con 'c' de cádiz

Joaquín Cortés: «Lo que más valoro en un cargador es que sea buena gente y respetuoso»

joaquín cortés molina. capataz de la semana santa de cádiz

Llegó a doble paso y se quedó para enriquecimiento de una Semana Santa que tiene en su estilo propio un argumento más para embellecerla

Joaquín Cortés posa para LA VOZ en la Plaza de España poco antes de ensayar con su cuadrilla. antonio vázquez
Alfonso Carbonell

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De apellidos flamencos aunque no lo sea, Joaquín Cortés Molina (Cádiz, 1982) supuso un soplo de aire fresco para la Semana Santa gaditana gracias a un estilo propio de andar que aún sigue dando mucho que hablar en una ciudad que se prepara para disfrutar de una de sus fiestas más pasionales. Llegó el Despojado y con él el tan discutido doble paso que este capataz gaditano se sacó del martillo para hacer más liviano el recorrido más largo de la Semana Santa de Cádiz.

Imponente, señorial y con ciertos aires trianeros, nadie puede negar que ver avanzar al Señor de Salesianos a las órdenes de este cofrade es un auténtico espectáculo para los sentidos. Y con la misma seriedad, brillantez y laboriosidad con el que hace avanzar a sus pasos, compartir un ratito con Joaquín Cortés Molina para hablar de lo divino y de lo humano, sobre todo de lo divino, es una magnífica oportunidad para profundizar en la personalidad de un hombre de fe, de familia, de trabajo y de Cádiz, muy de Cádiz. Tan de Cádiz que se llevó un Uno con Guadalupe de Luis Rivero en el Falla y tanto que de no ser por su rodilla Dios sabe si no habría hecho sus pinitos en el fútbol como sí hicieron sus dos hermanos.

Afortunadamente para la carga de esta ciudad, en los dos sentidos, Joaquín se arrimó a la Semana Santa, un mundo en el que se ha ganado con derecho propio un nombre único como capataz de esta celebración sacra. Este gaditano de la generación del Naranjito y padre de dos gemelas que le tienen loquito disfrutó de una infancia de las de antes, es decir, de esas de 'Cuéntame', esa en la que tenía que subir a casa a la voz, no del capataz, sino de su madre asomada en la ventana. La esencia de Joaquín queda impregnada en una conversación salpicada por su forma de entender la Semana Santa, que no es otra que la de hacer piña dentro de un paso para que el día de la Verdad todo vaya como tiene que ir mientras se disfruta como solo lo puedan disfrutar los hermanos. ¿El secreto? Pues la sencillez y la educación de la que 'Joaqui' hace gala.

-Buenos pasos me porta, pero también apellidos. De Cádi, Cádi.

-Y flamencos, aunque ninguno lo seamos jaja. Pero bueno.

-Y tampoco un mal año para nacer.

-Del 82, de los del Naranjito. Del 15 de mayo.

-La niña bonita. ¿Y por dónde situamos su infancia?

-Siempre he estudiado en Salesianos y mi barrio ha sido Santo Tomás. Nací en el Mora, pero desde siempre he vivido en Santo Tomas; mis padres siguen viviendo allí y yo sigo viviendo por la zona también.

-Así que beduino, beduino. ¿Y cómo recuerda esa infancia por esos lares?

-Pues, tío, de mi infancia yo tengo muy buenos recuerdos, muy buenos. Imagina, la quinta nuestra era la de estar 'to' el día en la calle jugando y, la verdad, es que teníamos una pandillita muy buena. Parábamos al lado de la iglesia de Santo Tomás y allí que nos juntábamos 'tos', los mayores con los chicos. Tú sabe, como eran las cosas antes.

-Y tanto, y tanto. Esa madre asomada a la ventana para ordenar ir a comer, a dormir o lo que fuera que estuviéramos faltando ya por las horas y la oscuridad.

-Tal cual. Hoy en día eso es impensable. De bajar mi padre y escuchar a mis amigos 'ahí viene tu padre por la esquina'. Y del tirón 'Iiiiiiiiiimmmmm'. 'To er' mundo a 'corré' pa casa. Jajajaja.

-Jajajajaja Como si lo estuviera viendo. Buenos tiempos. ¿Qué aficiones tenía de pequeño?

-Mi casa siempre ha sido de fútbol; de hecho, a mí siempre me ha gustado el fútbol; verlo y jugarlo hasta que pude. Jeje.

-Bueno, claro. Hermanos futbolistas.

-Exacto.

-¿Cuántos son?

-Somos tres, los tres varones. Yo soy el mediano, Álex es el pequeño y Fofi, que es el mayor.

-Sigamos con su infancia antes de repasar la trayectoria de sus hermanos, que me interesa también. ¿Por qué lo dejo?

-Porque me gustaba desde siempre y era lo que veía en casa y a lo que jugábamos en la calle. Nunca he jugado porque me quedé en infantiles; me lesioné los ligamentos. Hasta ahí llegó mi carrera. Jaja.

-Jajaja. ¿Qué me dice? ¿Tan chico? ¿Qué hizo?

