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Hallan sin vida a un alca, una especie similar al pingüino, en la playa Victoria de Cádiz
Según los expertos, estas aves a veces llegan moribundas a las costas, algo que podría tratarse de un efecto más del cambio climático
«Paseando por nuestras playas me encontré con esta triste escena, un alca fallecida en nuestra costa. Este animal suele verse en lugares situados al norte del país. Este animal es apodado como el pájaro pingüino, ya que es un derivado de la familia de pingüinos«.
El vecino de Cádiz Alejandro Matamoros ha compartido en redes sociales la imagen de un alca común (pájaro pingüino) que se encontró sin vida en la arena de la playa Victoria.
Un alca es una ave marina que habita en el Atlántico norte (islas británicas, Islandia, Noruega o la Bretaña francesa) pero que puede ser vista en las costas de Cádiz o Málaga, donde llegan para pasar el invierno.
Según los expertos, estas aves a veces llegan moribundas, algo que podría tratarse de un efecto más del cambio climático.
Un alca es físicamente muy parecido a un pingüino, pero mantiene la capacidad de vuelo. «Son parientes muy cercanos de las gaviotas y muy lejanos de los pingüinos», explica Pep Arcos, experto en aves marinas de la organización SEO/BirdLife. «Es posible que se hayan adaptado al medio con la misma estrategia de los pingüinos y por eso han acabado pareciéndose», indica.
Esta ave que no migra volando, sino bordeando las costas, lugar en el que habita a unos 2 o 3 kilómetros de separación, se acerca durante esta época mucho más de lo normal a la costa, puertos y playas, como refugiándose, con lo que no es difícil verlas.
Decenas de ellas han aparecido muertas, moribundas o extremadamente débiles. «La explicación más plausible es que en su migración han pillado temporales fuertes en el Atlántico», apunta Pep Arcos señalando que las alcas no pueden alimentarse fácilmente en estas situaciones porque no pueden bucear.
La estatura y el peso de las alcas se asemeja a una gaviota mediana, pesando medio kilo de pico a cola y midiendo entre 38 y 43 centímetros, con unas alas pequeñas, por lo que si el viaje de migración se complica por las tormentas, su gasto de energía se multiplica.
