Sanidad

Un paciente denuncia una mala atención en el Hospital de Puerto Real: «Me sentí desfallecer»

Jesús Rafael tuvo un accidente laboral el pasado 15 de junio y acusa al Hospital Universitario de Puerto Real de no recibir la atención médica que requería

Afirma que tuvo que trasladarse al Hospital Viamed Bahía de Cádiz para poder ser intervenido quirúrgicamente

Estado de la mano de Jesús Rafael tras la intervención quirúrgica L.V

Jesús Mejías

Jesús Rafael vivió el pasado 15 de junio un episodio que difícilmente olvidará. A las 13.45 horas del citado día este carpintero tuvo un accidente laboral en una de las máquinas de la carpintería de Chiclana de la Frontera en la que trabaja y que le amputó las falanges distales de los dedos índice y corazón de su mano izquierda.

Según relata se desplazó junto a su jefe en su vehículo particular al Hospital Universitario de Puerto Real al que llegó a las 14.05 horas. Señala que al entrar en Urgencias le sanaron las heridas, le pusieron una vía, le dieron varios medicamentos y le hicieron dos radiografías. «Posteriormente pedí agua, pero me dijeron que no podían darme nada porque tenía que entrar en quirófano, que osadía la mía pensar en la actitud diligente de mis cuidadores».

Sobre las 15.30 horas afirma que «viene un joven con pijama verde, al parecer traumatólogo y me preguntó cuál era mi hospital concertado» a lo que Jesús le respondió que no tenía conocimiento de ello. «Me dijo que necesitaban saberlo y en vez de dirigirse a mi acompañante que estaba fuera y ellos lo sabían, en mi estado de nervios, dolor intenso, sangrado y con mareos y las falanges amputadas tuve que coger el móvil y llamar a la empresa para que me informara de los datos de la mutua».

En el momento en el que Jesús obtiene los datos que le requerían desde el hospital «me hicieron ir a buscar al traumatólogo para comunicárselo, cuando volví a la sala y me senté estuve a punto de perder el conocimiento del mareo tan grande que tenía y con las gasas que me dieron al principio aún puestas y empapadas hacía tiempo ya de sangre», cuenta incluso que «me sentí desfallecer».

Estado de la mano de Jesús Rafael tras la intervención quirúrgica L.V

Según su versión de los hechos, a las 16.35 horas aproximadamente la misma persona le entregó el informe de alta en Urgencias y le explicó que al tratarse de un accidente laboral se tenía que ir al hospital concertado, en su caso el Hospital Viamed Bahía de Cádiz, aunque «ni él mismo entiende el motivo por el cual me derivan a otro hospital».

«Salí de urgencias y solicité en admisión la radiografía para mostrársela al hospital concertado y así perder el menor tiempo, a lo que me responde el personal de ventanilla que suba a radiología, busque al radiólogo y que le echara unas fotos con el móvil ya que las radiografías no pueden salir del hospital» , denuncia.

Narra que a las 17.00 horas pregunta en el hospital «si me tenía que ir» y ante la afirmación del personal sanitario «y con la misma venda que me pusieron al llegar, la vía puesta, un tremendo mareo, sin parar de sangrar y sin ellos saber como iba a llegar al nuevo hospital, me vi en la calle».

Fuera de las instalaciones del Hospital Universitario de Puerto Real «tuve que llamar a mi acompañante para decirle que estaba en la calle ya que no le habían informado de nada en ningún momento».

«Me sentí como si fuera una mierda, hablando claro, como si fuera una mierda, porque no creo que los ciudadanos que pagamos honradamente nuestra Seguridad Social nos merecemos ese trato», afirma.

Jesús se trasladó junto a su jefe al Hospital Viamed Bahía de Cádiz donde fue intervenido quirúrgicamente de urgencias. Según el parte médico al que ha tenido acceso este medio de comunicación se le tuvo que realizar una «remodelación de muñón de amputación con colgajo de desplazamientos de 2ª y 3ª dedos de mano izquierda, sin incidencias».

Poco a poco y con el paso de los días «me voy recuperando, ya con menos dolores y ahora estoy yendo a curarme» . Cuenta que «yo soy un poco aprensivo con la sangre, me faltaban dos trozos de dedo, que no es ninguna tontería, me faltan dos trozos de dedo y ni los propios trabajadores del hospital entendían el motivo por el que me largaron».

«No es una simpleza decir que a la Sanidad Pública hay que defenderla de los ataques externos, así como tampoco es un delirio afirmar que también hay que protegerla de la despiadada burocracia y de personas que con actos como el descrito empañan su prestigio».

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