South International Series Fest
Cádiz se toma en serie
El South refuerza la capacidad de la ciudad para albergar grandes eventos y muestra a la provincia y su capital como escenario perfecto para la ubicación y el desarrollo de esta industria en crecimiento
Casi 300 celebridades han desfilado por la alfombra roja y el público gaditano ha respondido con entrega y colgando el 'sold out' en varias emisiones; en 2024 tendrá un carácter competitivo y multiplicará su proyección
«El South Series ha superado todas las expectativas»
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Hasta 2025, ya con premios, Cádiz se lleva la palma del festival. Durante una semana intensa, de contrastes con luces y oscuras sombras, la ciudad ha paseado por su propia alfombra roja con todos los focos y cámaras captando instantáneas y el flash de su luz natural para iluminar la escena. Cádiz ha rodado el primer capítulo de una superproducción coproducida con fondos europeos y financiación de todas las administraciones, más el impulso de las grandes productoras del país. Y en su piloto, el primer visionado, Cádiz y el South, enganchan.
El South International Series Fest, el 'sous' para los gaditano, ha supuesto una promoción impagable (muchos ceros a la espalda, varios millones de euros) para la capital gaditana. Pese a su escorada ubicación geográfica y la complejidad de arribar a ella por la asimétrica configuración del transporte nacional, se ha confirmado como un magnífico enclave para la organización de grandes eventos. Es algo que ya se conoce pero ahora lo sabe más gente, en definitiva. Este acontecimiento de proyección internacional, con un presupuesto de 2,9 millones de euros y un impacto económico superior a los doce, ha encajado como un guante en este pequeño gran lugar.
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Refuerza esa capacidad para albergar eventos después del Congreso Internacional de la Lengua, la cumbre europea, la gala de los premios Max de Teatro, la Gran Regata o la Sail GP que justo ahora toma el relevo en su tercera comparecencia. Sus reducidas dimensiones juegan a su favor. El triángulo Palacio de Congresos-La Caleta-Puerto funciona de cine, o de serie, teniendo, obvio, el chófer en la puerta. El Palacio es un centro magnífico para organizar numerosas actividades en la multiprogramación propia de este festival: avance y coloquio de María Galiana en el Auditorio, conferencia de Cristóbal Tapia ('The White Lotus') en la Sala 1, presentación de 'Anima Gemella' en la 4 y mesa redonda de 'La red púrpura' en el set habilitado para la prensa. Todos a una, con la industria en el muelle. En el debe, castigo histórico del recinto, el pésimo sonido, pésimo, de la sala principal.
Cádiz como escenario
Cádiz como organizadora y Cádiz como escenario. Por sus paisajes, por su propia y particular configuración urbanística, y por su luz que ha cegado a las grandes estrellas, ocultas tras sus gafas en la playa junto al Castillo de Santa Catalina. Porque si San Sebastián tiene la Concha, Cádiz tiene La Caleta.
Las sensaciones, inmejorables, por lo que han sido y por lo que presumiblemente serán. El 'South' parece un festival ya maduro pero acaba de nacer y sus posibilidades tienen un ilimitado margen de crecimiento. Las series siempre han sido el hermano menor del cine, pero la eclosión de inicios de siglo XXI y su actual momento hegemónico hacen pensar en que la forma de narrar historias ha evolucionado y el 'pequeño' ya se ha hecho mayor. Los más listos ya han cogido posiciones para aprovecharlo, y lo han hecho aquí. Cádiz a la vanguardia.
Impacto económico superior a lo estimado
El South, gigante con pies descalzos, ha encargado una auditoria a Nielsen, empresa líder en su sector, para poner cifras a esas buenas percepciones. El impacto económico supera los doce millones de euros. Hay más números. Alrededor de 300 'celebrities' (celebridades, pero esta industria es así) han desfilado por la alfombra roja. Estrellas como Luis Tosar, José Coronado, los premiados Petra Martínez y Luis Zahera, Ález García, Resines y Jorge Sanz, Yon González, Melani Olivares, María Galiana, Luis Merlo, Adriana Ozores, Víctor Clavijo, Olga Kurylenko, Danielle Liotti, Rubén Cortada… a los que se unieron en la gala inaugural y la fiesta de clausura Elena Furiase, Mariano Peña, Paco León, Eduardo Noriega, Benito Zambrano y muchísimas más. Porque esta edición ha permitido no sólo reencontrarse con los veteranos y consagrados sino conocer a los rostros emergentes que marcarán una época en el sector audiovisual en las próximas décadas.
El equipo técnico del South ha estado compuesto por un centenar de personas, que suma el doble si se cuenta al personal de servicios, y las acreditaciones han alcanzado las 3.248. ¿Y Cádiz? pues la respuesta del público «ha superado todas las expectativas», como no se cansa de repetir su director Joan Álvarez. La mitad de las salas ha colgado el cartel de no hay billetes, mientras que el resto han registrado una media de ocupación del 80 %.
