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La mañana en la que un vehículo cayó al agua cuando cruzaba el puente Carranza de Cádiz

Lo ocurrido en Baltimore saca a la palestra un suceso que tuvo lugar en la capital gaditana allá por 2017

¿Qué hacer si te hundes con tu coche en el mar? Aquí tienes los consejos de la DGT

Momento en el que el coche grúa caía al agua por el puente Carranza LA VOZ

J.M.V.

CÁDIZ

Pocas personas no habrán visto ya a estas alturas del día el accidente que se ha producido en Baltimore (EEUU), donde un barco portacontenedores ha chocado con un puente, lo ha derribado y ha provocado que varios vehículos cayeran al mar. El carguero ha colisionado con un pilar del puente Francis Scott Key y la estructura ha colapsado. Los equipos de rescate no han tardado en acudido al lugar y se busca a varios desaparecidos.

Son casos muy aislados, pero le puede pasar a cualquiera. De hecho, allá por el mes de julio del año 2017, un camión grúa cayó al mar desde el puente Carranza de Cádiz, hoy cortado por obras, tras verse implicado en un accidente con un turismo.

El conductor logró salvar su vida al salir de su vehículo una vez que este se precipitó contra el agua. Un agente de la Guardia Civil fuera de servicio vio el accidente de tráfico y cogió una zodiac del Centro Náutico Elcano, muy cercano al puente Carranza, para proceder a su rescate. El hombre resultó ileso y todo quedó en un tremendo susto.

En el turismo viajaban dos personas que resultaron heridas y que acabaron siendo trasladadas al hospital. Como es de imaginar, la circulación se vio seriamente afectada.

Detalles del suceso ocurrido en 2017

El accidente se produjo el 14 de julio poco antes del mediodía cuando, según las imágenes difundidas por la DGT, la grúa, que subía el puente desde Cádiz en dirección a Puerto Real, colisionaba brutalmente contra un turismo y después atravesaba la valla protectora de la infraestructura y caía al agua.

Al observar el accidente, el guardia civil fuera de servicio, llamado Miguel Ángel Comesaña, acudía al Centro Náutico Elcano para solicitar la ayuda de una embarcación.

Dos trabajadores de ese centro, José Luis Pérez y Andrés Díaz, se embarcaron junto al agente en una lancha tipo zodiac de cinco metros y se dirigían hacia el puente, donde las personas que estaban arriba les indicaban con gestos que el conductor de la grúa se encontraba agarrado a uno de los pilares del puente.

«Había podido salir de la grúa y estaba aguantando junto a la quinta columna del puente», detallaba José Luis Pérez, quien relataba que, cuando se acercaron a él, tenía las manos ensangrentadas de asirse al pincharse con las aristas de la piedra y los crustáceos del pilar.

«Lo subimos a la lancha y estaba muy tranquilo, nos dijo que había chocado con un coche, se le había bloqueado la dirección y no había podido evitar caer al mar«, añadía el trabajador municipal.

El hombre les explicó también que había podido salir con relativa facilidad porque el agua en esa parte tenía escasa profundidad y la grúa había tocado el fango.

«Había perdido los zapatos, y se estaba quitando los pantalones para flotar mejor, pero no parecía estar cansado, era joven y muy fuerte, pero como tenía las manos llenas de rasguños no sé cuánto podría haber aguantado en esa situación», explicaba Pérez.

«También nos dijo que iba a ser padre en noviembre, así que nosotros le dimos ánimos porque había nacido de nuevo», añadía.

La lancha regresó al centro náutico, donde una ambulancia trasladó al hombre al hospital Puerta del Mar para que le revisaran sus heridas.

Encima del puente, los bomberos tuvieron que intervenir para sacar del amasijo de hierros a la mujer que ocupaba el turismo contra el que chocó la grúa. Según la Guardia Civil, fue trasladada al hospital con pronóstico grave. También fue atendida otra mujer, con heridas leves, la conductora de un coche que recibió el impacto indirecto de la colisión entre el otro turismo y la grúa.

¿Cómo salir de un coche que se hunde en el mar?

Estos son los pasos que deberás seguir ante esta situación accidental que recomienda la Dirección General de Tráfico.

-Al caer al agua si es posible habrá que agarrar fuertemente el volante en posición de 9,15 como si fuera un reloj con el fin de disminuir lo máximo posible el impacto del airbag en nuestro cuerpo.

-Una vez en el agua deberemos de quitarnos nuestro propio cinturón de seguridad primero y después quitárselo al resto de los ocupantes que hubiera en el vehículo.

-Deberemos de esperar pacientemente a que el vehículo se llene de agua casi por completo de agua aprovechando las burbujas de aire que queden en su interior para después ya sí abrir las puertas del coche y poder salir nadando.

-Quitarse los zapatos y ropa de abrigo que puedan impedirnos nadar con soltura, inspirar aire y nadar a la superficie siguiendo siempre las burbujas de aire para no perder la orientación.

Una aclaración importante es este último punto en el que los nervios y pérdida de control puede llevar a muchos a que la primera reacción sea la de intentar abrir las puertas del coche cuando comienza el agua a entrar, con el pánico de estar hundiéndose y ahogarse, pero tal y como indica la misma DGT, no es lo correcto.

El motivo no es otro que este: no podrás abrir las puertas hasta que se igualen las presiones. El agua comenzará a entrar en el habitáculo y lo más probable es que esté fría, pero para llenar por completo el espacio interior del vehículo tendrá que desalojar el mismo volumen de aire, por lo que este proceso puede llevar un rato.

Al equipararse las presiones interiores y exteriores el esfuerzo que habrá que realizar será mucho menor, por lo que será más sencillo abrirlas y escapar.

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