MEDIO AMBIENTE
El arte de pescar entre corrales gaditanos
Esta tradición pesquera milenaria en Rota y Chipiona también está afectada por la falta de relevo generacional
LUISMI MORALES
ROTA
La provincia de Cádiz consolida nuevamente su posición como uno de los destinos preferidos del turismo nacional. Las elevadas tasas de ocupación hotelera y su creciente peso en el sector turístico andaluz reflejan un momento de auge que impulsa tanto la economía local como la proyección exterior de la región.
En este contexto, municipios costeros como Rota y Chipiona destacan no solo por sus playas y su rico patrimonio histórico, sino también por preservar una tradición pesquera única en España: los corrales de pesca. Estas antiguas estructuras de piedra, situadas en la franja intermareal, conforman un sistema tradicional de pesca que ha resistido el paso de los siglos. Una tradición que ha pasado de padres a hijos, pero que en la última década choca con la ausencia del relevo generacional.
El funcionamiento de los corrales aprovecha el movimiento natural de las mareas para actuar como trampas naturales donde quedan retenidas diversas especies marinas cuando el nivel del mar desciende. Lubinas, bailas, sargos, mojarras, lisas, lenguados y chocos, junto a crustáceos y moluscos como cangrejos, camarones y ostiones, conviven en estas aguas, acompañados de algas de alto valor ecológico.
Más allá de su riqueza ambiental, los corrales representan un símbolo identitario para Rota y Chipiona, que han sabido integrar esta herencia milenaria en su oferta cultural y turística. El mar no solo es fuente económica, sino también un vínculo que une historia, naturaleza y un turismo sostenible. Una tradición marinera que pasa de padres a hijos, formando un legado único y transmisible que perdura en el tiempo.
Chipiona: patrimonio vivo y tradición milenaria
Conocida como la cuna de Rocío Jurado y hogar del faro más alto de España, Chipiona conserva un tesoro menos divulgado: sus corrales de pesca, considerados el arte de pesca más antiguo de Europa aún en funcionamiento.
Aunque el origen exacto es motivo de debate —con posibles influencias árabes o romanas—, análisis históricos y geográficos apuntan a una datación romana. En la isla francesa de Oléron, también con pasado romano pero sin influencia islámica, existen corrales casi idénticos, lo que sugiere un legado común durante el Imperio Romano, único periodo que unificó ambas regiones.
Los corrales se construyen con muros de piedra porosa que, mediante la acción de la pleamar y la bajamar, capturan peces y otras especies que buscan refugio y alimento en sus estructuras. Al descender la marea, los animales quedan atrapados en las pozas, facilitando su captura manual.
Durante el verano, es habitual ver familias recorrer la costa con cubos y palitas para recoger crustáceos, base de platos emblemáticos como las «tortillitas de camarones». Al subir la marea, estas construcciones desaparecen bajo un mar que cubre las playas de arena dorada y aguas ricas en minerales beneficiosos para la salud.
Tras un período de abandono, el Ayuntamiento de Chipiona, junto a la asociación local Jarife, ha impulsado la recuperación y puesta en valor de estos corrales. Hoy constituyen un patrimonio vivo que ejemplifica una pesca selectiva y respetuosa con el entorno.
La técnica constructiva emplea piedra calcárea y conchas ensambladas sin cemento, utilizando como 'pegamento' moluscos, algas y arena, lo que proporciona resistencia y sostenibilidad. La pesca se realiza manualmente en las bajamares, sin horarios fijos, con linternas artesanales para capturar lenguados, corvinas, pulpos, sepias, crustáceos y algas.
Rota: sostenibilidad certificada y compromiso con el patrimonio
Los corrales de pesca de Rota han renovado recientemente las certificaciones 'S de Sostenibilidad Turística' y 'Q de Calidad Turística' otorgadas por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). Estos reconocimientos avalan una gestión sostenible del espacio y garantizan la excelencia en la oferta turística, tanto para visitantes como para residentes.
