Un borrón en el extenso y variado homenaje de Cádiz a su Perla
Da pena y vergüenza ver la escultura que inmortaliza la figura de la gran cantaora en la céntrica, transitada y gastronómica calle Plocia de la capital gaditana
La calle Plocia cuenta desde el mes de septiembre de 2015, dentro de poco hará diez años, con una escultura de la cantaora gaditana Antonia Gilibert Vargas, conocida artísticamente como La Perla de Cádiz. La figura, obra del escultor José Antonio Barberá, se descubrió en un acto al que acudieron familiares de la artista fallecida y el autor de la obra. También estuvieron presentes distintos representantes de la corporación local.
Pasado un tiempo, el 9 de junio de 2024, el Centro de Arte Flamenco La Merced acogía la presentación de la conmemoración del centenario de La Perla de Cádiz, una conmemoración de un año de duración que sigue viva y que concluirá el próximo mes de septiembre: La Perla nació el 9 de junio de 1924 y falleció el 14 de septiembre de 1975.
Efemérides
Una efemérides que la primera teniente de alcalde y delegada de Cultura, Maite González, aseguraba que el Ayuntamiento celebraría «con mucha ilusión y mucho cariño porque se trata de uno de los grandes baluartes del flamenco de esta ciudad y por supuesto del barrio de Santa María«.
Y así se está haciendo. Con mucha ilusión y mucho cariño. Pero también con un borrón. Y es que no es de recibo, da pena y vergüenza verla, cómo se encuentra en la céntrica, transitada y gastronómica calle Plocia de la ciudad la escultura dedicada a la inmortal cantaora, manchada de restos de excrementos de las habituales palomas y gaviotas que conviven en la ciudad con vecinos y visitantes.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión