ACCIDENTE MORTAL EN CÁDIZ

Cádiz se tiñe de luto

Un autobús que pudo tener un fallo en los frenos invade la acera y atropella fatalmente a unas víctimas de 17, 19 y 60 años

Accidente mortal en Cádiz, en directo: un autobús atropella a varias personas y deja tres muertos tras perder el control

El alcalde de Cádiz decreta tres días de luto: «Se trata de una tragedia de ciudad»

Grave accidente de autobús con al menos tres muertos en Cádiz

El autobús siniestrado en la avenida de Las Cortes. FRANCIS JIMÉNEZ
Álvaro Mogollo

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La desgracia se apoderó de Cádiz en la tarde del lunes. Pasadas las 15:30 horas, un autobús, nada más llegar a la ciudad saliendo del Puente de la Constitución de 1812, atravesó la mediana y chocó fatalmente contra varias personas que estaban en la acera anexa al Centro Comercial Bahía de Cádiz. Tres de ellas perdieron la vida en lo que es uno de los accidentes más trágicos que se recuerdan en tierras gaditanas.

El vehículo, según contaba en estado de shock el conductor, que dio negativo tanto en el test de alcohol como el de drogas, se quedó sin frenos y eso le hizo perder el control, deteniéndose tras llevarse por delante todo lo que encontró en su camino. Aunque las autoridades judiciales tendrán que estudiar con detenimiento el caso, las primeras pesquisas, confirmadas sobre el terreno por diferentes autoridades políticas, hacen indicar que efectivamente el sistema de frenado no funcionó en el peor momento, justo cuando un automóvil tan pesado como un autobús terminaba de encarar una cuesta abajo.

Las víctimas mortales fallecieron prácticamente en el acto. Eran dos mujeres, de 19 y 60 años, y un joven menor de edad de 17. La mayor de todas era una vecina de Cádiz, mientras que la chica residía en la ciudad, aunque era originaria del municipio sevillano de Castilleja de la Cuesta, y el chico era de Chiclana.

El caos se apoderó de la avenida

El sonar de sirenas invadió la ciudad y fue imposible ser ajeno a que algo preocupante había sucedido. El caos se extendió en pocos minutos en una avenida de Las Cortes de Cádiz que presentaba un aspecto desolador. El autobús, que llevaba desde Jerez a una treintena de estudiantes de Enfermería que iban a realizar una sesión práctica en la facultad de Medicina y que afortunadamente salieron todos ilesos y por su propio pie, tenía en el techo varias palmeras que había arrancado de cuajo a su paso. La parada de autobuses y un par de farolas quedaron igualmente destrozadas.

«Ha sonado como una bomba. En cuanto me he asomado a la ventana, el autobús se estaba deteniendo, pero yo creo que ya no había nada que hacer con la gente a la que ha pillado», comenta un vecino desde su balcón, a escasos 30 metros de El Corte Inglés.

Los efectivos de la Policía Local, Policía Nacional, Bomberos y Guardia Civil eran cada vez más numerosos en una de las principales arterias de la ciudad y pese a que la zona estaba acordonada, algunos vecinos se asomaban para ver qué estaba pasando. Hubo momentos de tensión con alguno de ellos, puesto que llamaban por teléfono a sus familiares y se temían lo peor hasta que no obtenían respuesta.

Consternación de las instituciones

Representantes de toda la corporación municipal, encabezada por el alcalde Bruno García, llegaban hasta el lugar para dar sus condolencias a las familias y conocer de primera mano qué es lo que había producido un suceso tan trágico que no solamente ha conmocionado a la ciudad, sino a todo el país. También estuvieron presentes el subdelegado del Gobierno en la provincia, José Pacheco, o la delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz Mercedes Colombo.

Todos ellos estuvieron muy pendientes de lo que los diferentes profesionales desplazados en el barrio de Astilleros tenían que aportar conforme se iban conociendo nuevos detalles.

