Sucesos | Cádiz

Fin a la banda de Jovanovic, los croatas que enterraron su millonario botín en el pinar de Roche

La Policía Nacional detiene a un grupo de Europa del Este que robaba en domicilios de Cádiz y recupera joyas valoradas en 400.000 euros

M. Almagro

Cádiz

Daniel Jovanovic, 29 años y al frente de una banda experta de croatas que residían en Italia y que se dedicaban a robar joyas de gran valor y dinero en domicilios de Cádiz y, posiblemente, por otros puntos de España. Desde el norte hasta el sur, este y oeste. Allá donde vieran que tenían una salida fácil para hacer palanca a una puerta, entrar y escapar rápido a esconderse y de nuevo volver a actuar.

Así, una y otra vez. Sin unos objetivos tampoco especialmente estudiados pero sí con la persistencia y la 'profesionalidad' con la que cuentan los delincuentes que están «perfectamente organizados». En este caso, los que tienen su plan, lo ejecutan y se marchan a por el siguiente cometido. No practicaban la violencia, solían entrar con las casas sin moradores, pero sí el poco escrúpulo y la insistencia.

No se conoce con exactitud desde cuándo estaban robando por la provincia y si sus 'palos' habían llegado ya a algún límite (llevaban ya nada menos que 400.000 euros en mercancía robados), pero de lo que la Policía Nacional no tiene duda es que Jovanovic , a pesar de su juventud, actuaba de 'cerebro' de este grupo itinerante especializado en sustraer lo que podían para luego sacarlo de España en una autocaravana -dato nada casual para evitar el registro policial fácil- y sacarle provecho en el mercado negro en países del centro de Europa.

Pero en esta ocasión, su paso por Cádiz capital ha sentenciado el final (preprocesal al menos) de esta banda y ya están, los tres, en prisión preventiva. El de Jovanovic, quien dirigía y hacía los contactos y enlaces internacionales, y sus dos compinches. El de su pareja Vera S., de 26 años, la experta en entrar en las casas, y el de David V., 23 años, quien se sospecha que estaba de momento de 'becario', aprendiendo con ellos el 'oficio' de ladrón.

El final de sus planes se escribió en agosto. Después de que entraran en una casa de la Alameda Apodaca y posteriormente en otra en la calle Rosario. Fue entonces cuando al recibir las sendas denuncias, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Cádiz comenzaron a investigar y a los pocos días daban con ellos, los detenían, y además -algo especialmente meritorio dada la rapidez con la que resolvieron- recuperaban las joyas y el dinero que durante este tiempo este grupo de ladrones había robado. Tras unas complejas pesquisas y largas horas de seguimientos y vigilancias, los tres investigados fueron pillados cuando daban otro 'palo' en unos pisos de Algeciras.

Los robos de Cádiz les señalaron. Al menos estos agentes bastante especializados tras haber ya detenido a varias bandas itinerantes de similar perfil, detectaron rápidamente que tras estos asaltos podían estar los mismos autores. Era el mismo 'modus operandi'. Abrían las puertas con fractura, resbalón, o palanca y tras acceder al interior de los domicilios solo sustraían dinero y joyas. Nada de ordenadores, televisiones, artículos de arte o decoración, móviles o tablets... sino objetos de valor de alta gama que puedan tener una buena clientela y sean más difíciles de detectar en los suburbios de las mafias dedicadas al mercado negro.

Y tanto sus formas como la colaboración de algún testigo que vio a una sospechosa pareja joven salir de una de esas viviendas les sirvió para empezar a tirar del hilo. Una madeja bastante complicada sin tener absolutamente ningún dato más pero que supieron resolver en tiempo récord. «En menos de un día ya encontramos a un 'candidato'», explicaba este martes el inspector de la UDEV.

Descubrieron que se alojaba en un hostal del Colorado (Conil) y hasta allí se desplazaron. Y comprobaron que no estaba solo, sino que en su periplo delincuencial le acompañaban otro hombre y una mujer. Y que con ellos viajaban también dos niños de 8 y 7 años, hijos de la pareja del supuesto cabecilla.

Al revisar sus identidades constataron que al menos uno tenía antecedentes por robos con fuerza. algún señalamiento judicial pendiente y que ni la autocaravana ni otro vehículo que usaban para desplazarse estaba a su nombre. La caravana pertenecía a la madre de uno de los implicados, también con antecedentes, y el coche a un paquistaní (posiblemente un 'hombre de paja').

Con todas estas evidencias e indicios de que podían estar tras una banda organizada los agentes continuaron con los seguimientos. Y así a los cuatro días del primer robo detectado en Cádiz y tras seguirles hasta Conil, los vieron circular de manera sospechosa por el pinar de Roche. «¿Qué iban a hacer allí, allí no había nada?». Pero, pronto tendrían la respuesta.

Comenzó la semana y se dirigieron a Palmones. Por Algeciras se les hizo un seguimiento detectando que entraban y salían de diferentes edificios hasta que en uno de ellos permanecieron una hora. Así, y ante la evidencia de que podían estar cometiendo otro robo, los agentes entraron y revisaron cada una de las plantas hasta finalmente dar con ellos. Un hombre y una mujer que intentaron escapar en un coche. Llevaban encima joyas y dinero robado.