-Tan chico. Yo jugaba de portero y salí peor que Ledesma el otro día (ante el Rayo) y caí rodilla con rodilla. No me llegaron a operar porque todavía estaba en edad de crecimiento y me dijeron que no era necesario. Eso sí, estuve con una escayola un tiempo curioso y luego su rehabilitación y sus cosas (rodilleras, muletas...).

-¿Dónde se lo hizo? ¿En la pista del colegio, en la mítica liga En marcha?

-No, no, no. En el Complejo.

-¡Ah, que llegó a jugar a fútbol-11! ¿En qué equipo?

-Sí, sí. En el Panamá.

-Un mítico. ¿Dónde tenía la sede el Panamá?

-El Panamá estaba en La Viña, en la calle Cristo de la Misericordia si no recuerdo mal. Me acuerdo que el entrenador era Eduardo, que tenía el almacén allí; el padre de Iván Cortés, el que canta. ¡Entrenábamos hasta en La Caleta, fíjate tú! Jejeje Pero ahí terminó mi etapa; duró 'mu' poco. Jajaja.

-Jajajajaja. Una lástima para el Cádiz CF, pero todo una suerte para las otras dos C de Cádiz, ¿no?

-Claro, claro. Porque ya cuando tuve unos 16 años tiré un poquito ya por el Carnaval.

-No me digas más, comparsista seguro.

-Comparsista, comparsista, pero también toqué chirigotas, eh. Poca cosa, pero la toqué.

-Antes de adentrarnos en su carrera carnavalera, dejamos finiquitada la futbolísticas y aparcada la de sus hermanos. A Álex lo recuerdo en el Cádiz B, pero Fofi se me escapa.

-Pues mira, mi hermano Fofi estuvo en las categorías inferiores del Cádiz; creo que estuvo hasta los cadetes, que se fue al Panamá antes de pasarse al fútbol sala y jugar en el Virgili.

-Uhhh, ¿en el gran Virgili de los Ramoncito, Abdel y compañía?

-Recuerdo que jugaba en División de Plata con Kako, Óscar el negro y toda esta gente. Él era portero y poco después también estuvo en el Granada 74.

-Otro clásico equipo andaluz de la época.

-Pues allí que estuvo. Más mayor ya se pasó al fútbol playa, con esta gente de Aluminios Sotelo. Ahora le ha dado por los triatlones.

-Y Álex, ¿qué carrera tuvo en el fútbol? Lo perdí en el Cádiz B aunque sé que estuvo por más equipos. Mediocentro era, ¿no?

-Sí. Llegó al Cádiz B y después estuvo por el Conil, Chiclana, Ronda; se fue una vez a jugar a un equipo de Soria.

-Recuerdo que era de la quinta de Rai, Fran Cortés...

-Claro.

-¿Familia?

-No, no. No tienen nada que ver salvo que son de la misma quinta. Mi hermano, tú sabes, estuvo dando volteretas jugando en equipitos más o menos buenos de sus categorías. Recuerdo que fuimos una vez a verlo a este equipo de Soria y a los dos o tres días de ir la familia se vino. Le dijimos: 'Picha, lo hubieras dicho antes y nos ahorramos el viajecito'. No veas el frío que pasamos allí viéndolo. jajajaja

-Jajajajajaja

-La verdad es que ha tenido una carrerita con la que ha disfrutado de lo que le gustaba, ha trabajado y ha realizado experiencias. Está bien.

-Y la verdad que en unos tiempos antes de la crisis en los que en esas categorías no se pagaba mal del todo. Para irse a Soria algo tendría que haber. Jeje.

-Sí, sí. No le fue mal. En Soria, por ejemplo, además de jugar al fútbol estuvo trabajando en una fábrica de puertas que tenían los dueños del club. Y entre eso y el fútbol se sacaba un dinerito extra.

-Retomamos con su vida, que la habíamos dejado con escayola, diciendo adiós al fútbol y metido en el Carnaval. ¿Cómo le fue en la primera fiesta de la ciudad? ¿Cómo llegó a él?

-Me pasó lo mismo que con el fútbol, que siempre me gustó. Sobre todo porque mi padre siempre salía en Carnaval, igual que mi tío Manolo.

-¿En qué grupos salieron?

-Estuvieron muchos años. Por ejemplo, mi padre salió con Julio Pardo en el coro 'El Guateque'; después estuvo en la chirigota de Luis Frade 'Al Pirulí de la Habana'; él siempre estuvo saliendo en chirigotitas por ahí. Por último, también estuvo en el coro callejero de Luis Frade. Así que siempre nos gustó a todos, pero al Carnaval llego también porque tenía a gente en mi barrio que salía en agrupaciones y demás y, bueno, di con una comparsa juvenil que sacaba Quique Remolino -'Los payasos de la tele'-. Y ganamos el primer premio.

-Olé. ¿Qué año fue eso?

-Año 99. Al año siguiente estuvimos un año más en juveniles con el mismo grupo y ya en el 2001 salí con Luis Rivero en adultos con 'La galeona'.

