Arqueología

La excavación de la muralla tardoantigua de Itálica revela el «saqueo» de su entorno y tumbas infantiles

Una investigación de la UPO señala que el «stibadium» de la casa de Cañada Honda es «uno de los ejemplares de este tipo de estructuras mejor conservado en la Península»

Excavación en la Casa de la Cañada Honda, con el «stibadium» en primer término ABC

S. P.

La investigación acometida desde junio de 2017 por el seminario de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en la casa de Cañada Honda y la muralla tardoantigua de las ruinas de Itálica , enclavadas en Santiponce y que aspiran a la declaración de Patrimonio de la Humanidad, refleja en el segundo de los casos «los niveles de destrucción y saqueo » perpetrados en el entorno de dicha muralla, así como la localización de un «área cementerial» cuya excavación reveló inicialmente un enterramiento correspondiente a un bebé de menos de un año .

Así queda de relieve en la memoria inicial del «Proyecto de investigación arqueológica en la Cañada Honda de Itálica. Planteamientos, objetivos y primeros resultados», firmada por Rafael Hidalgo e Inmaculada Carrasco, ambos investigadores de la UPO , y por Florian Hermann y Felix Teichner por parte de la Universidad de Marburg (Alemania).

En la memoria inicial de este proyecto de investigación arqueológica , recogida por Europa Press, se detalla que la labor científica acometida desde junio de 2017 en el conjunto arqueológico de Itálica se centró en primer lugar en la casa de la Cañada Honda al constituir « uno de los más interesantes ejemplos de arquitectura doméstica hasta ahora conocidos» en esta ciudad romana, sobre todo al contar con la incorporación de un «stibadium» o lecho de banquetes adosado a la fuente del peristilo .

«La casa de la Cañada Honda constituye uno de los ejemplos más conspicuos y menos conocidos de l a arquitectura doméstica italicense, con elementos de gran interés, como es el caso del "stibadium" dispuesto en su patio», señala la memoria de esta investigación arqueológica dirigida por Rafael Hidalgo, agregando que dicho lecho arquitectónico de banquetes «constituye uno de los ejemplares de este tipo de estructuras mejor conservado en la Península Ibérica».

Respecto a dicho «stibadium», la memoria de la investigación expone que «lo conservado apunta sin duda a que corresponda a la incorporación de una estructura añadida en un momento posterior a la concepción y construcción inicial del edificio. Está claro que está encastrado de una manera un tanto forzada entre la fuente central y el muro que sustenta el perímetro columnado del peristilo», argumentan los autores de este estudio, que en el momento de la redacción del documento estaban «intentando precisar la datación del "stibadium" en la medida de lo posible».

Y es que para estos investigadores, resulta de especial «interés» discernir «si el "stibadium" de la casa de la Cañada Honda correspondería a la difusión de los "stibadia" durante el Bajo Imperio, o si sería consecuencia de un añadido llevado a cabo poco después de la construcción de la casa , aún en época adrianea, momento en el que tal construcción alcanza cierta difusión vinculada al propio emperador».

En cuanto a la muralla tardoantigua de Itálica, segundo objetivo de esta investigación, la memoria arqueológica recuerda que las prospecciones geofísicas acometidas allá por los años 90 del pasado siglo en el enclave detectaron indicios de « un gran muro reforzado por torres que se superponía» al trazado de la nova urbs de la ciudad, la gran ampliación urbana hacia el norte promovida por el emperador Adriano .

«Este nuevo recinto partía del tramo suroeste de la muralla adrianea y, después de un quiebro reforzado por una torre, conectaba con la fachada norte del "Traianeum" , reutilizando en esos momentos parte de sus fundamentos con fines defensivos», detalla este estudio, precisando que en principio se calculó que dicha estructura defensiva habría sido levantada a finales del siglo III o principios del siglo IV , pero recientemente «se ha planteado que la edificación de la muralla se pudo llevar a cabo en un momento más avanzado», más concretamente durante el reinado del monarca visigodo Leovigildo.

La «monumentalidad» del Torreón

En cualquier caso, la investigación incluyó «la excavación del ángulo suroeste del recinto murado tardoantiguo », pues «el tramo en cuestión, el ángulo con un torreón en esquina, podría aportar además de la presumible propia monumentalidad del torreón, la posibilidad de comprender su trazado en todo este lateral oeste».

La excavación, en ese sentido, ha constatado la planta cuadrada de la citada torre , así como «los niveles de destrucción y saqueo al que ha sido sometida el área, habiendo sido desmontado el torreón en su encuentro con el lienzo de muralla y la propia cerca hasta la base de sus cimentaciones».

Las prospecciones sobre el terreno han revelado igualmente que «el área extramuros inmediata al tramo de muralla y la torre quedó ocupada por un área cementerial», de la que en principio fue excavado un «enterramiento infantil en ánfora», correspondiente a «un individuo menor a un año» , inhumado sin ajuar «en decúbito supino sobre la base del contenedor, cubriendo el enterramiento con la mitad superior del cuerpo del ánfora, a modo de tapadera».

«En su entorno inmediato se han documentado también otros enterramientos en cista», abunda la memoria arqueológica, insistiendo en «el nivel de saqueo» al que fue sometido el entorno de este lienzo de muralla y considerando que por los materiales usados para la muralla tardoantigua y la localización de «enterramientos infantiles en ánforas de factura tardía» , cobra fuerza la idea de «una cronología reciente tanto para la muralla como para el área cementerial».

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