La alta tecnología se consolida en la Zona Franca de Cádiz con una nueva inversión industrial

Una nueva empresa tecnológica ha llegado al recinto interior de la Zona franca de Cádiz. A la llegada el pasado año del Grupo Oesía-Tecnobit se suma ahora el grupo Capgemini, que ha presentado este martes su laboratorio industrial, orientado al desarrollo de programas específicos para pymes y grandes empresas. Es la ciencia ficción más real trasladada al campo de trabajo. Este nuevo concepto de negocio ahorra costes, reduce riesgos y permite a las empresas ganar en eficacia y competitividad. La dirección de Capgemini en España ha presentado este nuevo adelanto tecnológico como un servicio complementario para las empresas.

La firma, líder mundial que ofrece servicios para transformar y gestionar los negocios aprovechando el poder de la tecnología, es una corporación multinacional de servicios de consultoría tecnológica con un enfoque altamente innovador, que cuenta con cerca de 360.000 profesionales, 11.000 de ellos en España y están presentes en más de 50 países. La empresa innovadora Capgemini ha presentado su Intelligent Industry Lab, un laboratorio de innovación estratégico para la transformación de la industria 4.0 que utiliza las últimas tecnologías disruptivas, como el cloud, la inteligencia artificial, internet de las cosas, edge computing y el 5G.

La sede de este laboratorio se encuentra en el edificio Europa de la Zona Zona Franca y al acto de inauguración de sus instalaciones han acudido el alcalde de Cádiz, Bruno García, el delegado de la Zona Franca, Fran González, la delegada territorial de Industria, Inmaculada Olivero, y el CEO de la compañía en España, Luis Abad, que ha destacado la apuesta de la empresa por la provincia con esta nueva inversión. Capgemini es un grupo especializado en ofrecer soporte de alta tecnología a sectores que van desde el aeroespacial al de defensa pasando por la automoción y la ciberseguridad, entre otros. El laboratorio que han implantado en la Zona Franca de Cádiz es un lugar de ensayos para poner a prueba esos trajes a medida de alta tecnología que han sido diseñados para cubrir necesidades de sus clientes.

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Uno de los ejemplos más didácticos aportados este martes para conocer a qué tipo de trabajos en I+D nos referimos se ha explicado 'in situ' a través de un programa específico de visión y monotorización de un lugar de trabajo. El objetivo no es otro que detectar posibles anomalías en materia de seguridad laboral. El programa ha sido capaz de evaluar y reconocer a todos los presentes en ese espacio de trabajo destacando quienes cumplían con el protocolo llevando el correspondiente casco y chaleco reflectante. Este mismo programa se puede ampliar a más detalles para detectar mascarillas, calzado y otras necesidades, según la empresa, para cumplir la normativa de seguridad e higiene en el trabajo. Incluso recoge los movimientos y gestos que pueden r4evelar una petición de socorro por parte del trabajador.

La Zona Franca de Cádiz cuenta en estos momentos con una veintena de empresas tecnológicas que dan empleo a medio millar de personas. De hecho, Capgemini aporta una media de 250 empleos entre directos e indirectos.

Este grupo tecnológico lleva nueve años vinculado a la provincia aplicando soporte industrial a empresas como Navantia, en la que ha colaborado en la transformación digital de sus astilleros. También ha sido seleccionada por Airbus como socio estratégico para llevar a cabo un programa de transformación del 'Cloud' (nube de gestión de herramientas y bibliotecas) para sus negocios globales de aviones y helicópteros Comerciales.

El delegado de Zona Franca, Fran González ha destacado que la implantación de Capgemini supone la consolidación en Cádiz de una nueva línea de negocio marcada por el I+D.

Por su parte, el alcalde de Cádiz, Bruno García, ha mostrado su satisfacción con la llegada de una nueva empresa tecnológica a la capital. En su opinión, ocupan poco espacio en una ciudad que no tiene suelo y, sin embargo, aportan empleo. Bruno García ha destacado el papel de aliados de la Zona Franca y de la Junta de Andalucía en la captación de estas inversiones, que ponen a Cádiz en la órbita tecnológica.

No hay que olvidar que el proyecto Incubazul, liderado por la Zona Franca, ha colocado a la Bahía en un lugar de honor en el desarrollo de empresas limpias y sostenibles. La Zona Franca cuenta 80 startups que han nacido al abrigo del proyecto Incubazul, todas vinculadas a la innovación y a la Economía Azul, de las que un tercio ya facturan. El desarrollo se basa en tres fases. La primera es la incubación (pre-semilla), en la que se trabaja con iniciativas empresariales en fase incipiente y que tiene una duración inicial de cuatro meses, prorrogable otros tantos. La segunda, la aceleración (semilla y crecimiento), orientada a construir el modelo de negocio y facilitar las condiciones necesarias para ser comercializables y cuya duración también es de cuatro meses. Y la tercera es la fase de consolidación, periodo en que la empresa se encuentra implantándose en el mercado y con un plazo de duración máximo de cinco años.

Otro de los ejemplos que sitúan al nuevo laboratorio de Capgemini como referente industrial es un programa que ha desarrollado para trabajar en remoto en el arreglo de componentes electrónicos. Esta aplicación reduce tiempos y costes pero, sobre todo, aborta fallos.