El alcalde de Chipiona insiste: «El Guadalquivir desemboca en nuestras costas»

«Se trata de una reivindicación histórica de Chipiona», comenzaba el regidor. «Yo fui profesor y siempre le he dicho a mis alumnos que el mar está frente a nuestras costas y que ahí es donde acaba el Guadalquivir. Pero he visto que más personas y visitantes coinciden con esa visión y por eso encargamos este estudio».

El informe, que aún no está concluido pero sí en avanzado estado, corre a cargo del profesor chipionero Antonio Ramos Millán, de la Universidad de Granada. «Se hace desde el punto de vista científico, con argumentos, para presentarlo a las instituciones competentes y reivindicar lo nuestro», expuso el alcalde, que precisó que el estudio es gratuito y llevado a cabo altruistamente por el docente, que se ofreció a desarrollarlo. «Había que hacerlo en el ámbito universitario, que es el foro en el que se deben tratar estas cuestiones».

Antes de que el profesor pasase a exponer las principales conclusiones del informe, el alcalde, sabedor de las ampollas que suscita esta cuestión, se refirió directamente a Sanlúcar: «No queremos entrar en polémica con Sanlúcar. Es una ciudad hermana, magnífica, cultural, histórica y gastronómica a la que queremos maravillosamente y no deseamos hacer daño».

«No soy un estudioso del tema, pero el faro de Chipiona está ahí precisamente para indicar la entrada, que es la embocadura del río. Y si es la entrada, indudablemente es también la salida», expresó el alcalde, destacando que llegarán hasta la última instancia posible para defender esta reivindicación. «Muchas cuestiones nos hacen pensar que podemos sostener que el Guadalquivir desemboca en nuestros mares».

Antonio Ramos Millán habló en el arranque de su intervención de términos científicos, que sintetiza el Guadalquivir en cuanto al mar y la física, y de factores humanos, a los que atribuye el hecho de que Sanlúcar sea reconocida como lugar de desembocadura del río navegable más grande de España.

«La geografía física indica que el Guadalquivir no desemboca ni en Sanlúcar ni en Chipiona, sino en Alcalá del Río, en Sevilla. Desde la desembocadura hasta ese punto el cauce no es fluvial, sino un mar interior. Por lo tanto esos 90 kilómetros son técnicamente una ría, no un río», expuso el profesor.

Como argumento señaló que las salinas que hay en Sanlúcar son propias del medio marino y no de un río. «Los márgenes hasta esa zona de Sevilla no son riberas de río, son costas del mar».

El estuario del Guadalquivir lo circunscribe Ramos Millán, en época pasada, entre Matalascañas y Chipiona, pero debido al crecimiento del litoral ahora lo entiende entre la Punta del Cabo y la Punta de Montijo en Chipiona, dando por bueno que, aunque a su juicio no sea estrictamente un río a estas alturas de la Costa Noroeste, la desembocadura del Guadalquivir debería situarse en el municipio chipionero.

«La playa de Montijo es la primera que hay en el Guadalquivir, que se extiende posteriormente por la playa de La Jara de Sanlúcar». Las puertas del mar en esta localización «tienen forma de embudo que se va estrechando hasta el sanluqueño puerto de Bonanza».

El profesor asegura que la vinculación histórica de Sanlúcar con la desembocadura del río tiene que ver con el poder de la Casa de Medina Sidonia, con sede en Sanlúcar, y a los intereses económicos generados por la familia más poderosa de la época: «Convirtieron Sanlúcar en un puerto aduanero satélite del de Sevilla de cuyo beneficio real se aprovechaban. Era un instrumento político fundamental debido al comercio marítimo internacional».

«Después de la conquista castellana, Chipiona fue anexionada a Rota y quedó como lugar fronterizo frente a la capital sanluqueña del todopoderoso estado señorial de la Casa de Medina Sidonia», prosiguió en el desglose de su estudio.

Para el profesor de la Universidad de Granada hay incoherencias discursivas entre la geografía física y la subyacente que encumbran a Sanlúcar: «La broa de Sanlúcar se encuentra tras recorrer la costa de Chipiona, que es el referente náutico de nuestros días, como subraya la autoridad portuaria de Sevilla».

«En la época romana, el faro de Chipiona era el que daba entrada al estuario. En la historia precastellana no existió ninguna población destacada en Sanlúcar, como sí sucedió en la playa de Regla durante milenio y medio por ser el antepuerto de Sevilla», continuó Ramos Millán en su extenso alegato.

Según el profesor universitario chipionero, Sanlúcar acabó solapando y apropiándose de la historia de localidades vecinas: «Sanlúcar no tiene raíces precastellanas, ni las necesita, dicho sea de paso. Pera acabó tapando a sus vecinos de Trebujena y Chipiona que ya aparecían en la geográfica náutica antes que Sanlúcar».

«Ahora Chipiona tiene que mirar al horizonte y restablecer su lugar en la historia», concluyó Antonio Ramos Millán en la exposición del avance de su trabajo, que espera concluir en pocos meses.

Este asunto, polémico sin lugar a dudas por lo que atañe a la sensibilidad de las poblaciones vecinas, se remonta a agosto de 2021, cuando el alcalde Luis Mario Aparcero sorprendió asegurando que el icónico río desembocaba en el municipio chipionero y no en Sanlúcar. En aquellas mismas declaraciones anunciaba el encargo de un estudio a la Universidad de Granada para analizar una situación geográfica que le pudiese dar la razón y que de esa forma en los libros de texto figurase Chipiona como lugar de desembocadura del río Guadalquivir.

El tiempo dará y quitará razones y habrá que ver si Chipiona logra una distinción que desde Sanlúcar piensan defender a toda costa argumentando que esta cuestión nunca se ha puesto en duda por parte de ningún organismo oficial y que en caso de ser así, no habría motivos para que las instituciones no hubiesen ya ejecutado una permuta que jamás se ha llevado a cabo.