Que Cádiz se convierta en escenario de cine es algo que se ha promovido y explotado muy especialmente en los últimos años aunque el afecto que las cámaras tienen por esta ciudad viene ya desde hace tiempo.
Sin duda una de las películas que ha marcado la historia cinematográfica de Cádiz es la de Muere otro día, de la mítica saga de James Bond un cinta rodada en una Tacita de Plata que simulaba ser la Habana y que ha dejado imágenes imborrables como la de Halle Berry dándose un baño en la playa de La Caleta y homenajeando a Ursula Andress en 007 contra el Dr. No o la estampa de Pierce Brosnan alojado en el Balneario de la Palma. Más de Cádiz, imposible.
De esa famosa escena de Halle Berry se recuerda que el viento quiso tener su protagonismo y dificultó algunas tomas e hizo que la actriz se abrigara con albornoz y toallas para no coger un resfriado. Pero además, algunos fragmentos de una granada de humo salieron disparados al explotar y unos cuantos se le clavaron en los ojos y tuvieron que hacerle una operación de urgencia para extraerlos.
La película número 20 de James Bond colocaba a Cádiz en lo más alto a la Tacita de Plata desde su estreno en noviembre de 2002 en el Royal Albert Hall de Londres y con la asistencia de la reina Isabel II. Cádiz, la Habana, acogía a los protagonistas de esta película con algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad convertidos en plató de cine.
El Campo del Sur es el Malecón de la Habana hasta el mismo Castillo de Santa Catalina. Ahí se localizan las aventuras de este James Bond en Cádiz. La playa de La Caleta figura como un lugar paradisiaco con el Balneario de la Palma convertido en el hotel Gran Palacio donde se aloja el Agente 007 y allí en ese mismo espacio destaca también el Castillo de San Sebastián que se convierte en la clínica Álvarez, donde realizan los distintos tipos de experimentos genéticos al malo de la película.
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