fama cuando en un breve descanso el cantante se fue del escenario y en las pantallas comenzaron a proyectar una kiss cam.

El final del concierto llegó como no podía ser de otra forma con 'Hasta por la mañana' alentando a la gente a que aguantara el último empujón y disfrutara del concierto hasta el último momento, puesto que faltaba mucho por llegar. Finalmente y entre coplas, Manuel Carrasco se marchó, pero afirmando que espera «volver a Cádiz dentro de poco».