Vigo aparca en Montmeló

«Acabamos de llegar al circuito y es todo un poco caótico». El responsable de márketing del equipo Uvigo Motorsport, Gonzalo Ferreiro, define a la perfección cómo es tener una escudería automovilística, aunque sea a pequeña escala. Tras visitar el circuito británico de Silverstone y el alemán de Hockenheim, la Fórmula Student o, como popularmente se le conoce, la «Fórmula 1 universitaria» recala en España para cerrar el torneo. Este fin de semana Montmeló será el escenario de la última carrera de la presente edición de la mayor competición interuniversitaria de monoplazas a nivel europeo: 1.700 estudiantes de ingeniería del viejo continente se agrupan en 68 equipos de 13 países diferentes.

El representante gallego en esta copa está formado por 14 matriculados en la rama industrial que abarcan todas las áreas que necesita un equipo para funcionar con normalidad, desde las cuestiones más propias de la mecánica hasta la contabilidad. A ellos han sumado su experiencia otros ingenieros ya titulados y profesionales del sector, así como miembros de otros equipos españoles en la competición que han ayudado a dar los pasos adecuados por los diferentes boxes del continente.

Para la primera temporada, la escuadra viguesa se marcó el modesto objetivo de formar parte de las tres citas y participar en el «gran escaparate de la ingeniería» que supone, con la posibilidad de buscar un futuro profesional en el mundo del automovilismo, además de demostrar que «hay talento para sacar adelante este tipo de proyectos». Después de no poder tomar la salida en Inglaterra debido a un fallo mecánico y llegar en el 65º puesto en Alemania, los gallegos buscarán escalar posiciones en el Gran Premio español.

Pero las aspiraciones de los actuales integrantes del equipo no se quedan en el corto plazo o en los réditos personales, sino que esperan que Uvigo Motorsport sea un proyecto de más largo recorrido. «La idea no es quedarnos en este monoplaza, sino que a medida que vayamos acabando la carrera pueda entrar gente nueva y que la experiencia se vaya transmitiendo».

Apoyo económico

Lejos de las astronómicas cifras que mueve la categoría reina del automovilismo mundial, los espectaculares motorhomes de los grandes equipos y del glamour que desfila en los paddock internacionales, la Fórmula Student se mueve en un plano más austero. El Uvigo Motorsport explica que contó con un presupuesto para la temporada de unos 60.000 euros, de los que 28.000 se emplearon en desarrollar el monoplaza y el resto en viajes y logística. Para financiarse ha tocado puertas tanto de empresas privadas de tecnología y componentes como instituciones públicas relacionadas con el sector u otras como el Ayuntamiento de Vigo o la Diputación de Orense. Todo esfuerzo resulta escaso para perseguir un sueño.