Imagen principal - Fin a la banda de Jovanovic, los croatas que enterraron su millonario botín en el pinar de Roche
Imagen secundaria 1 - Fin a la banda de Jovanovic, los croatas que enterraron su millonario botín en el pinar de Roche
Imagen secundaria 2 - Fin a la banda de Jovanovic, los croatas que enterraron su millonario botín en el pinar de Roche

Los detenidos fueron trasladados a la Comisaría de Algeciras donde permanecieron custodiados, mientras se solicitó al Juzgado de Instrucción número 4 de Cádiz la entrada y registro de la autocaravana que en esos momentos se encontraba estacionada en Palmones, en el término municipal de Los Barrios. Un mandamiento que no se logró en Algeciras pero que sí autorizó el juzgado gaditano y que ha sido clave para la resolución de este caso.

En este registro se localizaron 7.000 euros en efectivo y numerosas joyas. Algunas de ellas procedían de un robo perpetrado en La Coruña en 2016. Además, en el interior de la autocaravana estaba el otro integrante de la célula junto con los hijos de la detenida que fue también arrestado por su presunta participación en los hechos investigados y por una reclamación judicial emitida por un juzgado de Málaga al estar encartado en otros robos.

Enterradas y encontradas como «una aguja en un pajar»

Una vez que ya se tenía a los presuntos autores, la Policía se centró en intentar encontrar lo robado en diferentes domicilios de Cádiz, Puerto Real y Jerez de la Frontera. Y fue entonces cuando la localización de Roche volvió a escena. Los agentes sabían que este tipo de bandas esconden sus botines en lugares recónditos, muchas veces bajo tierra, hasta que consiguen una suculenta mercancía para enviarla o salir con ella al destino previsto.

Así que se dirigieron hacia ese punto. También una pala con tierra rojiza encontrada en la caravana les había dado otra pista de que ese podía ser 'el lugar'. Sin embargo la tarea de encontrarlo era casi imposible. Así lo ha destacado el inspector del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), un grupo experto en este tipo de búsquedas llegado desde Madrid al que se pidió colaboración y que usó sus medios técnicos como sensores de metal, entre otros, hasta que dar con el objetivo. «Una hectárea, pinares, tierra... era como buscar una aguja en un pajar pero entre nuestros medios y la buena investigación que se había hecho previamente, lo logramos», decía el agente.

Y tras horas y constancia dieron con las joyas que habían sido enterradas a bastante profundidad. Relojes, anillos, cadenas, pulseras, collares, camafeos, pendientes... distribuidos en diferentes bolsas de plástico y valorados en más de 400.000 euros.

Una vez localizadas los investigadores han ido contactando con las víctimas para reconocer las joyas de su propiedad. Así mismo se siguen recabando pruebas que han permitido esclarecer hasta el momento un total de cinco robos en Cádiz, uno en Puerto Real y otro en Jerez así como otros perpetrados en otras provincias. Y podrían ser más.

Un trabajo «a la antigua usanza»

La 'operación Split', que así se ha bautizado esta exitosa investigación de la UDEV de Cádiz, ha sido muy elogiada por el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, quien este miércoles acompañado por el comisario provincial de Operaciones, José Manuel Menacho y los inspectores responsables de la intervención, la explicaba ante los medios. Además todos ellos advertían de que la investigación continúa en marcha y hacían un llamamiento para encontrar a los dueños de algunas de las joyas que han sido recuperadas y no han denunciado o no saben que se ha dado con su paradero.

«Ha sido un operativo muy difícil. Dar con este tipo de delincuentes dada su continua movilidad es un trabajo muy complejo que estos agentes han resuelto a la perfección. Ha sido un gran esfuerzo de investigación», destacaba Pacheco.

En la misma línea se pronunciaba el comisario quien destacaba la labor del equipo de la UDEV. «Es una unidad de gran prestigio en la provincia y han resuelto importantes casos. Esta vez han hecho una labor pura de investigación. Ha sido un trabajo a la antigua usanza. Enhorabuena», les felicitaba.

Una de las víctimas, emocionada: «Es un orgullo contar con una Policía así en Cádiz»

Una de las víctimas de uno de los robos perpetrados por la banda de Jovanovic en Cádiz acudía a la Comisaría a la presentación de la operación a los medios de comunicación. En un principio prefería no hablar por eso de preservar su anonimato pero finalmente la emoción le podía y expresaba con una gran satisfacción cuál ha sido su sentimiento después del trabajo realizado por los agentes.

«Soy una de las afectadas», comenzaba. «Y no tengo palabras para agradecer a la Policía el servicio, la dedicación, la eficiencia y eficacia que han demostrado y cómo nos han tratado de una manera excepcionalmente humana. Para mí es un alivio y una satisfacción saber que cuento con esta Policía en Cádiz», expresaba ya claramente emocionada ante los agentes, quienes también se mostraban especialmente agradecidos y orgullosos de escuchar tales palabras.

En su caso, de su domicilio se llevaron una importante cantidad de joyas. La mayoría, procedente de herencia familiar, como de su abuela, piezas de un gran valor pero también de un gran peso emocional. «Mira, aquí están... jamás pensé que podría recuperarlas», decía señalándolas en la mesa donde se mostraban. Diamantes, alguna esmeralda, oro... pero ante todo... «recuerdos... eso sí que no tiene precio».

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