cádiz
Un galeón español de finales del siglo XVII emergerá de las aguas de la bahía gaditana
denominado delta i
La Autoridad Portuaria licita el contrato para el traslado y recuperación de este pecio, con la intención de extraerlo para su desmontaje y su estudio por parte del Centro de Arqueología Subacuática
El buque fue descubierto en 2011, durante las obras de la fase I de la nueva terminal de contenedores, y fue trasladado a una zona contigua de la que debe moverse con motivo del próximo inicio de la fase II
Acciona construirá la fase II de la Nueva Terminal de Contenedores del Puerto de Cádiz
Un galeón español de finales del siglo XVII emergerá de las aguas de la bahía gaditana. Este buque militar de madera, con valor histórico, fue descubierto bajo el lecho marino, en febrero de 2011, durante la ejecución de las obras de la fase I de la nueva terminal de contenedores de Cádiz. En concreto, durante los trabajos de dragado en zanja para la cimentación del muelle de cajones, y a una profundidad aproximada de entre 12 y 16 metros.
Una vez analizado el pecio, que cuenta con 20 metros de eslora por 6 metros de manga y que fue denominado Delta I, fue trasladado, dentro del mar, a una zona contigua a la obra que tenía un menor calado y mejor visibilidad, a una profundidad de 5,5 metros. Allí se cubrió con geotextil y paulatinamente se fue cubriendo también con los sedimentos que la dinámica litoral aportaba, por lo que quedó en un estado similar de conservación al que tenía antes de la intervención. Además, la nueva ubicación fue flanqueada con la disposición de varios bloques de hormigón a su alrededor, que conformaron una especie de recinto de protección. Fue en noviembre de 2012 cuando se realizó la operación de elevación, traslado y depósito del pecio en la zona acordada.
No obstante, con motivo del próximo inicio de los trabajos de construcción de la fase II de la terminal de contenedores, se hace necesario moverlo de nuevo. Es por ello que la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz (APBC) ha sacado a licitación el contrato para el traslado y la recuperación de este pecio, con la intención de extraerlo a la superficie para su desmontaje completo y su estudio por parte del Centro de Arqueología Subacuática (CAS).
Así, estos trabajos, que contarán con un plazo de ejecución de seis meses y con un presupuesto de 639.885,67 euros (sin IVA), consistirán en el traslado de Delta I hasta una zona de instalaciones junto al muelle 5 de Navantia. Allí será colocado en el suelo sobre sacos de arena y será cubierto con una carpa para su estudio.
Durante esa fase de estudio del galeón, los expertos designados procederán a despiezar los distintos elementos que lo componen para su análisis detallado. Y tras el estudio, según se recoge en la memoria del proyecto, «los elementos en los que se descomponga el pecio deberán ser dispuestos en bandejas especialmente diseñadas para ello, protegidos y fondeados en una zona habilitada en las inmediaciones de la Punta de San Felipe». Y es que una vez terminado el estudio del buque, la empresa adjudicataria deberá etiquetar y envolver cada pieza en geotextil rodeadas de arena, para posteriormente colocarlas en palets metálicos en acero galvanizado que se fondearán, en principio, en una zona entre la Punta de San Felipe y el Dique Mar de Leva. Esta operación de fondeo será dirigida por el CAS.
El pliego también recoge que desde el inicio de los trabajos la empresa adjudicataria deberá nombrar un director arqueológico, técnico con titulación habilitante, experiencia previa en arqueología submarina y con título de buceo suficiente para realizar inmersiones arqueológicas.
Todos los trabajos submarinos deberán ser filmados, y al final de los trabajos se entregarán todas las grabaciones en bruto, así como un montaje final resumen de los trabajos. Para ello, la empresa adjudicataria deberá contratar los servicios de un profesional para la realización y montaje de vídeos y fotografías. Con las fotografías y capturas de los vídeos se realizará un libro que explique el proceso realizado. Tanto el vídeo como el libro pasarán a ser propiedad de la Autoridad Portuaria.
Por otra parte, para el conjunto de las maniobras, la Autoridad Portuaria pondrá a disposición del adjudicatario todos los medios e instalaciones que fueron usados en la anterior maniobra, como son la estructura metálica para el traslado del pecio tal y como está actualmente, las eslingas de izado del pecio y el muelle número 5 de la Autoridad Portuaria para las embarcaciones auxiliares y extracción del pecio sin coste alguno.
El proyecto incluye las actividades de estudios previos de la zona, diseño de la maniobra, dragado y limpieza, preparación de la estructura metálica auxiliar, traslado de la estructura metálica, izado y traslado del pecio, instalaciones auxiliares para el estudio del pecio (carpa, agua, electricidad, riego, cama de arena, casetas…) y fondeo de maderas.
Por último, señalar que todas las labores, así como el diseño de la operación, deberá ser aprobada por la APBC, la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía al ser la autoridad competente en temas de Arqueología, y la Capitanía Marítima. Igualmente se deberán seguir las instrucciones dadas por el Centro de Arqueología Subacuática, que podrá asistir como supervisor a las inmersiones y maniobras con objeto de asegurar la integridad del pecio.
Extracción de 27 cañones y 5 anclas del pecio Delta I
Entre mayo y julio de 2013 se realizaron más de 400 inmersiones para el estudio del buque militar en su nueva ubicación, su excavación interior y la extracción de todo el material arqueológico que aún continuaba en su interior. Dentro del Delta I se localizaron 27 piezas de artillería (cañones) y 5 anclas. Tras un minucioso trabajo de investigación, documentación, digitalización y protección del metal de todas las piezas, se procedió a su fondeo, tal y como se aprobó desde la Delegación de Cultura de Cádiz. La zona se localiza frente a la nueva terminal de contenedores, en medio del canal de navegación, a una cota de -19 metros.
Los 27 cañones de hierro se encontraban completos a falta de algún que otro muñón, así como las anclas, que en su mayoría estaban completas, salvo un par de ellas.
Además, se encontraron en el interior del buque 23 lingotes de plata de distintos tamaños y formas procedentes de lugares como México o Potosí. Y también se rescataron diversas pesas de plomo, un pequeño ponderal de oro, trozos de cerámica, así como objetos relacionados con la navegación como un astrolabio, diversas suelas de cuero y restos óseos de animales.