Jesús López, delegado municipal de Medio Ambiente, destaca que estas distinciones refuerzan el compromiso de Rota con la conservación del patrimonio natural y cultural, así como con la promoción responsable del turismo. La colaboración entre la Asociación de Corraleros y Pescadores a Pie Corrales de Rota y el Ayuntamiento ha sido clave para compatibilizar la actividad tradicional con la preservación del entorno.
Entre las especies capturadas en los corrales roteños figuran pavas, estrellas de mar, morenas, robalos, pulpos, urtas, ortiguillas, camarones, erizos, cangrejos, langostinos y calamares, reflejo de la biodiversidad marina local.
Monumento natural y legado ancestral
El Monumento Natural de Andalucía Corrales de Rota constituye un ecosistema marino habitado por multitud de especies de peces e invertebrados. Los peces visitan el espacio acompasados con el flujo de la marea, mientras que la mayoría de los invertebrados residen permanentemente en cuevas y recovecos del terreno, adaptados para soportar las alternancias diarias de inundación y sequía causadas por las mareas.
Respecto a los peces, cabe destacar la importancia de este hábitat como zona de cría de al menos 26 especies, casi todas de interés comercial, entre las que destacan: boquerón, sardina y chapetón. Indudablemente, el amplio abanico de especies presentes en el golfo de Cádiz solo es posible abarcarlo mediante estudios a largo plazo y muestreos continuos.
En cuanto a los invertebrados, algunos estudios han revelado la existencia de hasta 96 taxones, lo que da idea de la gran riqueza de especies de esta zona intermareal. Se trata de organismos de pequeño tamaño que forman parte del patrimonio faunístico de esta plataforma rocosa, desempeñando un papel fundamental como eslabones esenciales en la cadena trófica de este ecosistema marino.
Actualmente se han identificado un total de 74 especies diferentes: 46 de peces y 28 de invertebrados. Los principales habitantes del corral se presentan agrupados por filos, es decir, una categoría científica que clasifica las especies de peces e invertebrados según sus características biológicas fundamentales.
Los corrales de pesca, construcciones que avanzan sobre el mar para aprovechar las mareas, representan un patrimonio cultural, arqueológico y natural de primer orden.
Por ello, han sido declarados el primer Monumento Natural de Andalucía, protegiendo cinco corrales activos en Rota: De Encima, San José (o De Enmedio), Chico, San Clemente y El Chiquillo, que en conjunto abarcan 110 hectáreas. Originalmente existían ocho, pero tres se perdieron con el tiempo.
El despesque, o captura tradicional en bajamar, es una modalidad artesanal que actúa como trampa pasiva, reteniendo peces durante la bajada del agua. El agua entra y sale a través de caños y sobre las paredes, permitiendo que los peces y otras especies queden atrapados hasta la pesca manual.
Protección y regulación
El Ayuntamiento de Chipiona publica cada verano un bando que recuerda la vigencia de una ordenanza municipal para regular el uso y aprovechamiento de los corrales. Esta normativa fija las condiciones para la pesca tradicional a pie, así como las medidas para preservar estas artes milenarias.
Las infracciones pueden acarrear multas de hasta 300 euros, además de sanciones adicionales. Está prohibido el uso de camaroneras en las playas y se persiguen delitos ambientales, captura de especies protegidas y venta ilegal, remitiendo las denuncias a las autoridades competentes.
Un patrimonio con alcance internacional
Los corrales de pesca no son exclusivos de Chipiona y Rota; también existen en Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María, Cádiz y en otros países como Francia y Chile. Declarados Bien de Interés Cultural y Monumento Natural, representan un patrimonio etnográfico, paisajístico y ecológico de primer nivel.
En Chipiona, el Ayuntamiento ofrece visitas guiadas gratuitas durante el verano, invitando a descubrir cómo la tradición y la naturaleza se entrelazan en este singular rincón de la costa gaditana. Así, este verano Cádiz ofrece más que playas y monumentos: propone conectar con una tradición milenaria que combina pesca sostenible, cultura y turismo responsable, consolidando su imagen como destino de excelencia y compromiso con el patrimonio.
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