Hacia la pole position en el circuito de Silverstone

Silverstone (Reino Unido), Hockeheim (Alemania) y Montmeló (España) son las paradas en boxes que realizará el UM15, el primer Fórmula 1 diseñado en Vigo y con el que 14 estudiantes de la Escuela de Ingeniería Industrial se juegan demostrar que «en Galicia hay capacidad para crear, para innovar, y hacer cosas. No solo se hace ingeniería en Alemania». Estas últimas son palabras de Gonzalo Ferreiro Pérez, responsable de marketing y comunicación del proyecto e integrante de la escudería UVigo que arranca motores hacia la pole position.

Será en el circuito británico (del 9 al 12 de julio), en el marco de la competición Formula Student cuando se estrene este prototipo de bólido diseñado y fabricado por ellos, una iniciativa de los estudiantes que busca la implantación a largo plazo de un modelo de equipo en el que se integren año tras año alumnos de distintos cursos de Industriales y de otros centros de la Universidad.

«La idea no es solo hacer este coche y ya está, sino que sea un proyecto continuista. La competición es una excusa para demostrar que hay potencial, pero esta iniciativa va más allá. Nuestra intención es que cuando vayamos acabando la carrera ese hueco lo ocupen otros y haya una transferencia de conocimiento».

La Formula Student es la competición interuniversitaria de carácter automovilístico más importante de Europa. Basada en un proyecto formativo interdepartamental iniciado en el Reino Unido en 1998, más de cien universidades de todo el mundo se dan cita anualmente en cada uno de los circuitos europeos que acogen este evento. La prueba abarca todos los aspectos de una empresa industrial, desde la investigación y el diseño, pasando por la fabricación y la realización de pruebas, hasta la gestión del trabajo en equipo, la gestión económica y la dirección de marketing. Todo ello será evaluado ante un jurado de expertos pertenecientes a industrias asociadas al automovilismo. Un reto que cada uno de los catorce estudiantes que integran el UVigo Motorsport enfrentan con «una gran ilusión, pero sobretodo con la satisfacción de demostrar «sobre todo a nosotros mismos que éramos capaces, y lo hemos sido», apunta Ferreiro en su conversación con ABC.

Sus cómplices, el director de la Escuela, Juan Pou, y la subdirectora, Ana Mejías, así como el resto del claustro y egresados de la escuela actualmente vinculados a empresas dedicadas al automovilismo de altas prestaciones. Pero hasta aquí no todo ha sido un camino de rosas. «Lo que más nos costó fue convencer de que podíamos hacerlo. La carrera te enseña a comprender las cosas, pero no a sintetizar y ponerlas en práctica, para nosotros era un reto ilusionante y logramos contagiar a los que luego se implicaron en el proyecto», señala su responsable de comunicación. Se refiere no solo a los docentes de la escuela, también a las firmas patrocinadoras que confiaron en ellos.

El equipo vigués manejó un presupuesto de 60.000 euros, de los que 28.000 corresponden al coste real del monoplaza, mientras que el resto es para desplazamientos del vehículo y del equipo para las pruebas.

Así, la idea de Alex y Rogelio hace ahora dos años, y a la que no tardaron en sumarse Josué, Marcos y Mikel, concentró los trabajos de diseño, construcción y montaje en el último año y medio. El resto del equipo no tardaba en completarse hasta sumar a sus 14 integrantes, todos ellos estudiantes de la Escuela de Ingeniería, a través de una campaña de reclutamiento con anuncios en las redes sociales. «A veces se hace largo y duro, en muchas ocasiones te das cuenta de que no hay avances y llega a ser frustrante», señala Ferreiro.

Tras su paso por Silverstone, el UM15, como así se llama el prototipo, que alcanza una velocidad punta de 130-140 kilómetros/hora, pondrá rumbo a Hockenheimring (del 28 al 2 de agosto) para acabar el circuito en Montmeló (del 27 al 30 de agosto).