INDUSTRIA
El astillero de Puerto Real necesita un aluvión de encargos para sacar a flote su negocio eólico
Los últimos pedidos de Ocean Winds no son suficientes para mantener la actividad
El comité exige un cambio de rumbo urgente hacia la construcción naval
La alianza con la danesa Semco Maritime confía en captar proyectos eólico-marinos del mercado norteamericano
El comité del astillero de Puerto Real tilda de «fracaso» el negocio eólico en la factoría

El negocio eólico no termina de cuajar en los astilleros de la Bahía y, más concretamente, en la factoría de Puerto Real, donde Navantia ha depositado toda su confianza para esta actividad. La pasada semana era el comité de empresa de este astillero el que tildaba de «fracaso» la apuesta de la empresa por este negocio a tenor de los resultados obtenidos después de diez años de trabajo. Este mismo comité era el que pasaba revista de los encargos y concluía que el rendimiento era muy bajo.
Por esta razón, los representantes de los trabajadores del astillero de Puerto Real han reclamado, una vez más, la vuelta urgente a la construcción naval y evitar más experimentos con la industria eólico marina.
El astillero puertorrealeño se encuentra en estos momentos dando los último retoques a una jacket o soporte construido para Ocean Wind, una compañía dedicada a la promoción de parques eólico -marinos. La última noticia al respecto es que Navantia firmó el pasado mes de abril una alianza estratégica con la danesa Semco para lanzarse a la conquista del mercado eólico de Estados Unidos.
Desde 2002, cuando se construyó el primer parque eólico marino en aguas danesas, Semco Maritime ha estado involucrado en más de 20 proyectos de parques marinos a nivel mundial. En 2019, Semco Maritime fue adjudicatario de su primer proyecto en Estados Unidos, llamado Vineyard Wind, y en 2021 ganaron un pedido para dos subestaciones marinas en Taiwán: Hai Long 2 y 3 (en total, mil megavatios). Semco Maritime es el mayor proveedor de servicios independiente en el Mar del Norte, con actividad en 22 subestaciones marinas.
Navantia Seanergies es la división creada por Navantia en 2022 «para contribuir al desarrollo de energías verdes, a través de la construcción de elementos para parques eólicos marinos y el desarrollo del hidrógeno como vector de transporte de energía». Nacida de las sinergias con las otras divisiones de la «empresa pública de construcción naval e integración de sistemas de alta tecnología», Navantia Seanergies es un proveedor de todo tipo de soluciones en cimentaciones para parques eólicos marinos y subestaciones.
Aniversario
En diciembre de 2024, Navantia celebró diez años en energía eólica marina. Durante este tiempo, ha desarrollado 21 proyectos en 9 países, incluyendo más de 220 jackets (especie de jaulas sobre las que se asientan las subestaciones o los aerogeneradores), más de 110 monopilotes (especie de pilotes, pilares o columnas para ubicar sobre ellos las turbinas eólicas marinas) y el 70% de las plataformas flotantes existentes en el mundo.
En el sector de las subestaciones, ha participado en ocho proyectos HVAC y HVDC que se han desarrollado en las instalaciones de Puerto Real, especializadas en la construcción de estos productos. Estas instalaciones industriales son particularmente adecuadas para la fabricación de grandes estructuras con equipos de elevación significativos y un nuevo taller de paneles planos que permitirá la fabricación de paneles de hasta 20 por 22 metros y hasta 150 toneladas de peso, con un uso extensivo de automatización y tecnología de soldadura de vanguardia. Navantia Seanergies ha suministrado subestaciones top-side y sus cimentaciones, suministrando a clientes como Iberdrola, Ocean Winds, Orsted y Equinor, entre otros.
Sin embargo, este goteo no es suficiente para las necesidades de un astillero de la capacidad de Puerto Real. Necesita más carga eólica o, de lo contrario, cambiar el rumbo hacia la construcción naval.
Desde luego, la situación y las expectativas no convencen a la plantilla del astillero. Pese a todo, Navantia es la única compañía capaz de construir los tres tipos de cimentaciones principales, ya que ha desarrollado estos últimos años tanto 220 soportes jackets (para suelos de más de 30 metros de profundidad) como 120 estructuras monopilotes, y estructuras flotantes. Asimismo, el 70% de las estructuras flotantes de Europa han sido construidas por Navantia Seanergies, entre los que destaca los parques de Hywind Scotland y Kincardine en Reino Unido, o de Windfloat Atlantic en Portugal.
Sin embargo, los trabajadores de Navantia no siempre han apoyado esta línea de negocio. El pasado otoño, los trabajadores de las plantas de Cartagena (Murcia), San Fernando y Madrid, organizaron protestas y bloqueos para reclamar a la compañía una mayor contratación del personal así como el cumplimiento del convenio establecido a la empresa.
Cadena de valor
A lo largo de la última década, Navantia ha generado un volumen de compras por valor de 1.200 millones de euros para sus proyectos y ha construido una cadena de suministro de más de 500 empresas, de las cuales 400 son españolas.
La hoja de ruta de la empresa prevé alcanzar 3 GW de eólica marina en 2030, lo que supondrá crear 7.500 empleos y aportar más de 2.000 millones de euros anuales al PIB. Para conseguir sus objetivos, la empresa se enfoca en dos centros: el astillero de Navantia Fene (A Coruña) para construir cimentaciones flotantes y fijas, y el centro de Puerto Real , que la empresa ha dotado de un taller de paneles planos para optimizar la construcción de estructuras flotantes. La electrificación de las estaciones marinas es otro de los desafíos a los que se enfrenta Navantia para el futuro.
El comité del astillero de Puerto Real, a tenor de los resultados, insiste en que «la carga de trabajo eólica vendida a los medios y a la industria auxiliar estos años pasados se ha quedado en un bluf». La mayoría de los proyectos se han ido esfumado al igual que los miles de puestos de trabajo que se han perdido por renunciar a la construcción naval como actividad principal.
En diciembre de 2024 Navantia celebró diez años en el negocio eólico a través de su división offshore, Navantia Seanergies. Fue una tímida incursión en una actividad emergente que arrancó en el astillero de Puerto Real en 2016 con la construcción de una plataforma para el campo eólico alemán Wikinger en aguas del Mar Báltico. El encargo de esta subestación para transformar la energía eólica en corriente eléctrica fue obra de Iberdrola. Ese encargo fue un impulso para la Bahía de Cádiz en tiempos de crisis laboral, donde la ausencia de contratos navales eran una tónica general. Desde entonces, el astillero de Puerto Real ha luchado por ser un referente en esta actividad combinando en un mismo espacio la construcción naval y la construcción de estructuras eólicas. La dirección de Navantia insiste en que ambas actividades no son incompatibles, pero es clave aumentar los contratos.
Desde su incursión en la actividad eólica, Navantia ha participado en 21 proyectos, aportando estructuras para parques eólicos marinos en nueve países distintos, tanto en Europa como en EEUU, entre cimentaciones fijas, flotantes, subestaciones, y piezas de transición. Son parques que, en conjunto, han contribuido a abastecer de energía renovable a tres millones de hogares y han evitado la emisión de 16 millones de toneladas de C02 en estos 10 años.
A lo largo de la década, Navantia ha generado para estos proyectos un volumen de compras de 1.200 millones de euros, y ha construido una cadena de suministro de más de 500 empresas. La mayoría, 400 de ellas, son españolas, siendo estos proyectos palanca para su entrada en el sector y facilitando su preparación para afrontar el inicio de la eólica marina en España.