-Andá, es verdad, aquel grupito de 'Guadalupe' y demás. Mucho postureo, eh. Jajaja. Pero las cosas como son: entraron de lleno en la modalidad. Gustaron. ¿Cómo fueron esos años?

-Yo salí en 'La galeona', en 'El arco de la rosa', 'Guadalupe'.

-[Le corto} ¡Primer premio!

-Primer premio que fue, sí. Después sacamos 'Gaditanos'.

-Claro, claro. Es que ahora que lo dice le recuerdo. Que eran 'tos unos posturas' Jaja.

-'Aro joe', de guapitos. Jajaja.

-Jajajajajajaja

-Estuve hasta el año de 'La catedral del mar', que ahí dejé de salir; a los dos años estuve de jurado de adultos porque me llamó Paco Moya. Y desde ahí a ahora, ya nada.

-¿Pero sigue siendo aficionado?

-Sí, sí. Me encanta. Lo que es el concurso me gusta seguirlo y estar al día, pero ya salir y eso poco porque me dediqué a las cofradías, me casé, el trabajo, las dos niñas que tengo. Mucha tela todo a la vez jeje.

-¿Lo llegó a compaginar alguna vez?

-Los primeros años del 'Despojao', pero no salía todavía a la calle; fueron los dos primeros años antes de la fundación, que fue en el 2007 y sale por primera vez en 2009. Y mi último año en Carnaval fue en 2008.

-¿Y cómo le llega el veneno de las cofradías? Imagino que como el del Carnaval y el fútbol, ¿no?

-Igual. Mi padre y mis tíos cargaban.

-¿Dónde lo hacían?

-Mi padre cargaba en El Caído. Siempre ha cargado El Caído, donde cumplió los 25 años dentro de la cofradía. Y mi tío en Vera Cruz.

-¿Antes de llegar al mundo de la carga fue penitente?

-Sí, salí por primera vez con seis años y en la Vera Cruz.

-¿Y eso? ¿Por qué Vera Cruz?

-Porque mi tío era de Vera Cruz, donde además ya iba de segundo capataz con Pedro Jiménez Mena. Él nos hizo de la Vera Cruz a los tres hermanos. Vera Cruz es, digamos, mi cofradía de cuna. Ya después llegó El Despojado, y es verdad que es la cofradía en la que he estado desde la fundación y desde un primer momento.

-¿Cuánto tiempo estuvo de penitente?

-Pfff... Yo en Vera Cruz estoy saliendo de penitente por lo menos, por lo menos..., hasta el 98 o por ahí.

-Que ya tenía la edad para cargar.

-Eso es. En el 99 me metí en Patrocinio.

-¿Con la Albiceleste; ya estaba?

-Jeje. No, no, aún no era la Albiceleste. En esos tiempos la llevaba Manolo Ruiz Gené, que era el capataz.

-Sí que ha cambiado el martillo, sí. Jaja. ¿Y dónde siguió al año siguiente?

-Pues al año siguiente, ya que había cargado la Virgen del Prendimiento, le dije a mi tío que me metiera a cargar en la Soledad de Vera Cruz, donde estuve desde el año 2000 hasta el 2017. Estuve cargando y en 2007 la coge mi tío como capataz porque Jiménez Mena se retira; y es entonces cuando él me saca de dentro para ponerme como ayudante suyo.

-Entonces, su debut con un martillo en la Semana Santa de Cádiz aunque fuera de segundo fue en 2007.

-Exacto, en 2007 en la Soledad, pero anteriormente yo ya había salido en Maria Auxiliadora de capataz.

-¿Cómo llevó ese cambio de estar dentro a estar fuera dando órdenes? Aunque bueno, dentro sigue estando y luego nos meteremos en ello por mucho que a algunos no le guste eso. Jaja

-Sí, ahora tiro por otros sitios para seguir metiéndome debajo de los pasos. Jejeje.

-Sí, sí. Después nos meteremos en ello. Jajaja. Volviendo a su trayectoria, entiendo que su maestro ha sido su tío Manolo. ¿Qué estilo podría decirse que era el suyo?

-Mi tío ha sido mi maestro y de él he aprendido todo lo que sé; él viene de la vieja escuela. Mi tío, sobre todo, lo que hacía era mucho grupo; tiene mucha carisma precisamente por ello. Como no puede ser de otro modo, él fue continuista de Pedro Jiménez Mena, que estuvo 30 y tantos años de capataz en la Soledad.

-¿Pesa tanto como parece esa Virgen?

-Pesa mucho, sí. He cargado muchos pasos, y la Soledad ha sido el paso que más me ha pesado.

-Y si a eso le sumamos que no tiene un andar muy divertido...

-Bueno, tú sabes, un andar correspondiente a lo que es una hermandad de negro. Es sacrificado porque es un paso duro, duro, duro. Pero, bueno, a pesar de lo duro que es tiene su encanto.

-Ha cargado cantidad de pasos. Con el obligado y lógico respeto hacia todos y cada uno de ellos, ¿qué recuerdos les salta de primeras cuando recuerda sus tiempos como cargador gaditano?

-Es verdad que he cargado un montón de pasos; si me pongo a enumerar no paramos.

