COAC 2023

La voz: Como los ángeles

CARNAVAL DE CÁDIZ

El coro de Luis Rivero alcanza otra vez la excelencia en la interpretación en su actuación en la Gran Final del Falla

El coro de Luis Rivero durante su actuación en la Gran Final del Falla. miguel hernández

ALEJANDRO VILAS

Cádiz

El coro de Luis Rivero y Juan Manuel Gandul han firmado un Concurso casi perfecto. Su apuesta este año ha sido clara incluso antes de que el telón se fuera al cielo. Cada noche que actúan, cuatro voces a capela irrumpen en el teatro para dejar claro que este año, 'La voz', es más que un coro de Carnaval, es una oda al instrumento más preciado.

Aunque desde el primer día el coro se mostró excelso en la interpretación, se ha podido apreciar como en cada pase el coro ha ido perfeccionando la ejecución hasta llegar a cotas muy altas en el apartado músico – vocal. La actuación de semifinal dio buena fe de ello. Además, la voz no cae al vacío. El coro trae un repertorio lleno de mensajes sociales tanto en el popurrí como en la ristra de tangos que han ofrecido. Hoy se cambiaron las tornas. Cuatro voces en el escenario y el resto del coro tomó butacas. El efecto, una vez más, impresionante.

El primer tango de la noche fue un mensaje de un docente como Luis a los encargados de la gestión de la comunidad educativa. «Otra vez a vender que el profesor es muy malo», cantaban. «La educación merece un acuerdo. En la cultura reside la fuerza de un pueblo», remataban. Gran tango de un coro y un autor siempre comprometido con la materia.

El segundo es un canto a la vida para aquellos que estén viviendo momentos duros. El tango es una pila de buenos consejos para refugiarse. «En la voz del silencio, en alguien que te guiña. Verás como te das cuenta que tiene sentido la vida». Bonita pieza.

El coro se vuelve chirigota cuando llega el cuplé. El primero de la parte masculina a las claves de Netflix y el de la parte femenina a las aplicaciones. Esta vez hay empate. En la segunda tanda gana la parte masculina con un cuplé a los excesos de los padres en las comuniones. El coro cierra su actuación con un popurrí que cada escucha asombra más por la calidad, la excelencia y todo el trabajo que hay detrás para llegar ahí; cantar como los ángeles.

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