Durante las largas horas de la tarde, se debatía entre la vida y la muerte, en pleno quirófano del Hospital Puerta del Mar, un ciudadano portugués de 86 años que también fue atropellado por el autobús. «Es lo peor que he vivido en 19 años que llevo trabajando como policía local», comentaba con el gesto contrariado un agente que velaba por que los transeúntes no pasasen hasta la acera de Las Cortes.

Mientras, los servicios funerarios se hacían cargo de los cuerpos sin vida de las víctimas, tras recibir la aprobación de los responsables judiciales. Y en ese momento en el que no hay consuelo posible jugaron un papel esencial los psicólogos públicos, que tuvieron que atender a varios familiares rotos de dolor. Alguno optó por recoger los enseres que llevaban consigo para poder tener un recuerdo de su ser querido.

Dicen que en este tipo de situación lo peor es la asimilación de lo ocurrido. Y mientras los bomberos y la policía trabajaba en distintos frentes, la realidad se hacía latente de forma tremendamente cruda sobre el acerado contiguo al centro comercial. Bolsas de la compra con víveres esparcidos por el suelo, objetos personales y hasta un violín mostraban lo que era y ya no es.

«Es algo que no se me va a olvidar en la vida»

 

Jesús, un joven que entrenaba en el gimnasio que hay enfrente, vio lo sucedido, saliendo de inmediato para intentar echar un cable en lo que pudiese. Desafortunadamente, había poco que hacer ya: «He visto la cara de una de las personas fallecidas y es algo que no se me va a olvidar en mi vida. Me estoy preparando para entrar en la Guardia Civil y a lo mejor si entro nunca veo algo tan fuerte como esto».

Entre los vecinos se comentaba que la aminoración de velocidad en el tramo final del puente, en la que hay que pasar de 100 kilómetros por hora a 40 en poco espacio, podía tener parte de culpa en un desenlace así con un vehículo tan pesado: «Es imposible que les dé tiempo a frenar por el peso y el volumen. Y no es lo mismo perder los frenos a 90 que a 40», decía uno. Pero eso ya forma parte de la conjetura. Ahora le toca a las autoridades pertinentes establecer las causas que han originado el accidente mortal y para ello los bomberos trasladaron el autobús hasta sus dependencias en la capital, en la misma avenida de Las Cortes de Cádiz, para que puedan proceder al estudio.

Durante las más de cinco horas que tardó la concurrida avenida en recuperar su normalidad, se produjeron cambios de turno entre la plantilla de El Corte Inglés, uno de los principales centros comerciales de la Bahía. Quienes salían de las instalaciones decían haber sentido un impacto tremendo, teniendo la sensación de que había pasado algo importante. Una vez que se iban conociendo los detalles, varios empleados tuvieron que tomarse unos minutos para recuperar la calma porque sintieron muy cerca lo ocurrido. Es más, todo hace indicar que alguna de las víctimas había estado escasos minutos antes en el interior del recinto.

Los vecinos de los bloques cercanos se reunían en corrillos mientras veían llegar un sinfín de coches policiales y el asunto más tratado era que le podía haber tocado a cualquiera de ellos: «Con la de veces que paso yo durante el día por esa acera». Y coincidían de forma unánime en que si la situación se hubiese dado tan solo una hora antes, podría haber sido aún peor. El drama es de dimensión incalculable cuando se pierde una vida humana, pero quienes entablaban conversación convenían en que entre las 14:00 y 14:30 horas, coincidiendo con la salida de los centros escolares, en esa parada de autobús y en la acera suele haber gran cantidad de niños acompañados de familiares regresando a sus casas para almorzar.

Una tragedia que ha conmocionado a Cádiz, más si sabe por la juventud de quienes han perdido la vida de forma tan dolorosa e inesperada, y que ha hecho que las reacciones de dolor y condolencias hayan llegado en masa desde prácticamente todos los rincones del país.

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