-Jajaja Por eso, por eso. Por eso le pido que recuerde dónde ha disfrutado más o de dónde guarda muy bonitos recuerdos.

-Antes de salir y fundar el Despojado, yo he disfrutado muchísimo en Caridad (de Las Penas) el Domingo de Ramos, con Manolo Ruiz Gené.

-¿Veo que como cargador le tiraba más los palios?

-Pues he cargado más Cristos que Vírgenes. También estuve con Gerardo (Navarro) sacando el Cristo de las Aguas y en Sanidad; estuve cuatros años con él y ahí, la verdad, es que di con una cuadrilla que era veterana y se disfrutó también mucho.

-¿Con el caballo ya?

-Con el caballo, con el caballo. También me acuerdo de estar unos pocos de años con Pepe (Delgado) en Piedad; ahí disfrutamos mucho porque era una cuadrilla que a pesar de ser muy joven era de lo mejor que yo me he encontrado debajo de un paso. Allí estuve cuatro o cinco años muy buenos; estuve con Pepe y después cogió el paso Manolo (Ruiz Gené) y seguí unos años más.

-¿Qué es lo que más le gusta de estar dentro de un paso?

-Por encima de todo, lo que se vive: el compañerismo, las vivencias; y si vas con buena gente en un ambiente bueno pues se pasan momentos muy bonitos. A pesar del sacrificio que supone sacar un paso, tiene su disfrute; es tontería si no fuera así.

-Como aficionado a la Semana Santa imagino que recordará aquellos años 90, muy bonitos en el recuerdo pero donde se hablaba mucho también del comportamiento de las cuadrillas; que si había demasiada poca vergüenza, que si las vestimentas no eran las adecuadas, que si dentro de los pasos pasaban muchas cosas que no debían pasar, que si esto, que si lo otro. De los 2000 en adelante, creo, se avanzó muchísimo hacia una, llamémosle así, profesionalización de la carga; se ganó en respeto, en uniformidad, en todo. ¿Venimos de un tiempo a ahora un pequeño decaimiento de tanto que se ganó con la llegada de la seriedad y el buen gusto?

-Yo creo que no, eh. El mundo de la carga ha evolucionado ya no solo en el andar de un paso o en el comportamiento; antes era muy típico ver a gente fumando debajo de un paso, por ejemplo. También pasaba porque no se estilaba eso de llevar los relevos; hoy en día, prácticamente, casi todas las cuadrillas o llevan seis palos o cuadrillas dobladas; y tú tienes tu ratito para salir, tomarte un refresquito, el que fume se fuma su cigarrito; se tiene un momento de desconexión. Antes se fumaba e incluso más cosas.

-Y tanto. Mítica cuarteta del popurrí de 'Los borrachos'. También eran otros tiempos.

-Claro, eran otros tiempos. Incluso no se terminaba de ver muy mal porque era lo que había. Si había 40 hombres esos eran los que había debajo del paso, los que salían y los que tenían que llegar; si se salían diez, figúrate lo que pasaría. En comportamiento se ha ganado mucho, la verdad.

-¿Qué me dice de la vestimenta? Ramón Velázquez comenzó a vestir a las cuadrillas y creó escuela para bien de la Semana Santa, pero ¿no nota un empeoramiento en los últimos años, sobre todo en el calzado, donde se comienza a ver muchas zapatillas cada una de su padre y de su madre?

-Puede ser; antes es verdad que todas las cuadrillas iban más uniformadas en su calzado.

-Con sus 'skacher' y similares, que podrían gustar más o menos, pero todos iguales. Ahora llevo notando que se está volviendo a perder.

-Sí, puede ser. Pero es que el calzado que a lo mejor para ti es cómodo, para mí no lo es. Hoy lo que se pide, más que nada, es que la cofradía que va de blanco pues pida calzado blanco, pero claro, igual uno lleva unos 'skacher' y otro unas 'converse'. Se hace sobre todo por comodidad. Manda la tonalidad, no el modelo.

-Que conste en acta que me parece mal.

-Bueno, ya, pero... jaja. Sí es verdad que creo que hay cuadrillas que van todavía con las zapatillas de esparto; no sé si Ramón todavía las mantiene, pero cargar con zapatillas de esparto es muy incómodo; tú haces un trabajo durante todo el año y lo mejor es que para hacerlo lo mejor posible tu gente vaya cómoda.

-Vamos avanzando, como sus pasos. ¿Desde qué momento comienza a tener esas inquietudes de sacar su propia paso?

-Yo siempre he sido muy inquieto, siempre me ha gustado aprender de muchos sitios, he intentado conocer otras Semanas Santas, ver un poquito de todo. Y yo he cargado con Pepe Pájaro, o con mi propio tío, que era muy tradicional, o con Gerardo; con capataces de siempre.

-De Cádi Cádi, por así decirlo.

-De toda la vida. Capataces de toda la vida. Y de todo el mundo se aprende. Ya después, a la hora de ponerme delante de un paso, intento hacer lo que me gusta a mí porque dentro lo que me toca es acatar lo que diga el de fuera.

-Y si no le gustaba.

