ARMADA

El 'Juan Carlos I' aborda en Puerto Real una compleja obra para cambiar sus motores

El buque insignia de la Armada permanecerá en dique seco durante seis meses para acometer la renovación integral de su propulsión eléctrica

Más de un millar de operarios, tanto de Navantia como de la industria auxiliar, participan en esta operación

El astillero de Navantia en Puerto Real recibe al BPE Juan Carlos I. ANTONIO VÁZQUEZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

El buque anfibio 'Juan Carlos I' de la Armada española estará los próximos seis meses en el dique del astillero de Puerto Real. El portaeronaves ha llegado este jueves a las instalaciones de Navantia procedente de la Base Naval de Rota para someterse a una importante intervención que afecta de lleno a sus motores de propulsión. El barco cumple ahora 15 años de vida y se habían detectado vibraciones en su sala de máquinas. Ha llegado el momento de sustituir los motores actuales por otros que incorporan nuevas tecnologías. Se trata de la modernización de su sistema de propulsión y al plan de inmovilización programada (PIPs) por la Armada.

Una de las principales actuaciones sobre el buque insignia de la Armada afectará a su principal elemento de propulsión eléctrica (PODs). Esta modernización fue aprobada por el Consejo de Ministros y realizada mediante un acuerdo marco por un valor estimado de 30 millones de euros.

La obra del barco supone una importante carga de trabajo para la industria naval gaditana. Casi un millar de operarios estarán en el astillero de Puerto Real en distintos turnos hasta finales de año. Así, trabajadores del área de Reparaciones de Navantia-Cádiz se desplazarán al astillero de Puerto Real para participar en los trabajos junto con la plantilla de este centro de Navantia.

Imagen principal - Distintos momentos de la entrada del 'Juan Carlos I' en el dique de Puerto Real
Imagen secundaria 1 - Distintos momentos de la entrada del 'Juan Carlos I' en el dique de Puerto Real
Imagen secundaria 2 - Distintos momentos de la entrada del 'Juan Carlos I' en el dique de Puerto Real
Distintos momentos de la entrada del 'Juan Carlos I' en el dique de Puerto Real ANTONIO VÁZQUEZ

La obra de cambio de PODs y sus periféricos a bordo requiere la realización de tres grandes cesáreas en el casco, así como la fabricación de nuevos bloques de acero para el anclaje de dichos propulsores. Además, será necesario el reconexionado de más de 66 kilómetros de cable, de los que 40 kilómetros serán completamente nuevos. También incluirá una nueva versión software del Sistema Integrado de Control de Plataforma (SICP), recogiendo estos cambios.

Esta larga inmovilización programada (PIPs) se extenderá por casi seis meses e incluirá asimismo obras contempladas en su plan de mantenimiento y trabajos de actualización a nuevos sistemas, renovación del sistema de ventilación y climatización (HVAC), así como el mantenimiento integral y puesta en operación de sus grupos diésel mediante un W7, entre otras, lo que implica la coordinación de las actividades de los Negocios de Motores, Reparaciones Cádiz y de Sistemas de control (SICP).

El Gobierno aprobó a finales de 2022 esta importante obra de mejora, que incluye un presupuesto de 30 millones de euros. El Consejo de Ministros autorizó entonces la sustitución del sistema de propulsión del buque. Esta obra no se ha llevado a cabo antes debido a los compromisos navales de la Armada en distintas operaciones internacionales.

En cuanto a la obra en su sistema de propulsión, Defensa ha considerado que se trata de la solución más eficaz para asegurar «la capacidad operativa más eficiente del buque». Se cambiarán los 'azipods', propulsores de diseño alemán, suministrados por Schottel y Siemens, ante las repetidas averías que han venido sufriendo.

Tipo de fallos

En 2020 la Armada encargó un estudio para buscar una alternativa al sistema de propulsión que emplea actualmente el 'Juan Carlos I' tras las incidencias y fallos que se vienen acumulando a lo largo de los quince años de vida del buque en en su sistema de propulsión. Según reconocía la propia Armada en el Pliego de Prescripciones Técnicas de la licitación del estudio «estos fallos se han dado por causas muy dispares, tanto eléctricas como mecánicas, internas y externas, que han dejado en varias ocasiones al buque sin propulsión, al menos en una de sus dos líneas».

El barco pasó una ITV enmayo de 2023 en el astillero de Cádiz tras regresar de la operación Dédalo 2023. En un mes se desmontaron los dos motores de la sala de máquinas que generan la electricidad que mueve al barco. Esa varada de mantenimiento programado se realiza cada 20.000 horas de funcionamiento.

En noviembre de 2020 fue el astillero de Puerto Real el que se encargó de su varada programada. En ella se repasaron las hélices, que son su sistema de propulsión, y se revisó el resto de equipos y sistemas de la obra viva (parte del barco que permanece sumergida en el agua) que requieren necesariamente de una estancia en dique seco para poder acceder a ellos, como son las aletas estabilizadoras, las hélices empujadoras de proa, las válvulas de fondo de diferentes sistemas; así como un pintado completo del buque.

En junio de 2017le tocó el turno a su cubierta de vuelo. Durante casi dos meses el 'Juan Carlos I' se sometió a trabajos de mantenimiento en el astillero de Navantia Cádiz. Los trabajos se centraron en la gran cubierta de vuelo, que tiene 202,3 metros de largo y 32 de ancho, reponiéndose parte del aglomerado y repintando sus marcas de señalización para el empleo de aeronaves.

La primera intervención en el barco se realizó en 2015 coincidiendo con sus primeros cinco años de vida. Esta varada en el astillero de Cádiz fue calificada de «sobresaliente» tanto por los responsables de la Armada como por los técnicos del astillero.

La construcción del buque arrancó en el astillero de Navantia en Ferrol en enero del 2005 con el corte de la primera chapa. Fue botado el 8 de marzo del 2008 y dado de alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada el día 30 de septiembre de 2010, con la numeral de costado 'L-61'.

El 'Juan Carlos I' «supone una herramienta de la Armada para garantizar la capacidad de respuesta e influencia global a disposición del poder político, en apoyo a la creciente proyección internacional de España. Se trata de una unidad tecnológicamente avanzada, interoperable, adiestrada y alistada, lo cual le permite actuar con garantías de éxito en escenarios muy variados», recoge este cuerpo en su web. Su longitud de eslora es de 231 metros, desplaza 26.000 toneladas, y su capacidad aérea es de 25 a 30 aeronaves, según se trate de aviones Harrier, F35B o helicópteros y también está equipado con radares y equipos de guerra electrónica. Cuenta con una dotación de unas 350 personas, pero tiene capacidad para llevar hasta 1.500 personas.

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