La fachada, casi centenaria, del restaurante
La fachada, casi centenaria, del restaurante - ABC

Casa Macareno: el espíritu de las tascas ilustradas

La cocina está a cargo de Pepe Roch, que ha dividido la carta en seis apartados

Madrid Actualizado: Guardar
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Casa Macareno es la apuesta de dos jóvenes empresarios madrileños, Julián Lara y Sergio Ochoa, por recuperar el espíritu, la estética y buena parte del recetario de las tascas ilustradas madrileñas. Para esta aventura han recuperado el antiguo local donde en 1920 se abrió la bodega Felipe Marín y hermanos, en Malasaña. Durante el último medio siglo lo regentó, hasta su jubilación, un matrimonio gallego con el nombre de Casa do Compañeiro. Los nuevos propietarios han respetado por completo la casi centenaria fachada, conservando los primitivos azulejos tan típicos en las tabernas madrileñas del pasado siglo. Azulejos que volvemos a ver en el interior, tanto en la barra de la entrada como en el comedor del fondo, en el que encontramos las clásicas mesas de mármol con pie de hierro forjado.

El establecimiento ha sufrido un profundo lavado de cara, pero se ha respetado al máximo su espíritu tradicional.

Espíritu que se refleja también en la carta, en la que predominan los platos que siempre fueron populares en estas casas de comidas ilustradas con algún que otro toque actual. La cocina está a cargo de Pepe Roch, veterano cocinero que ha dividido la carta en seis apartados. Los dos primeros con entradas frías: uno a base de chacinas y quesos, y otro de conservas y encurtidos de marcas de calidad. El tercero son los «clásicos de taberna», donde están algunas de las entradas más interesantes. Por ejemplo croquetas de jamón con trufa (9,50 €), salmorejo cordobés con queso de cabra y cecina (8,50), huevos rotos con gambones al ajillo (12,50) o pimientos asados con ensalada de codorniz (9). No faltan las patatas bravas (7,50), que curiosamente no se hacen al estilo de Madrid. Son en realidad las llamadas «mixtas», que combinan la salsa de aceite y pimentón con otra de alioli. Las patatas están tiernas por dentro y crujientes por fuera. Tampoco falta la tradicional ensalada mixta (8,50): buen tomate, aceitunas, ventresca, huevo duro, cebolla y encurtidos. Para aliñarla, aceite de oliva de calidad.

El cuarto apartado se denomina «Gourmet» y es una curiosa mezcla de platos algo más modernos y otros absolutamente clásicos. Así, un tiradito de besugo (14,50), concesión a la moda que arrasa de ceviches y tiraditos, o un micuit de foie con pistachos y manzana (14,50) conviven con unas verduras a la parrilla con salsa romescu (11,50). También en este apartado gourmet, correcto steak tartar (14,50) que llega ya preparado. Los dos últimos apartados son «Horno», donde aparece un cochinillo asado a baja temperatura (24,50), y «Ascuas», con tres platos hechos a las brasas, entre ellos un chuletón de vaca vieja (28) para los más carnívoros.

Postres caseros tradicionales (todos a 5,50) con algún que otro acompañamiento poco habitual. Así, la tarta de queso va con helado de galleta, y el arroz con leche con otro de vainilla. Para los más golosos, una mousse de chocolates en dos texturas, y para los que prefieran un remate más ligero, rica la manzana asada, ya troceada, con dos bolas de helado de vainilla, y refrescante el popular sorbete de limón con vodka.

Dirección: San Vicente Ferrer, 44. Tel. 91 166 09 21. Cierra domingos noche y lunes.

Lo mejor: Los «clásicos de taberna».

Precio medio: 35 €. Menú del día: 12,90 €.

Calificación: 6,5.

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