-Tenía dos salidas; si me gusta, vale y si no me gustaba pues ya sabía dónde tenía que irme.

-Jajaja. ¿Y qué le gusta hacer cuando es su voz la que manda?

-A mí, sobre todo, lo que me gusta es hacer una cuadrilla con el perfil de cargador que a mí me gusta, que vaya gente con la mentalidad con la que yo voy.

-¿Cómo es ese perfil de cargador con el que le gusta contar?

-Siempre me gusta contar con cargadores que sean buena gente y respetuosa. Y después ya si son buenos cargadores, perfecto; que son a lo mejor gente más nueva, bueno pues ya le enseñaremos. Y todo, dentro de un ambiente humano bueno. A mí la gente que va de 'salvapasos' y de que cargan mucho peso y 'ohhhh, que si por aquí, que si por allá' pero después son malos compañeros, a mí esos no me sirven. Prefiero mil veces antes llevar un grupo de gente sana y respetuosa, tanto con el compañero, como con el que va arriba como con los que vamos delante.

-Brindo por eso y lo hace un excargador que ha vivido alguna experiencia negativa con algún 'salvapaso' de esos que llegando a templo se cambió de palo para levantarlo entero con tal de hacer recogida ignorando el sufrir de sus compañeros. El tío es verdad que estaba fuertote; eso era así, pero la carita que se nos quedó a los demás 'pa' mí se queda. Jajaja.

-Uff. Jaja.

-Volvamos al Despojado, del que fue fundador.

-También, además del primer capataz de la cofradía, fui el primer mayordomo. Y mi padre es vicehermano mayor ahora.

-¿Cómo se funda una cofradía desde cero?

-Todo salió de gente muy joven porque apenas tendríamos 24-25 años el grupo que empezamos a montarla. Y como en todos los sitios, lo típico: 'Quillo, vamos a fundar una cofradía'. ¿Qué pasa? Que yo por aquel entonces ya sacaba a María Auxiliadora.

-Que era la Virgen del colegio Salesianos, entiendo.

-Eso es. Yo era el capataz de ese paso y un día, en una de las reuniones que se hacían para organizar la procesión de cada año, salió un señor y dijo: '¡Aquí lo que hace falta es una hermandad de penitencia!'. Y yo me quedé con la mosca detrás de la oreja y se lo comenté a Luis (Rivero).

-¿Él también estaba metido en la procesión de María Auxiliadora?

-Él no estaba todavía metido en el colegio, pero habíamos un grupito que teníamos esa inquietud (de crear una cofradía). Entonces, al yo escuchar eso en la reunión comenzamos a mover un poco todo el tema ese en Salesianos. Es verdad que fueron muchas facilidades.

-Por parte del colegio.

-Por parte del colegio, por parte del Obispado, por parte del Consejo de Hermandades; sobre todo, porque venía respaldado por una comunidad religiosa como la de Salesianos. Los primeros años fueron, como es normal y a pesar de que había gente que habíamos estado en cofradías, de inexperiencia; tuvimos que ir aprendiendo, preguntando, asesorándonos hasta que poco a poco la hermandad fue creciendo, sobre todo cuando ya llegó la imagen del Señor.

-¿De dónde es esa imagen, dónde se hizo y por quién?

-Se hizo en Córdoba por Francisco Romero Zafra.

Joaquín Cortés, poco antes de un ensayo con la cuadrilla de Lágrimas de Piedad. a. v.

-¿Por qué fue Luis Rivero el primer hermano mayor?

-La primera junta de gobierno no fue por cabildo de elecciones sino que fuimos básicamente los fundadores que estuvimos los primeros tres años. Después de esos tres años ya sí hubo un cabildo de elecciones, se volvió a presentar Luis y salió elegido.

-¿Fue el Despojado su primer paso de la Semana Santa como capataz?

-Sí. Antes estaba con mi tío de segundo en Soledad de Vera Cruz como te dije.

-¿Cómo fue esa decisión de ser el capataz del Despojado? ¿Iniciativa propia o empujada por otros hermanos?

-Pues mira, fue viendo un poco cómo estaba en ese momento el tema de los capataces y gente, por ejemplo, que pensábamos en ellos estaban ya cogidos para ese Domingo de Ramos. Estaba el tema complicado y yo, como estaba también de mayordomo en la cofradía, como que ya era mucho. Pero bueno, como yo me movía, llevaba ya varios años cargando y llevaba ya María Auxiliadora y todo eso, pues lo comenté en el equipo de trabajo que solía estar conmigo; le dimos una vuelta y lo expuse en una junta de gobierno. 'Existe esta posibilidad, si queréis, nosotros nos hacemos cargo'. Y aceptaron jeje.

-¿Desde sus inicios como capataz ya tenía ese sello suyo?

-Ehh... Sello... [y frunce el ceño con humildad]

-Jajajajajajaja No se me ponga a la defensiva.

-No, no, no jaja. Vamos a ver, yo tengo mis ideas, pero me gusta matizar.

-Matice.

-Es que la gente se cree que porque yo llevo el Despojado de esta manera, todo lo demás lo tengo que llevar igual.

-Doy fe que no es así.

-Porque el Despojado tiene su forma; es una hermandad que empezó de cero y con la distancia que había que recorrer se aprovechó este paso, vamos, el paso que llevamos, el doble paso, para agilizar el andar y es el sello de la hermandad. Yo tengo mi personalidad a la hora de preparar una cuadrilla, de mandarla, pero después cada hermandad tiene su propio sello y como no puede ser de otra forma yo me tengo que adaptar a lo que hay. No todos los pasos tienen que ir igual.

-Obviamente, al ser 'su casa', en el Despojado cuenta con plena libertad.

-Sí, claro. Pero es que lo hemos sembrado nosotros y lo hemos visto crecer.

-La irrupción del Despojado levantó muchas críticas en los foros más 'gaditas'. ¿Cómo las llevaba siendo, además, tan joven entonces?

-La verdad es que he tenido temple para eso. Yo siempre he intentado, y así se lo he hecho saber y así se lo decía a la cuadrilla: 'Nosotros, a lo nuestro y se acabó'. Y es verdad que nunca hemos tenido ningún problema con el público, ni peleas en la calle, ni nada de nada pese a las cosas que hemos tenido que escuchar. Siempre hemos aguantado el chaparrón y ya está.

-Recuerdo a finales de los 90 pitadas monumentales a Sentencia, que la llevaba Ramón Velázquez, o qué le le voy a contar de la del Ecce Homo, con Dani Robledo. Precisamente, yo formé parte de esa cuadrilla poco antes de la Semana Santa y tras ensayar una levantá a pulso (con la que luego se formaría el taco en Palillero) en Catedral decidí irme juntos a otros amigos. Ya sabe, ese no era de Cádi y esas cosas que se dicen. Pues bien, allí dejé a otros amigos que sí salieron debajo ese polémico año y me dijeron más tarde que mientras más le pitaban por la calle y más le insultaban mejor les salían las marchas que iban bailando de sevillanas maneras jajajaja.

-No, bueno, a nosotros no es que nos motivara que la gente te insultara; a nadie le gusta que le insulten, es tontería. Lo que sí hacíamos es oídos sordos y seguir trabajando. Pero no es agradable.

-No, y lo peor es que en cualquier momento alguien puede no tener su mejor día y hacer frente con relativa lógica a un tonto de turno que se pasa con la ofensa.

-Claro, porque al fin y al cabo tú tienes a un colectivo de más de cien personas y cada uno es de su padre y de su madre. O a lo mejor, tú vas con el paso y entre el público está la madre o cualquier familiar de alguien y quién sabe si se puede liar.

-¿Va a menos todo esto respecto a ustedes?

-Sí, sí, ya va a menos. Es verdad que a lo mejor hay alguien que te dice algo, pero poca cosa; no es lo de antes que recordabas de las pitadas aquellas.

-¿Cómo recuerda esos años?

-Nunca me gustaron. Tú puedes protestar en una radio o escribir en un periódico o en las redes sociales hoy en día, pero siempre desde el respeto, sin entrar al insulto. Evidentemente, gustarme no me gusta y creo que le hacemos un flaco favor a la Semana Santa y a Cádiz.

-Hagamos un repaso de su Semana Santa y de cómo la vive. El Domingo toca Despojado. ¿Qué hace el Lunes Santo, Vera Cruz?

-No, ya no. Ahora disfruto del día viéndolo en mi silla de la calle Nueva, al lado de Casa Angelita, y por allí que pasan todas jajaja.

-Andá, cómo que algún año hemos coincidido. No es mal plan, no. Martes.

- El Martes saco este año el palio de Lágrimas, de La Piedad. Nos estrenamos.

-Miércoles.

-Calle Nueva otra vez.

-Bieeeen. Jueves. A ver cuándo llego a Jerez. Jajaja.

-Jueves y Viernes estoy en la calle Nueva. Jajaja. Y el Sábado Santo me voy a Jerez, que cargo en la Mortaja. Hasta el año pasado sacaba La Clemencia, pero tuve que dejarla al coger el Martes Lágrimas. Al ser la misma cuadrilla que la Clemencia, me pasé al Sábado para sacar la Mortaja.

-¡Acabáramos! ¿Desde cuándo dejó de cargar en Cádiz y desde cuándo carga en Jerez?

-En Cádiz dejé de cargar creo en que 2018, que saqué el Cristo de la Misericordia, que llevaba Rosario; y en Jerez empecé a salir un año, no sé si fue el 2015 o 2016; salí con la molía en La Lanzada en Jueves Santo.

-Para los más perdidos, la molía es la especie de almohada en forma de chorizo que se pone alrededor del cuello, ¿no?

-Eso es, te la pones en el cuello y tú cargas con el cuello pero es verdad que te cae también parte del peso en los hombros.

-Parece más cómodo, más completo a la hora de repartir el peso.

-Es cómodo, es cómodo, sí.

-Me iba contando cómo y con qué empezó en Jerez.

-Sí, ese 2015 0 2016 saqué La Lanzada y después estuve un poco de años más sacando La Clemencia, el Martes Santos; ahí era con el costal.

