Regata de Grandes Veleros

Cádiz lucha contra el reloj para organizar una Gran Regata que quiere ser histórica

A menos de un mes para que Cádiz se convierta en el epicentro mundial de la vela, los hosteleros siguen a la espera para organizarse de cara al evento

La Voz

Pablo van Vroenhoven

Cádiz

Dudas e incertidumbre que se esperan resolver en los próximos días. Eso es lo que se presenta en la capital gaditana de cara a la Regata de Grandes Veleros que se celebra en menos de un mes en el Muelle gaditano. Algo claro es que vendrá gente, mucha gente, venidos desde diferentes partes del mundo, lo que situará a la ciudad en el foco de los medios a nivel local, nacional e internacional.

Hace poco más de un mes el alcalde de Cádiz presentaba la Regata mandando un claro mensaje: que los gaditanos deben sentirse orgullosos del evento. El propio Bruno García mencionó aquel día que empezaban de cero puesto que la organización del evento bajo el gobierno de José María González había sido nula. «Una regata se suele organizar con tiempo y la realidad es que no había mucho organizado, prácticamente nada. Había cero licitaciones puestas en marcha para esta regata y, por tanto, asumimos este reto con ilusión, porque la ciudad no se puede permitir no cumplir con sus compromisos».

Las palabras de Bruno García ahora suenan contradictorias, sobre todo, si comparamos este mensaje con las declaraciones de Antonio de María, presidente de Horeca. «Estamos pendientes de que el Ayuntamiento dé un informe de la programación. No sabemos a qué nos vamos a enfrentar puesto que no sabemos datos concretos de la gente que vendrá. Cuando vas a ver un espectáculo el número de personas que asistan depende de quién actúe, pues en la regata sucede igual. Si no sabemos quién participa es más complicado saber a cuántas personas tenemos que hacer frente». Con González no había nada, pero a falta de menos de un mes para el evento tampoco se sabe mucho más.

Ya salieron informes que verifican las palabras de Bruno García respecto a la nula organización del evento antes de su llegada a la Alcaldía, pero no se trata de echar culpas a un bando u otro. Se trata de que el evento se organice en condiciones y cumpla con las expectativas que se han depositado. Según el alcalde, dos meses es poco para organizar un evento de tal calibre, pero desde Horeca, sin embargo, no tienen prisas por saber estos datos. «Hay tiempo para enterarnos de todo y, siempre dependiendo de la importancia de las naves que vengan, sabremos que viene más gente o menos. Nosotros no tenemos que tomar muchas medidas a largo plazo. Con dos o tres días, sobre la marcha, tenemos suficiente».

Antonio de María aclara que para los hosteleros da lo mismo que a sus negocios vaya gente de Cádiz o de fuera, puesto que este evento «para los establecimientos no deja de ser una situación de más ventas con la característica de que una vez se llene el establecimiento ya no se puede hacer nada más, por lo que la Gran Regata no representa un esfuerzo inaudito al que estar preparado. Una vez que un establecimiento llegue al tope ya no puede hacer nada más. Diferente sería si hay que ir al muelle y montar un establecimiento paralelo, ahí hace falta infraestructura». A lo que hay que añadir que el tope no es igual un fin de semana cualquiera que el de la Gran Regata, para el que aún no se pueden hacer cuentas.

La Regata tiene una característica especial de cara a la hostelería, puesto que no es lo mismo el negocio en las zonas aledañas al Muelle de Cádiz que la zona del Paseo Marítimo, ya que la actividad no se extenderá fuera de extramuros. «El que viene a la gran regata va a estar en la gran regata, el que viene a la playa es otro tipo de público», explica De María. Aunque, recalca que «para la ciudad es una inyección económica importantísima que va a generar un gran impacto».

Raúl Cueto, dueño de Arsenio Manila o Casa Angelita entre otros, tiene intereses tanto en el Casco Antiguo como en el Paseo Marítimo y afirma con rotundidad que «es mejor que toda la actividad se concentre en el centro de la ciudad a que algún día la Regata se la lleven a otro municipio o provincia». Cueto continúa explicando que «menos da una piedra. Habrá gente que cuando caiga la puesta de sol vaya al centro y quien por ir a la playa y conocer Cádiz».

Julen Monasterio, de Atxuri, Javier Senese, dueño de La Chancha y los 20, o Bernardo Cruz, de La Cepa Gallega afirman que sus expectativas de cara a la Regata de Grandes Veleros son máximas, puesto que esperan que llegue mucha gente a la ciudad. Los tres regentan negocios de la calle Plocia, una vía que cada año crece más y que por su cercanía al muelle será un punto álgido del evento.

Para Julen Monasterio, la Gran Regata supone la guinda del pastel para terminar con el verano. «Es la meta que tenemos. Vendrá mucha gente de fuera y, además, tenemos antecedentes como la Sail GP en la que ya hemos experimentado las grandes cantidades de clientes que llegan. Será importante abastecernos bien». Javier Senese, por su parte, piensa que «si la regata de este año es como la última que se celebró tendremos días muy fuertes para la hostelería». Y Bernardo Cruz cree que «todos estos eventos son un impulso fundamental. El verano siempre se trabaja muy bien y si el tiempo acompaña la afluencia de público está garantizada».

Los hoteleros esperan que los números de ocupación vayan aumentando en los próximos días, puesto que aun es pronto para hablar de la ocupación de sus hoteles el fin de semana de la Regata. Aún así, los números a día de hoy de las reservas para esos días son bastante flojos y reflejan una ocupación hotelera en torno al 30% en hoteles del Casco Antiguo como OLOM o el Hotel Las Cortes de Cádiz.

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