Fotos: El Carnaval chiquito se hace cada vez más grande

El Carnaval Chiquito es aún más grande. La locura de unos pocos, las ansias de fiesta y copla de los más jartibles han logrado consolidar una cita en el calendario que se ha convertido en una gran alternativa para disfrutar de esta fiesta lejos de barullo y jaleos.

La incertidumbre meteorológica del primer fin de semana de Carnaval trajo una marabunta de visitantes al siguiente sábado. Tal fue la avalancha, que las imágenes del segundo sábado se han puesto sobre la mesa del debate tanto en la ciudad como en el plano político.

Ahora, hay una tercera carta sobre la manga y es este Carnaval diferente, más reducido, familiar. El tiempo respetó y durante toda la jornada del domingo apenas se sintieron algunas gotas, más allá de la bajada de temperaturas y la fuerza del viento. Hasta el Cádiz CF quiso desafiarlo poniendo una final justo en el momento de mayor explosión de coplas, pero ya no hay excusa. Quien algo quiere lo tiene a mano y más si se trata de Carnaval.

El ambiente comenzaba al mediodía. No se recordaban tantos autobuses llegados desde diferentes puntos de la provincia y Andalucía, aparcados junto a la estación de ferrocarril. De ahí bajaban muchos foráneos con ganas de disfrutar de una tarde luminosa donde esperaban encontrar algunas coplas birladas el sábado anterior.

Por plaza de Abastos

El escenario del Carnaval Chiquito es diferente. Las chirigotas ilegales (también algunas de Concurso) se expanden primero por la plaza de las Flores, la escarilla de Correos, el mercado de Abastos y sus cercanías al no haber carruseles de coros en esta fecha.

También se dejaban ver por Palillero, por una Torre Tavira rebosante de buenos aficionados que reían a carcajadas ante las ocurrencias de las agrupaciones. Por San Agustín, Rosario y alrededores.

Y estaban casi todas. ‘Los becarios del telediario’ hacían un pase por la calle Rosario, ‘Los bacardí’ (el showmancero), cerca de Encarnación, en San Jose... Los del perchero ‘Los psicoanalistas se la dan de artistas’ esperaban a que terminara la tortura de Carranza para tomar el bus y acercarse al centro de Cádiz. Se hacía con cierta bulla porque las nubes amenazaban tormenta y había que aprovechar el resquicio, por si acaso.

En la calle Libertad, en el número 11, se concentraban las agrupaciones femeninas para celebrar un año más el Carnaval chiquito de mujeres, con ‘Cádiz, la exnovia del mar’ y ‘Las marimorenas’ dándolo todo en un acto organizado por Izquierda Unida y en solidaridad con el pueblo palestino.

Otros actos gastronómicos

Había además varios actos gastronómicos repartidos por la ciudad, como la Anchoada popular, con las actuaciones de los cleriguillos, el coro de los Estudiantes la antología del Noly (la herencia del bisabuelo). También la Croquetada popular en el bar El Nuevo Centenario, en el barrio de San Carlos.

En un ambiente muy familiar, sin las aglomeraciones de la semana anterior, oriundos y visitantes se entregaban a las cupletinas. Esta celebración nacía hace casi 40 años, cuando después de un Carnaval pasado por agua, un grupo de jartibles entre los que destacaban Paco Leal, Gómez, Emilio Rosado y compañía, se revolvían contra el calendario litúrgico y salían a la calle con sus chirigotas, de manera absolutamente espontánea, sin organización ninguna.

Y de aquel año 87 a este 2024.

Todo muy intenso, pero corto. Primero, porque es domingo y este lunes toca volver al trabajo, aunque no parte de la comunidad educativa, y porque pasadas las seis de la tarde comenzaron a hacerse visibles los efectos de una nueva borrasca. Aún así, hasta que pudieron aguantaron en la calle las agrupaciones y los aficionados, que en plena Cuaresma todavía siguen disfrutando de su gran pasión.