Un ganadero durante la tractorada de ayer en la localidad coruñesa de Curtis
Un ganadero durante la tractorada de ayer en la localidad coruñesa de Curtis - efe

El Ministerio estudiará ampliar las ayudas para llegar a más ganaderos

La cifra de beneficiarios pasaría así de los 2.500 iniciales a unos 5.000, la mayoría gallegos

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La crisis del sector lácteo gallego continúa y las medidas planteadas a corto plazo por la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, no parecen calmar los ánimos entre los ganaderos, el eslabón de la cadena que más resentido se está viendo en las últimas semanas. En este escenario, los productores siguen con el calendario previsto de movilizaciones a lo largo y ancho de la geografía gallega, la última hasta la fecha fue la celebrada ayer en la localidad coruñesa de Curtis, donde medio millar de tractores colapsaron la carretera pidiendo «precios dignos» para el litro recogido de leche.

Con ánimo de seguir buscando soluciones a la delicada situación, el secretario general del Agricultura del Ministerio, Carlos Cabanas, se reunió este jueves en Santiago con representantes nacionales de la Comunidad de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja).

El secretario se comprometió a que la cartera que representa «estudie» la propuesta realizada por el sindicato ganadero, que aboga porque la ayuda de 300 euros por vaca anunciada por Tejerina este fin de semana pueda beneficiar a más ganaderos. La fórmula por la que apuesta Asaja es la de analizar más detalladamente los casos y establecer tramos según la urgencia en la que se encuentren las explotaciones y adaptar las cuantías de las ayudas según este baremo.

Adaptando la línea de aportaciones del Ministerio a este nuevo criterio, los beneficiarios podrían pasar de los 2.500 que estimó Tejerina en un primer momento —de los que alrededor de un 80 por ciento— serían ganaderos gallegos, a rondar los 5.000 que se encuentren en situaciones más extremas.

Lo que sigue sin contemplar el Ministerio es un gran pacto para fijar un precio mínimo por litro. Cabanas reiteró el desmentido de que en Francia se haya tomado esta medida ya que es «ilegal» según el marco regulatorio europeo. En este sentido, quiso mostrar su respeto por las movilizaciones de los ganaderos, pero valoró como «irreales» los argumentos en los que se basan, ya que entiende que sus reivindicaciones no se ajustan a las acciones que están en manos del Ejecutivo.

En busca del acuerdo

Pese a la disparidad de opiniones entre los diferentes actores del sector, Cabanas se mostró convencido de que todos ellos se encuentran encaminados a alcanzar un gran acuerdo. En una línea similar se pronunció el presidente de Asaja, Pedro Barato, quien destacó que en el momento actual es la «primera vez» que percibe de parte de la industria y la distribución la predisposición a alcanzar un pacto.

Paralelamente, el secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, apuntó en Curtis que «la palabra no es suficiente» y que los productores esperan compromisos firmes.

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