La industria y el negocio
También ha subrayado el director del South la dedicación del festival a la industria, con la participación de 120 ponentes y más de 3.000 asistentes a este programa específico. He aquí una ventana menos lustrosa para el espectador pero igual o más importante para la organización, pues se trata de «un festival de alfombra roja y de laboratorio», en un proceso de aprendizaje, convivencia y conocimiento para tejer hilos y lazos en pos de un interesante futuro en el sector audiovisual español. Debajo de esa 'alfombra roja' han dado clases magistral el mencionado compositor Cristóbal Tapia, el guionista Armando Bo ('Birdman', 'El presidente'), Javier Olivares ('El ministerio del Tiempo') o Daniel Écija ('Médico de Familia', 'Los Serrano'...). Los estudiantes de la Universidad de Cádiz y los seriéfilos de la tierra han alucinado al toparse con personajes de tal magnitud.
«Se trataba de abrir visiones, mercados, contactos con la audiencia, y lo hemos logrado con la presencia de mercados emergentes como Arabia Saudí, Nigeria, República Dominicana o Israel», así como otros consolidados como India, destaca Joan Álvarez. 'Business' (el bisnes), el negocio.
En 2024 habrá competición
El festival, de Clase A Plus, que dice el jefe, se ha quedado corto. Se ha organizado en diez meses y desde la nada, con la promoción justa, y en este año próximo engordará y obligará a aplicar un filtro mucho más exigente y a ampliar escenarios. Se baraja el Gran Teatro Falla para multiplicar las proyecciones (de acústica va mucho mejor) y aún no se ha decidido la fecha. La actual, octubre, que esta vez vino impuesta para invertir los fondos europeos antes de pasar el plazo, es positiva pensando en los estrenos de la temporada otoño-invierno. Hay que ceñirse a los ritmos de la industria, diferentes a los del cine, porque el verano es óptimo para la gran pantalla pero desértico para la televisión.
La principal novedad de la futura y próxima segunda edición será su carácter competitivo. En su nacimiento sólo se han otorgado los premios de homenaje a Petra Martínez y Luis Zahera, y del público a 'Entrevías' y 'Macarena'. Pero todo festival de este calado, por razón de ser, necesita entregar unos premios (la palma de oro, la concha de plata, la espiga, la biznaga, el oso...) y el sector los demanda para establecer un canon y fijar un palmarés. La competencia ofrecerá mayor calidad y emoción.
En cuanto a la organización, con mínimos desajustes y carencias detectadas, ha sido excelente. Por solucionar, el sonido del Palacio de Congresos y ajustar bien los horarios, un 'imposible' porque lo que se planifica con la precisión de un reloj suizo se desbarata al entrar la ingeniería humana.
Las dos desgracias que lo han ensombrecido
Los dos contratiempos han sido externos y ajenos al festival, dos tragedias que han marcado esta primera edición. Primeramente, la marcha repentina del equipo israelí de la serie 'Carthago', pues la presentación coincidía con el estallido del conflicto bélico en su país y la franja de Gaza. Después, el desgraciado accidente del autobús con cuatro fallecidos en Cádiz, un drama que fundió a negro todo espectáciulo y tres días de luto que han borrado la agenda institucional y mandado la alfombra roja al interior. Máxima sensibilidad de todos, nada ha chirriado en el silencio.
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Esta edición del South, la primera y seguramente más especial por eso mismo, deja multitud de anécdotas y recuerdos imborrables: la juventud espiritual de Petra Martínez al recoger su premio homenaje al igual que la ilusión de un monstruo interpretativo como Luis Zahera; la gala inaugural con Luis Tosar y el equipo de 'La ley del mar', y sin el personaje que inspiró la serie (Pepe) y se quedó fuera en un primer momento por problemas de protocolo. Acabó recibiendo un estruendoso aplauso. Las tablas del galán por excelencia José Coronado y el salero de Los del Río con su macarena (ambos se han llevado el premio del público). Luis Merlo y los hermanos Caballero, Alberto y Laura, destripando algunos secretos de 'La que se avecina'; las correrías de Resines y Sanz, la chispa de Joaquín Reyes, el carisma de Víctor Clavijo y la timidez de Álex García, Yon González o Rubén Cortada. Las sombras de Bretón, el descubrimiento de Atlántica y la pasión de Lola. Y sobre todo, el bombazo de que Herminia, la matriarca de 'Los Alcántara' en Cuéntame, se despide en esta última temporada de duelo.
Todo eso, y mucho más, en el primer episodio. Fuera de serie.