-¿En qué se diferencia de la molía?

-El costal es una herramienta que hace que todo el peso caiga puntualmente en la zona central del cuello. Y tú ya vas con la cabeza pegada al palo y con las manos estiradas hacia delante (de la trabajadera). Y la molía sí es verdad que te coge un poco los hombros. Se puede decir que el costal es más técnico.

-¿Qué le da mayor libertad para hacer movimientos, el costal o la molía?

-Con la molía te puedes mover un poquito más que con el costal.

-¿Cómo le llamó salir en la Semana Mayor de Jerez?

-Fue por un amigo que me lo comentó; fui a una 'igualá', en la que no entré por altura en un palio, pero ese mismo capataz, Martín Gómez, sacaba varias cofradías y entré en la del Jueves Santo.

-¿Cómo llevan los cofrades jerezanos todas esas mezclas de carga que conviven en su Semana Santa?

-Ellos tienen allí tres estilos: la molía, el costal y a hombros.

-Y no pasa nada.

-Al principio, según tengo entendido, hubo algo de crítica cuando empezó a entrar el costal.

-¿Porque hasta la llegada del costal estaba?

-Al principio se llevaba a hombros, como va el Cristo de la Expiración de los gitanos, que van los horquilleros por fuera, poco después se empezó con la molía y más tarde hubo gente que empezó a introducir el costal. Y según me cuentan, cuando empezó a entrar el costal hubo un poco de polémica; no al nivel de las pitadas que se vivieron aquí cuando a lo mejor andaba un paso de diferente manera. Allí se discutía pero en las tertulias, en los bares, pero en la calle se respetaba.

-Y ya que estamos, ¿cómo ve ese tema en Cádiz? ¿Veremos algún paso de la Semana Santa de Cádiz yendo a costal?

-Sinceramente y a día de hoy, no creo que vaya a entrar el costal.

-¿Sería partidario de ello si alguna hermandad lo hiciera?

-A ver, es que creo que ahora mismo no es necesario, no hace falta. ¿Que hay alguna hermandad que quiera meterlo? Pues habrá que respetarlo. A mí, ahora mismo, no me hace falta. De hecho, si nosotros en el Despojado hubiéramos querido teníamos hasta la excusa de la distancia y de que se necesita menos gente y se ha demostrado que se puede llevar y traer un paso cargando a la forma nuestra.

-Ha sido capataz varios años del Nazareno de Santa María. ¿Qué sintió cuando le llamaron para ofrecerle el martillo?

-Hombre, imagina. El Nazareno representa la devoción de Cádiz entero; para mí ha sido un privilegio poder llevarlo. Yo es que siempre que me pongo delante de una imagen de estas me digo lo mismo: 'quillo, es que estas imágenes tienes 300 años; la de gente que ha pasado por aquí, la de gente que le ha rezado y yo tengo el privilegio de ponerme delante de él y llevarlo'. Para mí fue todo un privilegio que me llamaran, sobre todo que valoraran el trabajo. Jamás pensé que me llamaran de Santa María, sinceramente. Sobre todo, porque siempre la gente que lo ha sacado han sido capataces de allí, de la casa; y apostaron por mí que era de fuera, no de la casa. Estuve tres años, pero me cogió la pandemia por medio.

-Es lo que hablamos antes, que siendo capataz del Nazareno o de la Soledad de Vera Cruz pone por delante el sello de la cofradía que el suyo propio.

-Claro, es que además no les pega. Primero porque no es necesario porque la hermandad ya tiene su propio estilo, su propio sello. Y también porque creo que sería un error cambiarlo; otra cosa es que dentro de su estilo yo intente darle mi toquecito; a lo mejor un paso 'ganao' de frente, o refinarle el paso. Yo soy muy serio, por ejemplo, a la hora de trabajar las cuadrillas; los tallamientos, el tema de los ensayos, mejorar lo que había. La hermandad que me llama a mí es porque sabe que me puedo adaptar. No creo que me llama una cofradía que su paso ande más 'patrás' que 'palante'. Pero no por nada, solo que no comparto esa forma; me gusta que los pasos anden de frente.

-¿Desde cuándo ensayan sus cuadrillas?

-El primer año empecé en septiembre; hice diez ensayos. Estoy hablando de mi primer año, eh. A día de hoy ya no. Este año hemos empezado un poquito antes porque era muy temprano la Semana Santa y en el Carnaval intento siempre cortar. Normalmente, en enero hago el tallamiento, paro por el Carnaval y retomo los ensayos en Cuaresma.

-En la actualidad, saca Despojado y Lágrimas de Piedad. ¿Se nota más aliviado?

-Es verdad que hemos llevado hasta tres cofradías y eso te requiere tres citaciones más con la gente. Hay que tener en cuenta los trabajos, las familias y la verdad es que por año intento facilitar a mi gente reduciendo el número de ensayos. A lo mejor lo que hago es los ensayos más largos e intensos a cambio de quitar una convocatoria. Ten en cuenta que con este año ya sumamos 16 con el Despojado saliendo a la calle.

