La escultura de Antonia Gilibert Vargas, conocida artísticamente como La Perla de Cádiz, ya vuelve a brillar en la calle Plocia, uno de los rincones más transitados y emblemáticos del centro histórico de la ciudad. Tras haberse detectado hace unos días su estado de suciedad y abandono, el Ayuntamiento de Cádiz ha tomado cartas en el asunto, procediendo a su limpieza y puesta a punto, devolviéndole así el respeto y el lugar que merece dentro del paisaje urbano.
Figura del flamenco
Inaugurada en septiembre de 2015, la escultura es obra del artista José Antonio Barberá y forma parte del extenso y sentido homenaje que la ciudad rinde a una de sus grandes voces del flamenco. La figura representa a La Perla con dignidad y presencia, y desde su instalación ha sido parada obligatoria para gaditanos, visitantes y amantes del cante.
Esta actuación llega, además, en un momento simbólico: en pleno desarrollo del centenario del nacimiento de La Perla de Cádiz, que comenzó el pasado 9 de junio y se prolongará hasta el mes de septiembre.
La efeméride está siendo celebrada, tal como prometió la delegada de Cultura Maite González, «con mucha ilusión y mucho cariño», en reconocimiento a una artista fundamental en la historia del flamenco y del barrio de Santa María.
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