-Vayamos con la Semana Santa en general, ¿cómo la ve?

-Creo que con el cambio de recortar la carrera oficial se ha acertado; y si el año que viene parece que también se le va a quitar Palillero sería otro acierto. Y en general, pienso que tenemos una muy buena Semana Santa y hay que decir que en Cádiz es muy complicado sacar las cofradías 'palante'. Es que si te pones a compararlo con Sevilla, al de Sevilla le cuesta lo mismo que a uno de aquí ir a un orfebre, a un bordador; y el presupuesto de las cofradías de allí es muchísimo mayor a los de aquí. Y las cofradías van saliendo, quillo. Es un mérito. Cádiz tiene muy buena Semana Santa, aparte de la calidad artística que tiene, también hay que valorar el número de cofradías que tiene. Para ser una ciudad pequeña, que haya días en la que salgan cinco y cuatro siempre es para enmarcar.

-La madrugada es lo que se ha perdido.

-Las madrugadas son cada vez más duras para la gente.

-Quitando Sevilla, claro, que es un mundo aparte.

-Claro. Ellos están en otra historia, pero si te vas a Jerez a su madrugada hay ciertas horas que en la calle hay muy poquita gente; lo que pasa es se siguen manteniendo sus hermandades. Es complicado; ya no es como antes, a la gente le cuesta mucho trabajo salir a la calle porque por año ha ido a menos.

-Incluso las primeras en retirarse son las cofradías que salían en la madrugada.

-Claro. Yo he cargado en la Virgen del Perdón, cuando salía a las tres de la mañana, y me acuerdo ir por la calle Ancha y no haber ni un alma; allí no había nadie. Si ellos lo quieren mantener me parece perfecto, pero la verdad es que no hay nadie en la calle. Incluso con el Nazareno había partes que pasaba lo mismo. Y estamos hablando del Nazareno eh...

-Y eso por no recordar aquellos tiempos que cuando se pasaba por Mina había un botellódromo montado.

-Eso fue otra. Recuerdo que se le tenía que decir al del Tinte que apagara la luz y la música para ambientar un poco al personal jajaja.

-Jajaja. ¿Bueno, y cómo se presenta el tiempo para esta Semana Santa?

-Parece que está la cosa inestable, pero sí es verdad que ahora que venía andando para aquí he olido un poco los naranjos y me ha entrado la cosita. Pero con el frío que hace la verdad es que todavía no estás muy metido. (La entrevista se hizo hace dos semanas).

-Hablando del agua, ¿cómo gestiona un capataz uno de esos días complicados con los partes, las lluvias, el viento...?

-Recuerdo en el año 2016 con el Despojado; el día amaneció nublado, mejoró y salió la cofradía, pero cuando llegamos a la Catedral vimos que los partes habían dado un vuelco; daba lluvia y nos tuvimos que volver. Son momentos de mucha tensión; recuerdo ir por la zona del pabellón Portillo y comenzó a llover quedándonos mucho trayecto aún. Se vive con mucha tensión, pero hay que mantener la calma, andar lo más rápido posible pero intentando en todo momento que la gente no se lastime ni se lesione. Te coja donde te coja, se va a mojar. Hay que mantener la calma.

-Además de en que todo salga bien a la hora de andar, ¿tiene el capataz algunos momentos de recogimiento, de desconexión, para él?

-Sí, tienes que tener tus momentos, sobre todo, en un recorrido tan largo como el nuestro. Obviamente, también tengo un equipo en el que confío mucho. Y sí, hay veces que desconecto; tengo mis momentos para disfrutar, para acordarme de la gente que necesita del Señor, mis momentos de oración, de meterme en mi mundo. Si tengo que delegar en mi gente, delego; no tengo ningún problema porque confío con los ojos cerrados. En el Despojado son once horas y hay momentos para desconectar un poquito.

-Hablemos de música ahora que Rosario sigue haciéndose más grande. ¿Cómo ve el estado de salud de las bandas y agrupaciones de Cádiz?

-En El Despojado nos tocó dos años y cargando me ha tocado en una extraordinaria con Piedad y también con La Palma. Rosario no es de ahora; ha llevado un nivel muy bueno desde hace muchos años. Ahora quizás está recogiendo el fruto del todo el trabajo que lleva detrás, unos 20-25 años creo que llevan. Ellos eran Humildad y Paciencia y después pasaron a ser Rosario; llevan muchos años creciendo. Y ahí están, que hoy en día es de las mejores bandas que hay en España; nada más que hay que ver la demanda que tiene por todos lados. En cuanto a las bandas gaditanas en general están a muy buen nivel. Qué decir de Polillas y otras tantas.

-¿A quién llevan en El Despojado?

-Llevamos dos bandas; Santa Cruz de Almería y la Banda de los Coloraos de Daimiel.

-De donde es el futbolista del Cádiz Sobrino, jeje. Provincia de Ciudad Real. Buena tierra de quijotes.

-De ahí, de ahí.

-Pues nada, a disfrutarlos se ha dicho. Que disfrute y podamos disfrutar con nuestra Semana Santa.

-Que así sea.

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